Como esas películas donde los presos van haciendo un trabajo hormiga para escapar de la cárcel, en Sáenz Peña fue descubierto un boquete que iba a ser utilizado para una evasión masiva.
EL DESCUBRIMIENTO
El sábado se realizó una requisa y contralor de celdas y detenidos en la comisaría Tercera de esta ciudad, contando con la colaboración de personal de División Bomberos, efectivos de la División Infantería y del médico policial en turno.
Para sorpresa de los agentes que realizaban la requisa de las celdas, se constató que en el calabozo grande los presos habían realizado un orificio en la pared de 59 por 20 centímetros. La mencionada pared está construida de ladrillo cerámico y se encontraron partes de escombros escondidos en el interior de un balde, en cuyo calabozo estaban alojados 12 internos por distintos delitos.
Asimismo, se detectó que para hacer el boquete usaron el pasador de hierro del portón de reja de ingreso a ese lugar. Además, se encontraron escombros en el interior de dos inodoros pertenecientes al calabozo y desprendimiento y quema de cables de instalación eléctrica. Intervino la División Criminalística.
RECONSTRUCCIÓN
En ese contexto, publicó el portal Periodismo 365, las autoridades policiales retiraron a los reclusos hacia un patio interno de la unidad, mientras los albañiles procedían a la reparación de las celdas dañadas, trabajo realizado por personal del Departamento Logística contando con la colaboración del Cuerpo de Operaciones Motorizadas (COM).
Aproximadamente a las 20 finalizaron los trabajos de reparación y refacción de calabozos, volviendo todo a la normalidad en la unidad, sin que se registren evadidos.