Por esas cosas que pocos entienden, pero que reafirma la desconfianza en la Justicia, un presunto delincuente fue liberado por alguien y provocó temor en la familia víctima de un violento asalto.
Seguramente con un respaldo legal o vaya uno a saber por qué razón, Nicolás Aníbal A. (21) y empleado de la Dirección de Limpieza de la Municipalidad de Resistencia, recuperó la libertad a las pocas horas de ser detenido por el conocido caso del robo en una casa del barrio Ato Sabín. El otro detenido fue identificado como Agustín Jonathan B. (27).
RAZONES MISTERIOSAS
Si bien en esa oportunidad tomó intervención la fiscala Vanesa Fonteina, no se pudo determinar si ella o algún juez permitió que el muchacho no quede preso mucho tiempo, más allá de estar muy comprometido con la situación, al punto de ser perseguido por los efectivos, quienes luego lo redujeron al estar en su casa y con varios de los elementos robados.
Al parecer, para la Justicia no fue suficiente evidencia y no solo permitieron que regrese a las calles, sino que la familia víctima del asalto debió pedir custodia policial ante posibles represalias de este sujeto y de la mujer que participó del robo, quien fue detenida ayer a la mañana (ver nota aparte).
Más allá de la legalidad y el derecho que toda persona tiene, siempre en el principio que es inocente hasta que se demuestre lo contrario, llama la atención la velocidad en la decisión judicial para liberar a este joven, quien además tendría antecedentes y hasta un reciente paso por una prisión.
EL HECHO
Fue el pasado 10. Dos hombres y una mujer ingresaron a una casa del barrio Alto Sabín y se llevaron una importante suma de dinero. Los dos ciudadanos fueron detenidos horas después.
Uno de los sujetos sería empleado de la Dirección de Limpieza de la Municipalidad de Resistencia, a quien debieron sacar a la fuerza del domicilio donde se atrincheró.
EVIDENCIAS
Los detenidos fueron vistos en Sargento Cabral al 170 aproximadamente, en cercanías al domicilio de uno de ellos, rápidamente los agentes demoraron a uno de ellos (27) y el restante (21) ingresó a su domicilio, desde donde manifestó intenciones de no salir, por lo que personal del Cuerpo de Operaciones Especiales (COE) debió extraerlo a la fuerza.
Dentro de la casa hallaron un teléfono Samsung S9 (de la víctima), un Motorola, dos cascos, una motocicleta Honda Biz 125, una Suzuki de 150 cilindradas, la suma de $7.200, dos camisas mangas largas, una campera y en carácter de secuestro impostergable, un televisor 50 pulgadas, una Play Station, una luz de emergencia y un carro de transporte de palos de golf.