El médico correntino Luis Cámera dialogó con «La Otra Campana», programa que se emite por LT7 Radio Corrientes. A continuación, lo más saliente de esa charla.
-¿Cuáles son las últimas novedades de esta pandemia?
-Tenemos buenas cosas para decir y cosas malas.
-Empecemos por las buenas.
-Yo creo que ya llegamos al final de este brote, de esta ola, porque la segunda semana de abril fue durísima en números de casos, tuvimos que pagar un precio muy alto de pérdida de vidas, lamentablemente. Ahora, en la cuarta semana, se está notando un pequeño quiebre, que está empezando a descender. Ahí el amigo Barrionuevo hace unos gráficos espectaculares que nos está mostrando esto. Con algunas provincias que todavía no están mejorando, a lo mejor Córdoba, Santa Fe… Pero un montón de provincias están bajando, yo creo que superamos la ola y vamos a tener un descenso. Ahora, el descenso puede ser de varias maneras, rápido, que es lo lógico que sucediese, porque se sube muy rápido, se regresa rápido o que se haga lento con una meseta y eso tiene que ver con el comportamiento de la gente. Si la gente sigue a rajatabla cuidándose y usa el barbijo, que es lo más importante, todo el tiempo y en todos los lugares, bajaría rápido y no habría una meseta, que es lo que yo temo, como nos ocurrió en diciembre. Allí, veníamos bien y pum, le dimos vitamina al virus y volvió. A lo mejor, nos podemos quedar con 10 mil a 15 mil casos de forma permanente y esto sí que sería muy duro porque nos agotaríamos psíquicamente y económicamente. Pero cabe la posibilidad que a fin de mayo estemos como fines de marzo, con una poca cantidad de virus, junio y un julio para irnos de vacaciones.
-Esa es una buena noticia.
-Es una buena noticia, pero todo depende de nosotros, no de los gobiernos. De nosotros. Cuando digo nosotros, digo de la persona común, del ciudadano. Te puedo asegurar que si metemos la pata con los cuidados, todo esto que te digo queda de lado. Y lo malo, tenemos que pagar la deuda, lamentablemente, de abril, casi 600 mil casos tuvimos en este mes que terminó. Eso te genera una mortalidad muy grande, estamos con la terapia intensiva, acá en el AMBA, muy al borde. Es posible que algunos días colapsemos o saturemos. Es posible esto. Es la primera vez que lo veo, pero también veo en los últimos tres días que el número de terapia intensiva no disminuyó, pero dejó de crecer de una manera tan alarmante y da la sensación que pueda alcanzar su techo a lo mejor mañana o pasado. Lo cual sería un techo con el agua en el borde de los labios y tenemos que andar pegando saltitos para no ahogarnos, pero me parece que cabe la posibilidad de que no nos saturemos y no caigamos en el famoso colapso. Tengo, sí, un poco de temor con la disponibilidad del oxígeno, porque aún en las ciudades más chicas como parajes, hay el coronavirus y se va a necesitar oxígeno. La cantidad de consumo de oxígeno en este mes que acaba de pasar fue una cosa histórica. Así que esperemos. Se está haciendo mucho trabajo para la disponibilidad y potencialmente cabe la posibilidad, ya se ha trazado esto, de importar oxígeno.
-El material humano es importante, también las instalaciones, pero también los insumos necesarios, desde el barbijo, alcohol en gel, como el oxígeno, que es el talón de Aquiles.
-Hay dos puntos que se complicó. Algunas drogas que se usan para terapias intensivas, son costosas, encima aumentaron los precios, así que ya se generó toda una ley para controlar esa suba. Y el otro tema es el oxígeno, porque aunque un paciente tenga que estar 24 horas en una guardia recibiendo oxígeno y con todo el tratamiento… Esto pasa todos los inviernos, te digo. Pasa que nadie lo ve, pero mientras esté atendido y reciba oxígeno, la cama te diría que pasaría a ser secundario. Lo importante es que el tipo esté con el oxígeno, dependa de los corticoides, eventualmente vitaminas, que una enfermera lo esté mirando a cada rato, eso es lo más importante. Por supuesto es importante que esté en una cama con un televisor. Pero frente a la escasez, tenemos que saber administrar psicológicamente también la escasez que podemos llegar a tener ahora por el impacto. En un mes y medio, vamos a tener los casos que tuvimos en todo el año pasado, eso es algo extraordinario.
-¿Cómo está la situación de las vacunas en el país, tanto en lo que respecta a la llegada de nuevas partidas desde el exterior como la posibilidad de comenzar a fabricarlas aquí?
-Van a venir muchas. Van a venir, por lo menos, diez (tipos de) vacunas. Algunas van a llegar acá a nivel mundial, porque imagínate que es un negocio gigantesco. En realidad habría que vacunar hipotéticamente a 7 mil millones de personas y a lo mejor vacunarse el año que viene de nuevo. Es una tortura esta pandemia. No es un detalle menor, la gente tiene que mentalizarse que el enemigo es gigantesco. Si no hubiésemos tenido nuevas variantes, no hubiésemos tenido esta ola tan tremenda. Esta ola la tenemos porque ya hoy el 70% son de esta nueva variante.
-En la Argentina, dentro de seis u ocho meses, ¿Podríamos producir la vacuna acá?
-Tal vez dentro de poco se podría estar haciendo esa vacuna Sputnik. Hasta ahora tiene elemento biológico, uno le apuesta mucho a eso. Pero a esta ola la pasamos cabalgando a pelo. Para la próxima sí, es probable que ya tengamos un buen número de gente vacunada. Puede ocurrir que la gente empiece a salir, no cumpla con los estándares de cuidado y tengamos una meseta de esta bajada prolongada. Pero si hacemos las cosas bien, el virus se va a ir bastante, en junio va a quedar poco contagio, 2 mil o 3 mil contagios, que es manejable. Y vendría otra ola, más o menos a principio de primavera, pero a esa altura ya habría mucha gente vacunada. Yo, por ejemplo, decía siempre, «Pucha, esta ola vino quince días antes. En esos quince o veinte días antes, hubo mucha gente que no se vacunó». El virus le corrió más rápido, le sacó ventaja a la vacunación. Si esta ola hubiera empezado hoy, por ejemplo, ya tendríamos mucha gente vacunada. Ya llegaron 10 millones u 11 millones de vacunas. Entonces, ya no tendríamos esta cantidad de muertos. Esta velocidad que nos hizo la ola, función también del comportamiento social, yo a veces digo estas cosas y la gente se enoja conmigo, pero bueno, yo tengo que decir mi verdad. Si nos hubiéramos portado bien durante el verano, la ola hubiera empezado un poco más tarde. Más tarde son algunos miles de personas menos.
-O tal vez lo de Semana Santa…
-No impactó tanto la Semana Santa. Se empezó a mover antes de Semana Santa. El brote nosotros lo empezamos y Corrientes empezó en diciembre, antes de las fiestas. Las fiestas lo potenciaron, pero ya empezó a moverse en diciembre. Cuando estábamos empezando a bajar, probablemente la escolaridad, el relajamiento, la gente que sentía que acá no pasó nada… Pero vos fíjate la percepción de la gente, se comportó como que da la sensación que la epidemia no le vamos a dar bolilla, ya pasó, pero en ese rebrote, ente diciembre y marzo, murieron 14 mil personas. Y la gente lo toma como un tropezón. Esto te mata.
-Hablando de fiestas, ¿Podemos tener un poco de esperanzas de que estas fiestas navideñas podamos festejar un poco más?
-Yo creo que sí, porque ya vamos a tener un buen número de gente vacunada. Vamos a tener que seguir con los cuidados, por ejemplo, el uso del barbijo. Hay tres cosas para combatir la epidemia. A ver, tengo que atacar a un país, con qué armas voy: barbijo, distanciamiento social y vacuna. Vacuna, es el gobierno nacional, nosotros no podemos hacer nada, lo que sí tenemos que hacer es poner el brazo. El que duda que tiene que poner el brazo, está mirando otro canal. El distanciamiento ya es una negociación, con la comunidad, el gobierno, el intendente local, para ver que se restringe, que no. El distanciamiento ya es una negociación entre estos dos componentes. Y el barbijo, eso lo tendríamos que usar nosotros. Es casi obligatorio el uso del barbijo. Estuve leyendo ahí a una argentina que está en Singapur, una modelo, tuvieron 60 mil casos y 2 mil muertos en toda la epidemia… Hace una vida bastante normal, pero el barbijo es obligatorio. Es lo que más te previene y ¿Por qué nosotros todavía no lo asumimos? Porque los «ologos» se equivocaron oportunamente, dijeron que era por contacto.
La Organización Mundial de la Salud, es imperdonable lo que dijo. El error de no saber cómo se transmitía el virus es imperdonable. Todavía sigue, porque tiene sus amanuenses por todos lados. Entonces, en cierto modo, no se termina de jerarquizar el contagio aéreo. Todo medio por contacto, la escuela sí o no, el subterráneo sí o no, el transporte sí o no… Pero no como yo me muevo, no estoy diciendo el barbijo es obligatorio. Esto entra por la nariz o boca, cada vez que respiro. Eso tengo que proteger. Si eso yo lo protejo a rajatabla, pasa lo que sucedía en hospitales, nos enfermamos, pero con poca gravedad y estábamos en un criadero de Covid. Sin embargo, con medidas de protección podés contenerlo en cierto modo. Esa misma idea hay que decir a la población en general. Si usamos barbijo y bien puesto, todo el tiempo, no tendríamos necesidad de hacer medidas tan restrictivas. Podemos estar un poco más libre, eso sí, hay que ponerse el barbijo.