El Concurso Nacional de Ideas para el Desarrollo de Viviendas y Espacios Complementarios para el Hábitat Urbano del Ex Pediátrico de Resistencia ya tiene sus ganadores. Organizada por el Colegio Profesional de Arquitectura y Urbanismo del Chaco (Cpauch), promovida por el Instituto Provincial de Desarrollo Urbano y Vivienda (Ipduv) y auspiciada por la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (Fadea) y el Instituto de Seguridad Social, Seguros y Préstamos del Chaco (Insssep), la convocatoria invitaba a los arquitectos del país a diseñar propuestas urbanas y arquitectónicas para el desarrollo de un habitar digno, que permitan además revitalizar un vacío urbano de Resistencia en un área residencial con alto potencial de desarrollo.
La intervención abarca un predio de 9.000 m2 en el que funcionó el hospital pediátrico de Resistencia y actualmente pertenece al Insssep. El gobierno provincial planifica allí la construcción de tres torres con 368 departamentos, espacios comerciales y administrativos para el Insssep. En el período de postulación se recibieron un total de 113 propuestas de entre las cuales se premiaron a 3 equipos, otorgándose además dos menciones.
El proyecto ganador dispone la restauración Ecológica y las ruinas del expediátrico, con un jardín interior, con un lugar de encuentros y eventos, a él convergen las funciones públicas, comercios, gastronomía, juegos infantiles, el Insssep y los «espacios comunes», destinados a la cultura.
Crea además la Escuela de Arte Escultórico y Oficios de Resistencia con sus talleres, aulas, microcine, áreas de exposiciones y biblioteca.
El primer premio consistente un $500 mil fue para un equipo formado por docentes y exalumnos de TSN (Taller Soler Noche), una cátedra de la Fadu UBA que dicta la materia Proyecto Urbano y Proyecto Arquitectónico (PU+PA), integrado por Edgardo López Albarellos, Fabián Montalbano y Francisco Hesayne. «Este premio es para nosotros el corolario de muchos años de trabajo en la UBA y sintetiza nuestro pensamiento acerca de la enseñanza y la práctica de la arquitectura en nuestro país», expresó López Albarellos como vocero del grupo.
Mientras que el segundo lugar con un premio de $120 mil fue para Guido Aybar Maino, y el tercer lugar, con $80.000 de premiación para Aníbal Bennato, Nicolás Caballero y Sergio Vargas.
El trabajo ganador
El proyecto se plantea como superación de los requerimientos del programa, un aporte contemporáneo a la cultura, un motor para la vida cívica; un foco que convoque al encuentro y la interacción social. Las condiciones del ecosistema de Resistencia, su suelo, las lluvias y las altas temperaturas, se han tomado como oportunidades para desarrollar un conjunto edilicio que «viva hacia adentro», generando un microclima en el pulmón de la manzana.
En efecto: el originario paisaje acuático léntico de aguas estancadas, característico de los valles de inundación, con sus meandros, cañadas y lagunas, subyace bajo su débil superficie. Hace muchos años, sobre este paisaje se instaló el Hospital Pediátrico hoy devenido en el expediátrico. Ese espacio ahora se prepara para recibir una nueva impronta: un complejo de usos mixtos.
Así, el corazón del edificio es su patio: el vacío central que prescribe la normativa es el regulador climático en el que coexisten las preexistencias, los árboles añejos, un reservorio destinado a la Restauración Ecológica y las ruinas del Ex Pediátrico. Estos sistemas, superpuestos, configuran un estanque general que retendrá el agua de lluvia por entre las huellas del hospital demolido. Lugar de encuentros y eventos, a él convergen las funciones públicas del programa, ubicadas en el basamento: Comercios, Gastronomía, Juegos infantiles, el Insssep y los «Espacios Comunes» -solicitados en la convocatoria- traducidos en lugares destinados a la cultura: se crea La Escuela de Arte Escultórico y Oficios de Resistencia con sus talleres, aulas, microcine, áreas de exposiciones y biblioteca.
Finalmente, una pantalla interactiva presidirá el centro del conjunto; en ella los estudiantes proyectarán sus trabajos, los visitantes interactuarán con sus teléfonos celulares generando obra de arte digital y será vital instrumento para las presentaciones de los artistas. En suma: se genera un nuevo ámbito público en el que podrán desarrollarse eventos de diversas características para toda la comunidad.
La propuesta arquitectónica que le da marco, atravesada por el concepto de sustentabilidad en su más amplio sentido, es coherente con el planteo: decisiones que buscan minimizar el uso de energías no renovables a partir de generar corredores de aire en múltiples direcciones; aleros que sobresalen de la línea oficial en todo el perímetro (siendo, a la vez, circulaciones de servicio y salidas alternativas de emergencia) proveen sombra a las fachadas, ventilaciones cruzadas en el basamento y en las torres de viviendas evitan el uso de equipos de aire acondicionado, un palier perimetral al núcleo circulatorio es perforado cada determinada cantidad de pisos para que, conjuntamente con las terrazas de expansión, generen un «efecto Venturi» en espiral, refrescando el interior de los edificios.
Completa la propuesta del flujo de aire el «fuelle» climático que se produce a partir de los balcones perimetrales que se cierran en sus bordes con parasoles corredizos, generando corrientes de aire pasantes que enfrían el cuerpo de las torres. Al pie de ellas, en la terraza del basamento -que tiene similar tratamiento- una sucesión de huertas restituye el verde que la pisada del edificio restó a la ciudad. Las acompañan pérgolas cubiertas con paneles solares que dotarán de energía eléctrica alternativa a todas las áreas exteriores.
Toda obra contemporánea debe poder adaptarse a los cambios, por eso la etapabilidad y la flexibilidad han sido consideradas como valores a incorporar. Es inherente a estos tópicos la modulación, habiéndose elegido la medida del ancho del frente de los lotes de Resistencia (10,00 metros) como la más pertinente para cumplir con este objetivo; su repetición en todo el edificio articula la compleja relación de escala que se produce con el contexto. En ese sentido la proximidad del hospital Perrando determinó la ubicación del Insssep sobre la calle más próxima debido al nexo que existe entre estas dos instituciones.
Por su parte, los accesos públicos del complejo se sitúan: uno, institucional, sobre la calle Lisandro de la Torre celebrando la valiosa arboleda existente y el patio del antiguo hospital pediátrico, y el otro, de carácter barrial, por avenida Acosta, por tratarse de la arteria de mayor conectividad con el resto de la ciudad.
La organización del proyecto, tanto en la ejecución de sus partes y como de la totalidad, prevé la etapabilidad de todo el conjunto sin perder la unidad.