Por el ministro de Producción, Industria y Empleo, Sebastián Lifton
En los últimos días observamos expresiones sosteniendo que el Chaco no tiene industrias, incluso esa afirmación la realizó también un diputado de la oposición.
Es realmente lamentable que entre chicanas políticas de campaña desconozcan o nieguen la existencia de empresas del sector industrial que no sólo han contribuido a sostener la economía chaqueña en los peores momentos de pandemia junto a los sectores agropecuarios y forestal, sino que también iniciaron nuevos procesos de inversión importantes incluso en el marco de la fuerte incertidumbre internacional que aún está vigente a pesar de los procesos de vacunación.
La clase política no debería desconocerlos o negar su existencia. La clase política debería no solo reconocerles que asumen riesgos y continúan sus procesos de inversión y generación de empleo, deberían además aportar ideas para fortalecerlos. Pero para ello es necesario que den el primer paso: reconozcan que existen.
Afirmar que no existen industrias en el Chaco o que no se genera empleo es desconocer la gran inversión que realizó un joven chaqueño para montar durante 2020 una fábrica de barbijos y camisolines para uso médico con la mayor certificación internacional y que aún continúa expandiéndose dentro de uno de los dos parques industriales que tiene Barranqueras y que fueron creados bajo las anteriores gestiones de Jorge Capitanich. Fábrica que toda provincia argentina hubiera querido tener en este contexto.
Es también desconocer que la firma Cañuelas produce a nivel industrial en Resistencia y con trigo de productores chaqueños, gran parte de las harinas de marcas reconocidas que distribuye en el Norte Argentino. O el complejo industrial Puerto Las Palmas en producción e industrialización de arroz, pacú y alimento para mascotas, que además se encuentra incorporando nuevas tecnologías actualmente. O el complejo porcino de General Vedia en constante expansión e innovación y que próximamente comenzará a exportar. O las nuevas inversiones que realizó la firma Oryza en la industrialización de arroz tanto en La Leonesa como en Puerto Eva Perón. O la ampliación de Santana Textil que ya ha concretado la primera de las etapas anunciadas junto al presidente Alberto Fernández, y que lo posiciona hoy como una de las principales textiles y fabricante de tela de denim de Argentina. O la ampliación de la hilandería de Alal en Villa Angela incorporando tecnología, nuevas líneas de producción e incluso nuevos productos para el mercado. O la reactivación de Citertex, hilandería de Saenz Peña que había cerrado sus puertas en la crisis industrial de 2017/2018. O la planta de confección de ropa interior, ropa deportiva y jeans de Charata que hace pocos días sufrió un incendio que la encontró en pleno proceso de expansión. O la planta de insumos hospitalarios a base de algodón de Las Breñas también enmarcada en un proceso continuo de expansión. O las cuatro principales fábricas de colchones y sommier que son un orgullo para todos los chaqueños con marcas reconocidas a nivel nacional. O la planta de bicicletas de López Hermanos que se ha posicionado entre las dos o tres firmas principales del país y que proyectan nuevas inversiones en procesos de electromovilidad amigables con el ambiente. O Globant, multinacional que genera software desde el Chaco para el mundo apostando a los talentos de jóvenes de nuestra provincia.
Es también desconocer a los miembros de la Cámara de Frigoríficos del Chaco, algunos de los cuales han encarado procesos de inversión también entre 2020 y 2021. O el proceso de inversión de Insuga que está ejecutando actualmente y culminará hacia fin de año incorporando dos nuevas plantas industriales con dos nuevos productos a través del procesamiento que realiza de los subproductos industriales de los frigoríficos locales. O todas las fábricas de bolsas, envases y cajas que existen en Chaco. O las inversiones que realizó vidrios Contacto incorporando nueva tecnología y ampliando capacidad instalada. O las nuevas inversiones que acaban de realizar dos de las fábricas de tanques de agua más importantes incorporando procesos de triple impacto y desarrollando nuevos productos en sus líneas como mangueras y caños de PVC. O desconocer la capacidad de innovación de Bioenergy en Fontana con la fabricación de bienes de capital para producción de biocombustibles. O la nueva planta industrial de Palacios en la expansión del área industrial de Fontana y que permite que el Chaco cuente con producción local de estructuras de alma llena.
Es también negar la existencia de las nuevas plantas de biomasa instaladas por Unitán e Indunor con el autoabastecimiento de energía y que fueran inauguradas por Jorge Capitanich y Alberto Fernandez. Es también negar la existencia de cientos de carpinterías y aserraderos siendo la actividad principal en localidades como Machagai, Plaza y Quitilipi. Es también desconocer las fábricas de muebles líderes en tecnología, diseño y procesos para el Norte del País, instaladas algunas en Sáenz Peña y en Castelli. O la planta de fabricación de guitarras que es orgullo de los habitantes de Villa Berthet. O el desarrollo que ha tenido el sector apícola incorporando procesos industriales en diferentes localidades lo que permite contar con productos envasados para consumidor final. O las fábricas de pastas frescas y la fábrica de pastas secas que recuperó nivel de actividad en Sáenz Peña. O la usina láctea de Villa Ángela que se reactivó en 2020 y actualmente procesa más de 17 variedades de productos con proyecciones a seguir creciendo. O el frigorífico caprino de Pampa del Infierno que retomó senda de exportaciones nuevamente en 2020. O las fábricas de gaseosas y jugos. O la fábrica de harina de arroz.
No olvidar el parque de desmotadoras y plantas de deslintado de semillas entre los primeros procesos de industrialización textil, incluso con nuevas inversiones como la planta recientemente instalada en Pampa del Infierno y que próximamente dicha localidad contará con una segunda planta de similares características. O la planta de Gensus en Avia Terai.
Tambíen es negar la existencia de Green Oil en San Martín que acaba de desarrollar nuevos productos innovadores en materia de productos para nutrición animal. O la planta de alimentos pelletizados y aceites instalándose en Plaza. O la planta de Tourn y Tourn de origen santafecino en pleno proceso de construcción en Gancedo también vinculada a la fabricación de alimentos para nutrición animal con capacidad exportadora. O la planta de procesamiento de aceites comestibles en proceso de instalación en Fontana. O las innumerables fábricas de aberturas de aluminio. O la fábrica de pinturas de Margarita Belén. O las plantas de pre-moldeados. O la fábrica de ladrillos cerámicos que acaba de incorporar gas natural a sus procesos aumentando productividad. O la firma Retak que desembarcó en Chaco éste año asumiendo las operaciones de la planta de ladrillos de hormigón celular optimizando procesos, incrementando producción y personal.
Y podría seguir con más y más páginas mencionando pymes industriales chaqueñas. Pero me limito a algunos ejemplos nada más. Y sin mencionar montos de inversión. Prefiero que vayan y se lo pregunten a cada uno, así de esa manera conocen las fábricas.
No hay relato, el sector industrial existe y es fuerte.
Junto al sector privado hicimos mucho, y por supuesto que aún resta mucho por hacer. Por ello trabajamos día a día en generar instrumentos de políticas públicas que promuevan mayor desarrollo de las diferentes cadenas de valor. Y lo hacemos porque confiamos en la capacidad de las pymes industriales y los trabajadores.
Desde ya quedo a disposición de cualquier candidato para llevarlo o acompañarlo a conocer éstos casos que mencioné o algunos otros que deseen. Es importante que No los desconozcan, los industriales chaqueños han realizado un esfuerzo enorme durante la pandemia tanto para sostenerse como para continuar creciendo. Al igual que lo hizo toda la sociedad chaqueña.