El gobernador Jorge Capitanich encabezó ayer el acto de apertura de sobres de licitación de la obra de alcantarillado del canal Río Muerto-Línea Paraná de los Bajos Submeridionales, en la zona de San Bernardo.
«Esto forma parte de una política hídrica que incluye desarrollo productivo ganadero con sostenibilidad ambiental», destacó el mandatario.
El acto de apertura se realizó en el salón Obligado de Casa de Gobierno y contó con la presencia del presidente de la Administración Provincial del Agua (APA), Daniel Pegoraro; y el director de Licitaciones y Certificaciones de ese organismo, Enzo Medeot.
El proyecto forma parte del plan director del proceso de revitalización de los bajos submeridionales que la provincia articula junto a Santa Fe y Santiago del Estero para dar una solución definitiva a una problemática que se arrastra, al menos desde hace 50 años, y que afecta a esta vasta región del país.
El Chaco cuenta con 12 mil kilómetros cuadrados de superficie enmarcada en ese sistema hídrico de tierras bajas y anegadizas.
En el caso concreto de San Bernardo, la obra beneficiará a una población de 23 mil habitantes y saneará una superficie neta de 8.750 hectáreas rurales de producción agrícola.
El proyecto demanda una inversión aproximada de $77 millones y generará unos 25 puestos de trabajo.
Las tareas implican el retiro de diez alcantarillas existentes y nueva construcción, además de los desagües correspondientes. Las intervenciones en las alcantarillas -que ya llevan más de 40 años de antigüedad- beneficiarán también a La Tigra, La Clotilde y Villa Ángela.
«Es un canal muy importante en el dorsal agrícola que brinda un servicio a toda la zona productiva oeste de la ruta nacional 95 y zonas de influencia», indicó Capitanich.
Excesos de precipitaciones y alcantarillas antiguas
El área, denominada bajos submeridionales, ha recibido intensos eventos de precipitaciones que provocaron extensas inundaciones rurales.
La ausencia de una red de escurrimiento natural en la cuenca promovió la construcción de canales de saneamiento -considerados como red secundaria del sistema- que a la fecha se encuentra con importantes deterioros haciendo que el escurrimiento sea lento.
Esta combinación de condición geomorfológica e hidrológica produce, tal como se pudo ver en los eventos de marzo de 2019 y febrero de 2020, importantes volúmenes de excesos en superficie, y al no haber una red integrada de escurrimiento se generan importantes anegamientos por tiempos prolongados, provocando pérdidas en la producción agrícola del área.
Esta situación pone en evidencia la vulnerabilidad de la trama de canales de saneamiento, por lo que para darle solución a esta situación es necesario el reemplazo de un importante número de alcantarillas, sobre todo en los canales de la red secundaria y terciaria, detalló ayer un parte de prensa oficial.
El sistema hídrico de los bajos submeridionales abarca el territorio de las provincias de Santiago del Estero (24,95% del total de la superficie), el Chaco (23,57%) y Santa Fe (51,38% ).
La región es una gran planicie que tiene una marcada pendiente de noroeste a sudeste que aporta sus aguas a través de un sistema de lagunas a los arroyos Golondrinas-Calchaquí y finaliza en el río Salado. Los suelos son arcillo-limosos, de difícil infiltración, con bajos que se colmatan con las lluvias.
En las últimas décadas se ha construido en la zona un sistema de canales (el sistema Línea Paraná y el Calchaquí-Golondrinas) que vinculan bajos y lagunas, con el objeto de disminuir los tiempos de anegamiento.