De cada 100 niños que mueren en el mundo por razones prevenibles, unos 45 menores fallecieron por desnutrición.
Una realidad chocante y contra la cual científicas en nutrición como Shakuntala Haraksingh Thilsted intentan promover cambios en las políticas alimentarias de los países como es la inclusión del pescado como fuente importante de nutrientes en la infancia.
Su investigación y sus propuestas para cambiar las políticas públicas de organismos internacionales y diversos países africanos y La India, la han hecho merecedora de la última versión del premio de la Fundación del Premio Mundial de Alimentos.
Con indicios que recogió en su diálogo con las mujeres en las comunidades y que luego verificó en el laboratorio, la científica pudo determinar que una dieta rica en pescados pequeños aporta los suficientes nutrientes para la buena salud de los niños, en especial antes de los 2 años.
Es el caso de una especie pequeña como la Mola, la cual no mide más de 20 centímetros, pero es rica en vitamina A con la cual se fortalece la visión y el sistema inmunitario ante las enfermedades.
Un conocimiento ancestral de las abuelas que fue recogido por la investigadora quien se ha propuesto que el pescado se incluya en las políticas públicas para combatir la desnutrición.
Desde el mundo fitness también se mira con agrado a la dieta acuática y en especial a los peces pequeños por su alto contenido de minerales esenciales.
“Ante un déficit de calcio en el organismo, que nos traería problemas en huesos y dientes, los pescados pequeños y con espinas como las sardinas, son una fuente importante para recargar nuestras reservas. El pescado es un alimento con un valor nutricional similar a la carne y aporta entre el 18% y 20% de proteínas, además que es rico en fósforo y yodo”, explica Gabriel Fernández del portal web GUIADESUPLEMENTOS.
La historia de Thilsted no solo abarca laboratorios y conferencias internacionales, sino que también incluye proyectos de piscigranjas en Bangladesh para que las propias mujeres críen el alimento que sacará de la desnutrición a sus menores hijos.
Con el apoyo del instituto internacional de investigación WorldFish, para la cual trabaja la científica, las mujeres aprenden a cultivar especies como la mola y las carpas debido a su probado aporte a la lucha contra este problema de salud pública.
También ha desarrollado proyectos para crear derivados de estas especies como los polvos nutricionales (micronutrientes), los chutneys (tipo de condimento) y las obleas (wafers), para que el aporte nutricional nunca falte en la mesa de los menores.
Gracias a su investigación, WorldFish ha promovido estas iniciativas contra la hambruna en países como Camboya, India, Myanmar, Nepal, Malawi, Sierra Leona y Zambia.
Thilsted nació en Trinidad y Tobago, pero se mudó a Dinamarca donde obtuvo el doctorado en la Real Universidad Veterinaria y Agrícola. Se mudó a Bangladesh para trabajar en el Centro Internacional para la Investigación de Enfermedades Diarreicas, que trataba a más de 6.000 niños desnutridos todos los años.
Un trabajo que sirvió para profundizar en el problema, proponer soluciones y así evitar que menos niños mueran por esta causa.