El gobernador encabezó una reunión en la que analizaron la realidad sanitaria de la región y el país. Planteó dejar de lado la especulación política, electoral y partidaria. «Decidir hoy es pensar en el futuro; el tiempo perdido no se recupera», afirmó.
El gobernador Jorge Capitanich, presidente pro-témpore del Consejo Regional del Norte Grande Argentino (NGA), mantuvo ayer una teleconferencia con mandatarios provinciales, con quienes acordó una serie de decisiones en el marco de la situación sanitaria por Covid-19.
Capitanich se refirió a las medidas y sostuvo que «salvar vidas no puede ser motivo de especulación política, electoral, ni mucho menos partidaria».
«Hoy no es tiempo de especulación política ni de consignas partidarias. La unidad nacional que tanto se declama debe ejercerse hoy», afirmó. «No podemos dilatar la toma de decisiones, pues el dilema en estas circunstancias es administrar el número de contagios impulsado por el virus o ser administrados por la dinámica de contagios que el virus propone», agregó.
El chaqueño informó cuáles fueron las decisiones adoptadas por los gobernadores del Norte Grande, vinculadas al contexto de crecimiento exponencial del número de casos en toda la república argentina. Del encuentro participaron Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Morales (Jujuy), Raúl Jalil (Catamarca), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Ricardo Quintela (La Rioja), Juan Manzur (Tucumán) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Gustavo Sáenz (Salta). El único ausente fue el correntino Gustavo Valdés (referente de Juntos por el Cambio).
Como primer punto, los mandatarios definieron respaldar el plan de vacunación impulsado por el gobierno nacional, «a los efectos de maximizar la adquisición del número de dosis necesarias y suficientes para inmunizar a las personas que presentan factores de riesgo en cada una de nuestras provincias en el menor plazo posible». Paralelamente, consideraron prioritario potenciar la provisión de dosis para la vacunación antigripal en grupos de riesgo a los efectos de prevenir enfermedades del tipo influenza.
Además, decidieron promover, impulsar y coordinar con el gobierno nacional la aplicación de medidas de restricción de circulación «a los efectos de disminuir el número de contagios mediante políticas de shock a los efectos de evitar el colapso sanitario».
En este marco avanzarán en el desarrollo y ejecución de manera conjunta de una plataforma digital, con implementación unificada de una aplicación individual a residentes y no residentes de las provincias, que implique un «pasaporte Covid-19» para controlar de manera inteligente la circulación de personas y vehículos en tiempo real.
Como resultado de la reunión, Capitanich realizó un repaso por las fortalezas y debilidades que se desprenden de este tiempo en pandemia. Como fortalezas, el gobernador resaltó la provisión de vacunas, su alta efectividad para reducir la letalidad, al personal sanitario vacunado, la posibilidad de mejorar y aumentar la capacidad instalada del sistema sanitario, y la incorporación del plasma convaleciente sanguíneo y del suero hiperinmune equino como remedios eficaces para pacientes.
En cuanto a las debilidades, el mandatario nombró factores como «una población cansada, agobiada y angustiada para enfrentar los efectos de la misma», así como también «el relajamiento en el acatamiento de las normas y restricciones». «La pandemia provocó un impacto económico, fiscal y social de las restricciones producto de la menor circulación de personas y el diferimiento de plazos estipulados para la atención de otras patologías, provocando tensión dentro del sistema sanitario», agregó.
«Frente a nuestras fortalezas y debilidades podemos visualizar también un escenario de oportunidades. El aumento en la provisión de dosis permitirá cubrir nuestra población de riesgo y disminuir drásticamente la internación y la letalidad, logrando al mismo tiempo nuevas demandas de administración de la pandemia mediante sistemas inteligentes de monitoreo y control», resaltó.
Sin embargo, el mandatario también recordó que el colapso del sistema sanitario por un aumento exponencial del número de casos «es una grave amenaza», para el cual «solo hay dos opciones: más vacunas y menos contagios. Y menos contagios dependen de restricciones a la circulación de personas y el cuidado de las mismas como un deber cívico y social. En estas circunstancias nadie se salva solo. Salvar vidas no puede ser motivo de especulación política, electoral, ni mucho menos partidaria».
Por último, el jefe del Ejecutivo cerró afirmando que «sabemos muy bien que la restricción de circulación implica efectos económicos y sociales. Estos deben repararse mediante medidas y acciones específicas en materia fiscal de parte del Estado nacional, en cooperación con las provincias argentinas. Decidir hoy es pensar en el futuro. el tiempo perdido no se recupera jamás».
El documento de los mandatarios en apoyo a las nuevas restricciones
A continuación, transcripción del documento publicado por los mandatarios provinciales
Los gobernadores del Norte Grande, en reunión vía Zoom del Consejo Regional, hemos adoptado las siguientes decisiones:
-Respaldar el plan de vacunación impulsado por el gobierno nacional. Ello, a los efectos de maximizar la adquisición del número de dosis necesarias y suficientes para inmunizar a las personas que presentan factores de riesgo en cada una de nuestras provincias en el menor plazo posible. Paralelamente, consideramos prioritario potenciar la provisión de dosis para la vacunación antigripal en grupos de riesgo a los efectos de prevenir enfermedades de tipo influenza.
-Promover, impulsar y coordinar con el gobierno nacional la aplicación de medidas de restricción de circulación a los efectos de disminuir el número de contagios mediante políticas de shock a los efectos de evitar el colapso sanitario.
-Desarrollar de manera conjunta el diseño y ejecución de una plataforma digital, con implementación unificada de una aplicación individual a residentes y no residentes de nuestras provincias, que implique un pasaporte Covid-19 para controlar de manera inteligente la circulación de personas y vehículos en tiempo real.
Estas decisiones tienen que ver con un contexto de crecimiento exponencial del número de casos en toda la República Argentina.
Hoy no es tiempo de especulación política ni de consignas partidarias. La unidad nacional que tanto se declama debe ejercerse hoy.
El tiempo es hoy. Es aquí. Es ahora. No podemos dilatar la toma de decisiones, pues el dilema en estas circunstancias es administrar el número de contagios impulsado por el virus o ser administrados por la dinámica de contagios que el virus Covid- 19 propone.
Este tiempo de pandemia ha permitido visualizar una serie de fortalezas, como ser:
-Provisión de vacunas que, aunque insuficientes, debe reconocerse de manera clara y contundente, pues nuestro país es uno de los pocos en el mundo en acceder a las mismas;
-Las vacunas han demostrado alta efectividad y reducción de letalidad;
-Tenemos el personal sanitario vacunado;
-Hemos percibido la evolución de la curva de aprendizaje de nuestro personal sanitario para atender la pandemia;
-Pudimos mejorar y aumentar la capacidad instalada del sistema sanitario;
-Logramos incorporar el plasma convaleciente sanguíneo y el suero hiperinmune equino como remedios eficaces para curar a nuestros pacientes.
Pero también este tiempo de pandemia nos ha permitido visualizar nuestras debilidades, a saber:
-Una población cansada, agobiada y angustiada para enfrentar los efectos de la misma;
-Relajamiento en el acatamiento de las normas y restricciones, y escasa predisposición por parte de un sector de la población de cumplir nuevas medidas;
-Impacto económico, fiscal y social de las restricciones producto de la menor circulación de personas;
-Diferimiento de los plazos estipulados para la atención de otras patologías provocando tensión dentro del sistema sanitario.
Frente a nuestras fortalezas y debilidades podemos visualizar también un escenario de oportunidades en virtud de la cual el aumento en la provisión de mayor número de dosis permitirá cubrir nuestra población de riesgo, disminuyendo drásticamente la internación y la letalidad, logrando al mismo tiempo nuevas demandas de administración de la pandemia mediante sistemas inteligentes de monitoreo y control.
Pero todos y todas tenemos una grave amenaza: el colapso del sistema sanitario por un aumento exponencial del número de casos, para lo cual solo hay dos opciones: más vacunas y menos contagios. Y los menores contagios sí y solo sí dependen de restricciones a la circulación de personas y el cuidado de las mismas como un deber cívico y social.
En esta pandemia ser solidario implica cuidarse, pues no cuidarnos perjudica al prójimo, a nuestro vecino o vecina que arriesga su vida todos los días.
En estas circunstancias nadie se salva solo.
Pueblo y gobierno unidos, oficialismo y oposición, nación y provincias, municipios y vecinos de una comunidad debemos trabajar juntos para vencer esta pandemia.
Reconocer las autonomías de las provincias y su potestad para la toma de decisiones. Ello, en virtud de sus particularidades, constituye un imperativo categórico para evitar injerencias impropias de la cuestión sanitaria.
Cuidar la salud es salvar vidas, y salvar vidas no puede ser motivo de especulación política, electoral ni mucho menos partidaria.
Por último, sabemos muy bien que la restricción de circulación implica efectos económicos y sociales que deben repararse mediante medidas y acciones específicas en materia fiscal de parte del Estado nacional en cooperación con las provincias argentinas.
Decidir hoy es pensar en el futuro. El tiempo perdido no se recupera jamás.