La Armada Argentina cumple hoy 207 años. Quizás una fecha solo importante y tenida en cuenta para quien la siente o quien la vive de adentro. O tal vez para alguien que en sus años jóvenes paso por sus filas, hace algunos años atrás y tal vez se encuentra ya retirado, en la seguridad y calma del hogar y la tierra firme, pero con la experiencia y el sabor de saber que en algún momento, fue un marino, militar de la Armada y presto su servicio a la patria. O por qué no, para el Argentino que siente la Patria como un buen criollo.
Pero, ¿qué es la Armada y por qué se celebra en este día?
Allá a lo lejos, en los albores de nuestra patria y junto a tantas fechas épicas que en la escuela se enseñan y que construyen la historia de nuestro país, resulta ser que un 17 de mayo de 1814, una fuerza naval del naciente país llamado Argentina, al mando del Almirante Guillermo Brown, logra el triunfo naval en el llamado Combate de Montevideo sobre la escuadra Realista que dominaba hasta ese momento las aguas del Río de la Plata.
La victoria significó la consolidación de los principios de la Revolución de Mayo, antecediendo a esa victoria batallas como la de San Nicolás y otras.
Así pues, en conmemoración de esa facha, y por designación oficial mediante decreto 5304 del 12 de mayo de 1960 del presidente Arturo Frondizi, se instituyo el 17 de mayo como el día de la Armada Argentina, reconociendo como su padre y prócer, al Almirante Guillermo Brown, a la misma altura y significancia que el General San Martín.
Pero son fechas, solo fechas y datos que seguramente el ciudadano medio pronto olvidara.
Pero… para el marino, aquel que revista o revisto bajo sus filas en algún momento o por algunos años, sabe que la Armada no se reduce tan solo a fechas, sino a hechos. Hechos que en la gran mayoría de las veces pasan inadvertidos, son invisibles, trasparentes, desconocidos para el ciudadano común, y más aún el litoraleño que lejos esta del mar y desconoce su potencial, riqueza y dinámica.
El marino siente la Armada de una forma distinta a cualquiera, porque la siente con el corazón, con la camaradería, con el oficio del mar, con la cubierta del barco moviéndose bajo sus pies, con el sabor salado del mar golpeando su rostro en cada navegación, ya sea que este en actividad, o ya un recuerdo de un tiempo pasado. Porque en el mar se vive distinto hay cosa que nunca se olvidan.
La Armada Argentina, junto con el Ejército y la Fuerza Aérea, es una de las tres instituciones que, dependientes del Ministerio de Defensa, Se componen por cuatro ramas principales: La Flota de Mar, la Infantería de Marina, la Aviación Naval y la Fuerza de Submarinos cuya misión principal es rechazar agresiones militares externas y es el Instrumento Militar de Defensa de la Nación.
Es por definición, la Institución que tiene bajo su custodia, los elementos y medios, materiales y humanos, para la protección y salvaguarda de los intereses marítimos de la Nación.
Y bajo este concepto y misión que el Estado le asigna y confiere, todos los días, a lo largo de todo nuestro litoral marítimo, en forma programada, estructurada, disciplinada y silenciosa, los medios y hombres que componen esta Institución, efectúan un sinfín de tareas desconocidas e inimaginables para el litoraleño que vive lejos del mar.
La principal, el entrenamiento y ejercitación permanente de los medios, sus hombres y mujeres, en el arte de la navegación y la guerra o el combate en el mar.
Pero, tal vez el lector desprevenido, el sagaz, o el contestatario seguro se pregunte: Pero…, «si no hay guerra, ni hipótesis de conflicto, y somos todos buenos vecinos en estas latitudes de Sudamérica… ¿qué hace la Armada durante los 365 días del año?».
Pues… crea usted lector, cualquiera sea su pensamiento, que lejos está de ser una tarea fácil y simple de resumir.
Nuestro litoral marítimo es uno de los más extensos y gran parte del comercio de nuestro país depende del mar y sus puertos. Nuestras aguas territoriales se adentran 200 millas marinas, desde la costa hacia el Atlántico, desde la boca del río de La Plata hasta el Cabo de Hornos, conformando lo que se denomina la ZEE (Zona Economía Exclusiva).
Esa zona, vastísimamente extensa y difícilmente imaginable para quien desconoce el mar, es parte de nuestro territorio Argentino y que comprende además toda nuestra plataforma continental, que posee a la vez una fauna y riqueza ictícola inmensa que además, en 2016, fue ampliada de 200 a 350 millas (aproximadamente 648 kilómetros desde la costa hacia el mar).
Por ello, desde hace tiempo, la Armada, en forma combinada junto con la Prefectura Naval Argentina, efectúa constantemente el patrullado de esa gran extensión de mar para la custodia, vigilancia y preservación de la misma por la pesca furtiva y la depredación del lecho marino y sus riquezas, pues la pesca ilegal y la depredación marina son un flagelo que afecta a las naciones y es responsabilidad de las naciones soberanas, preservarlas, cuidarlas y protegerlas.
Y ahora que sabe usted esto, ¿sabía que la Armada cumple esa tarea a diario? ¿Y acaso cree que es la única?
La Armada, al igual que otras fuerzas, está siempre presente brindando ayuda humanitaria en casos de desastres naturales o calamidades climáticas como inundaciones.
Año tras año, y más allá de su función primaria en el mar, sus medios navales se adentran en los ríos, donde efectúa por ejemplo, la Campaña Sanitaria Fluvial, brindando asistencia sanitaria a localidades ribereñas del Paraná, en Entre Ríos, Chaco y Corrientes. Localidades como Cerrito, Lavalle, Bella Vista, Bermejo, Las Palmas, Isla Soto y otras son visitadas anualmente por unidades de la Armada.
Seguramente el litoraleño habrá escuchado alguna vez del rompehielos ARA Almirante Irizar, buque de la Armada Argentina que año tras año efectúa la Campaña Antártica, siendo pilar del sostén logístico de las bases Antárticas Argentinas y extranjeras, llevando y trayendo científicos de todas las áreas a las bases antárticas efectuando el relevo del personal allí destacados. Y es que la Argentina es de los pocos y selectos países que tiene y opera rompehielos, además de tener bases e intereses en la Antártida. ¿Lo sabía?
Y la lista de actividades y tareas diarias continúa.
La Armada efectúa el permanente cubrimiento de la guardia SAR (búsqueda y rescate) de toda y cualquier embarcación siniestrada o en emergencia de cualquier nacionalidad que navegue por aguas argentinas, mediantes el cumplimiento de protocolos internacionales homologados.
El patrullado y presencia en los mares del sur, cubriendo guardias de permanencia y control en sitios inhóspitos donde tan solo unos pocos integrantes de la Armada mantienen su presencia y hacen flamear el Pabellón Nacional. Son los Puestos de Vigilancia y Control de Tráfico Marítimo, surtos a lo largo del canal Beagle y su zona de influencia, y que mediante su presencia, mantienen el control permanente del tráfico marítimo del Atlántico al Pacífico y viceversa.
A través del Servicio de Hidrografía Naval, la Armada efectúa el mantenimiento de todas las ayudas a la navegación (faros, boyas) a lo largo de todo el litoral marítimo, además de los relevamientos permanentes para la confección de las cartas marítimas argentinas y las publicaciones de Ayudas a los Navegantes. La investigación científica del lecho y fondo marino y la fauna ictícola mediante sus buques Hidrográficos y Oceanográficos como el ARA Puerto Deseado, o el ARA Austral y otros buques auxiliares.
Y hasta la hora oficial de la República Argentina, dada por el reloj atómico ubicado en el Observatorio Naval en La Boca.
Pero las actividades de la Armada Argentina son aún más y trascienden nuestras fronteras, nuestras aguas.
La Armada colabora desde hace años en misiones de Paz y Ayuda Humanitaria a través de los Cascos Azules en lugares como Chipre y Haití, habiendo sido participe en otros teatros de operación donde bajo el Mandato de las Naciones Unidas la Armada hace su presencia y colabora en forma activa y permanente, sumándose al concierto de las naciones que velan por la paz.
La presencia y participación de buques Argentinos en operativos combinados con otras Armadas del mundo como los operativos Unitas, Fraterno, Fletex, y muchos otros alrededor del mundo, y que son operaciones de ejercitaciones combinadas cuya finalidad es la ejercitación e interoperabilidad de los medios y doctrinas, pero que son además refuerzo de la política exterior de la Nación.
Del mismo modo que lo hace la Fragata ARA Libertad, que año tras año efectúa el viaje de Instrucción alrededor del mundo con los cadetes que están próximos a recibirse, y que serán los futuros Oficiales de la Armada. A bordo, ellos rinden su tesis en el arte de la navegación y otros oficios del mar y aplican lo aprendido durante 4 años de estudio.
Pero el viaje, va más allá e implica más que eso. Pues durante cada travesía, el buque adquiere el status de «Embajadora Itinerante». Pues la Fragata libertad es «La Argentina» en los mares del mundo y a donde sea que amarre; Y allí, ante miles de ojos extranjeros, abre siempre sus puertas para ser visitada y que el mundo conozca a nuestra gente, costumbres y cultura.
Y hay más actividades, ligadas al desarrollo tecnológico, investigación científica, desarrollo e impulso a la hidrovía, etcétera.
Pero todo lo arriba descrito, sería imposible sin la formación profesional, académica y humana recibida en sus dos Institutos de formación. La Escuela Naval Militar (ESNM) y la Escuela de Suboficiales de la Armada (Essa), escuelas que año tras año se nutre e incorporan jóvenes de los 4 puntos cardinales de nuestro país, ciudadanos de las 23 provincias argentinas que al cabo de 5 o 2 años, egresan como oficiales y suboficiales, jefes, licenciados, técnicos, lideres… marinos. Hombres de mar con amor a la Patria y vocación de servicio a la Nación.
Allí se forjan e imprimen los valores primordiales para esta profesión como el deber, el patriotismo, el compañerismo, el trabajo en equipo, el valor, el coraje, el temple, la capacidad de superación y los valores éticos y morales de un hombre de bien.
Y es que la Armada no es solo el mar. La Armada son miles de argentinos de todo el país que desde hace más de 200 años, abrazan esta profesión que los lleva a explorar límites más allá de los conocidos. La Armada es un crisol de la Argentina, donde todas las tonadas de nuestro país se entremezclan y se transforman en un lenguaje único, el del marino. Lenguaje que es amalgamado por el mar y bajo un único y honorable propósito que es, la protección y preservación de la soberanía Argentina en el Mar.
Pero volviendo a las fechas, a la historia, y a los hechos… no hace mucho, tan solo 39 años atrás, en un 1982 aun presente en cada uno de nosotros, 323 marinos, héroes de toda nuestra Nación zarparon un día a cumplir con el deber a la patria. Hoy junto al Crucero ARA General Belgrano descansan bajo el mar Atlántico en su tumba de hierro, en eterna custodia y como marca indeleble de nuestros derechos sobre las Islas Malvinas.
Más cerca aún, latente todavía y como herida que duele y no cierra pero que el marino acepta pues es su trabajo, allí abajo, en ese mar Atlántico, frío e inmenso que cuesta dimensionar en toda su magnitud, 44 submarinistas, jóvenes nuevos héroes, continúan hoy, en patrulla eterna bajo la superficie del mar. Custodiándolo. Y es que ellos hacían lo que hasta ese momento el ciudadano medio desconocía. Y aunque lo hubiesen sabido, pocos, muy pocos serían capaces de hacerlo.
Y allí estaban ellos, los hombres de la Armada, entrenándose, custodiando nuestra soberanía como se dijo al principio y como premisa fundamental y primigenia de la función de la Armada. Y no lo hacían por dinero, ni por ego, ni por otra causa espuria. Lo hacían porque era su trabajo, su profesión, porque eran marinos, hombres de mar al servicio de la patria.
Por qué debemos recordar y tener presente que el ser militar no es un trabajo. Es una profesión, y es una profesión de riesgo. No es solo vestir un uniforme, es hacer y exponerse a cosas que el ciudadano medio difícilmente estaría dispuesto a hacer ni aceptar. Así lo hicieron ellos. Y así lo hacemos todos los que aún estamos en actividad, todos los días, desde diversas funciones.
Por ello, 17 de Mayo, fechas. ARA San Juan, hechos. Esa es la Armada Argentina de la cual hoy se conmemora un nuevo aniversario. Hechos y actos diarios, acciones anónimas de argentinos que dejaron la seguridad de la tierra para aventurarse en los misterios del mar y eventualmente, ofrendar la vida como máximo tributo a la Patria para la protección de nuestra soberanía marítima.
Hace 207 años, encabezada por el Almirante Brown y sus primeros marinos criollos, nacía esta profesión militar en el mar para los argentinos. Más tarde y ya con una marina profesional y formada, 323 hombres del Crucero Belgrano dieron su vida por la patria cumpliendo el lema de nuestra marina que dice «Irse a pique antes de arriar el pabellón». Más contemporáneo, reciente, y como herida abierta pero con el orgullo del deber cumplido, 44 valientes del ARA San Juan, continúan aun en navegación, en patrulla eterna de nuestro mar, simplemente por que dieron de si todo, abrazando esta profesión que es ser marino, militar de la Armada Argentina.
«Prestar atención cubrir puestos se maniobra», «Adentro la uno», «Buque zarpo», «Establecer condición Zulu», «Ejercicio Ejercicio», «Zafarrancho de abandono», «Cubrir puestos de combate»… son solo frases cortas que hacen a nuestro acervo y lenguaje naval, o que resuenan aun en la memoria del retirado. Son frases cortas que difícilmente podremos olvidar.
Son algunas de las tantas que el marino va incorporando a su lenguaje diario. «Golpe», «Atención», «Prestar atención se va a izar el pabellón, personal de cubiertas bajas se descubre y guarda silencio». «Iza», «Arria». Es el momento sublime cuando el pabellón celeste y blanco es izado o arriado y, parado en firme y haciendo el saludo militar, le rendimos honores y recordamos nuestro juramento a la bandera. Imposible olvidarse.
Para todos ellos, retirados y en actividad, y los que día a día, desde todos los puestos, barcos, aviones, bases, oficinas, talleres, y destacamentos, operan y mantienen los medios navales para cumplir nuestra función de Custodiar nuestro mar.
«Feliz día de la Armada Argentina».
Roberto Ramón GROSO
Suboficial Primero Furriel
Encargado de Protocolo y Ceremonial
Delegación Naval Corrientes