El pasado domingo, un grupo de personas, que se denominan Padres Organizados, realizó la segunda caravana de vehículos por Resistencia, en demanda del regreso de la presencialidad en el sistema educativo, tal como lo hicieron la semana pasada y como sucede en diferentes puntos del país. La protesta se dio, además, tras la decisión del gobierno provincial de prorrogar hasta el 9 próximo la suspensión de las clases presenciales, en el marco de la extensión de las medidas de restricción por la pandemia de coronavirus.
Fueron los mismos docentes, a través del Frente Gremial, que agrupa a los sindicatos mayoritarios de la provincia como Atech, Federación Sitech y Utre-Ctera, los que demandaron la suspensión de las clases presenciales el pasado jueves 20 de mayo, «ante la gravedad de la situación sanitaria desatada por el crecimiento exponencial de contagios de Covid-19» y teniendo en cuenta además que aún resta por vacunar gran cantidad de docentes.
«Pretendemos que los chicos vuelvan las clases presenciales. En patios, galerías, plazas, etcétera, con los protocolos y cuidados necesarios. Que no termine el año sin que hayan vuelto. Defendemos el derecho humano de todos los niños y jóvenes a educarse», dice la información de la fanpage de Facebook de Padres Organizados, que tiene el seguimiento de cerca de 400 usuarios de la red social.
Ante esta postura, LA VOZ DEL CHACO consultó con el secretario general de Utre-Ctera, Carlos Cuevas, quien sostuvo: «e parece desacertada una movilización de padres pidiendo la presencialidad en las escuelas, o estas personas no tienen hijos, o parece que quieren exponer a sus hijos a una pandemia, un virus, y no lo digo yo, lo dicen los biólogos, los infectólogos: la presencialidad en las escuelas aumenta el contagio sea por la movilidad, por la logística que significa dar clases en las escuelas, sobre todo en secundario, donde los profesores deambulan de una escuela a otra, porque andan todo el día, y esto genera una movilidad, un ola de contagios que son los datos que dejaron estos meses de presencialidad».
Transfondo partidario
Más adelante, Cuevas consideró que «esta movilización de padres preocupados por la educación que se movilizan pidiendo presencialidad, ya lo venían haciendo cuando teníamos presencialidad en las escuelas, yo no sé si ellos estaban viviendo otra cosa, pero nosotros estábamos en las escuelas y ellos se movilizaban pidiendo presencialidad», recordó la marcha del pasado 14 de mayo cuando todavía no se implementaron las últimas restricciones.
Por esto consideró que «es una movida política partidaria, sabiendo que es un año electoral y buscando como lo hacen en la ciudad de Buenos Aires, cada vez que hay un decreto, grupos de gente que no cree en el Covid, que cree que la tierra es plana, gente pidiendo cosas rarísimas, esto ya me parece una locura».
«Así que creo que lo primero es tener salud, sin salud no podemos hacer nada, un año escolar se puede recuperar, y si se tiene que repetir, a veces es mejor eso, que perder la vida. Es una locura pensar que alguien puede estar a favor», aseguró.
El dirigente gremial también dimensionó: «Si uno es docente y sabe lo que ocurre en las escuelas, alrededor de las escuelas, cómo venía ocurriendo cuando teníamos clases presenciales antes de la suspensión, el amontonamiento de papás y mamás en las puertas y esto ocurría en todos lados». «Y dentro de las escuelas, las burbujas son una fantasía, no existen, son grupos que se van mezclando uno con otros», reconoció.
Por esto recordó que «el protocolo dice que no se puede tener clases y lo firmaron todos los ministros de Educación de la Nación y el Consejo Federal, hay ciertos valores que se pueden tener en cuenta, pero hay otros casos, como los que están ocurriendo en nuestra ciudad, en nuestra provincia, que se tienen que suspender las clases presenciales», respaldó la decisión tomada por el gobierno provincial y nacional.
«Así que me parece una locura lo que están demandando y creo que está más dirigido a la cuestión partidaria, a buscar mecanismos para llamar la atención y provocar, como nos ocurrió en estos últimos tiempos en nuestras medidas de fuerzas, donde aparecían grupos que no eran de docentes, que apuntaban a seguir rompiendo el esquema, no les importaba la demanda salarial, sino el conflicto, y eso es lo mismo», comparó.
Más tranquilos
Por otro, Cuevas reconoció que «los compañeros y compañeras están mejor con la virtualidad, por ejemplo una colega que vive en Barberán da clases en Fontana y en la Escuela Normal, tenía que ir de la escuela donde dictaba las clases presenciales a su casa para las clases virtuales y repetir lo mismo en la otra escuela, donde rápido volvieron de nuevo a la virtualidad, porque se contagiaron, se rompieron todas las burbujas».
«Es decir, el docente era como una bomba de tiempo, en cualquier momento podía tener Covid, y ahora por lo menos están más tranquilos», destacó.
«La virtualidad hace organizarte de la mejor manera, pero cuando tenés dos lugares distintos para cumplir, que la misma clase tenés que dar una parte presencial y otra virtual, es una locura», finalizó.