El pasado 5 de mayo, tras 10 años de numerosas diligencias y presentaciones judiciales, finalmente la justicia levantó el «bloque» que había dispuesto para que los bienes de Manuel Roseo queden definitivamente a disposición de sus herederos.
Pero días después, el 17 de mayo, tras la presentación de un nuevo recurso, nuevamente se ordenó bloquear la libre disponibilidad de las 250 mil hectáreas de La Fidelidad.
Esto fue porque la jueza Selva Sandra Elizabeth Gaynecotche hizo lugar a una medida cautelar de no innovar presentada Paola Di Priamo, una sobrina de Roseo que vive en Italia.
Así puede leerse en el portal web del Superior Tribunal de Justicia (STJ) del Chaco, en la Lista de Despacho publicada el 18 de mayo, de donde surge que la jueza Gaynecotche mantuvo una audiencia mediante videollamada con Di Priamo, de la que también participó una traductora.
Luego de ello la magistrada hizo lugar a la petición de Di Priamo e hizo lugar a la cautelar mientras se resuelve la cuestión de fondo.
El caso
Se recuerda que, el 13 de enero de 2011, una banda de forajidos torturó y asesinó a Nélida Bartolomé y a Manuel Roseo, en Juan José Castelli, con intenciones de apoderarse de sus bienes. Algunos de los autores fueron detenidos, enjuiciados y condenados, «pero los autores intelectuales nunca fueron expuestos, ni identificados».
«Infinitas trabas y maniobras demoraron reconocer legalmente a los verdaderos herederos: los hijos de Manuel Roseo. Fueron necesarios cinco estudios de ADN para que se digne a declarar que Lucía y Emanuel son los hijos y únicos herederos de Manuel», rememoró el abogado Carlos Del Corro, oportunamente.