A menudo oímos hablar de productos que ofrecen beneficios en la apariencia estética, pero ¿a qué se refieren exactamente?
Términos como nutricosméticos y cosmecéuticos se vienen usando recientemente en la industria de la belleza. Concretamente para describir productos que contienen algunos ingredientes activos que alteran la función fisiológica (mejoran la apariencia y el aspecto en general). Los mercados más desarrollados para estos productos son Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, España y Japón, sostiene Dannie Hansen del portal nutricional Sundt.es.
Nutricosmética y cosmecéuticos
Los nutricosméticos fueron definidos por Stephen DeFelice (1995) como “cualquier sustancia que es un alimento o parte de este que provee beneficios médicos o para la salud, incluyendo la prevención y tratamiento de una enfermedad”. Describen los beneficios potenciales de los suplementos orales destinados a mejorar la apariencia, y también son llamados “beauty pills”, «“beauty from within” y “oral cosmetics”.
Entre los componentes autorizados para este tipo de productos encontramos las vitaminas A, D, E, K, grupo B, PP y C, minerales, ácidos grasos, antioxidantes, polifenoles y extractos de plantas. La Unión Europea exige a los fabricantes que utilicen las cantidades recomendadas en su producción; que sean biodisponibles en el organismo y que realicen test de pureza de los productos.
Un aspecto importante de los nutricosméticos es que no pueden sustituir a una alimentación sana y equilibrada. Solo puede utilizarse como un complemento que ayudará a potenciar los efectos de los cosméticos convencionales.
Los nutricosméticos más comercializados son los que nutren la piel, evitan la flacidez y evitan que las arrugas se pronuncien. También los que protegen la piel de la radiación solar o potencian el bronceado. Algunos están destinados a combatir la celulitis y suelen incorporar activos venotónicos y antiedematosos como el castaño de indias, reestructurantes del tejido conjuntivo como el silicio orgánico y lipolíticos como el té verde. Otros productos están destinados a evitar la caída del cabello y fortalecer las uñas.
Por su parte, el término cosmecéutico fue asignado por Albert Kligman en National Scientific Meeting of the Society of cosmetic Chemists (984). Consiste en la fusión entre la industria cosmética y farmacéutica. No son considerados medicamentos ni cosméticos. Son productos aplicados tópicamente capaces de generar cambios en el aspecto de la piel. De momento, aún no es reconocido por la FDA; sin embargo, este término se usa para los productos fabricados con ingredientes naturales y que ofrecen beneficios de mejora en la salud o más allá de la estética.
Ambos términos (cosmecéuticos y nutricosméticos) son definibles como neurocosméticos por su actividad global en el organismo. Se estima que influye en la calidad de vida ya que, de acuerdo al concepto NICE-effectiveness “la belleza y el bienestar son el resultado de un balance entre los sistemas nervioso, inmune, cutáneo y endocrino, es decir, que se requiere una mejoría en el balance general del organismo”.