Alberto Fernández puntualizó que la decisión de suspender la exportación de carnes se debió a que hubo un “desmadre producto de la total apertura” al sector durante el gobierno anterior. Al mismo tiempo que no descartó la posibilidad de establecer cupos para abastecer el mercado interno o aumentar las retenciones en caso de que la suspensión a las ventas al exterior no funcione.
“No podemos ver cómo crece el precio de la carne sin ningún justificativo”, puntualizó el jefe de Estado al tiempo que calificó de “muy correcta y en buen tono” a la reunión que mantuvo con los exportadores, a los que les informó de la decisión anunciada anoche.
“Ellos entienden el problema, no les gustan las soluciones. Pero les dije: ‘ayuden a poner orden en el precio interno y abrimos las exportaciones’”, recalcó Fernández durante una entrevista con Radio10 en la que explicó los motivos de la medida para frenar el incremento de los precios internos en el sector cárnico.
Según el mandatario, “el tema de la carne se desmadró” luego de que el gobierno de Mauricio Macri decidió darle una “total apertura al sector” tras “el boom de China” como uno de los grandes compradores de carne argentina.
Fernández afirmó que desde el Gobierno “no podemos ver como crece el precio de la carne sin ningún justificativo. Lo más llamativo es que crece el precio y baja el consumo. No es que el precio no sube porque la demanda crece, y hay menos carne para repartir. No. La demanda baja y crecen los precios sin parar”.
Por eso, continuó, a este problema “lo tenemos que corregir”. Una de las medidas que se tomarán será “poner orden en el Mercado de Liniers”, porque algunos exportadores compran allí carnes para vender al exterior. “No es posible que ahí se venda carne para exportación” porque “prevalece ese precio que es alto” y “tergiversa todos los precios del mercado interno”, aclaró.