A horas de presentar en vivo su primer disco, el cantautor chaqueño, Lalo Aguilar dialogó con LA VOZ DEL CHACO sobre el viaje que emprendió hace más de 15 años en el camino de la música, en el que fue llenando su «Mochila» de experiencias que se volvieron canciones, y que finalmente decidió plasmarlas en un estudio, para soltarlas al mundo y dejar de cargarlas en la espalda, y sean ahora ellas las que lo transporten en esta nueva aventura.
Lalo Aguilar (33) nació en Resistencia y actualmente vive en Colonia Benítez, donde abre las puertas de su casa «La Imperfecta» para recibir al público y otros músicos de distintas latitudes. Forma parte de una troupe de jóvenes artistas chaqueños que apuestan a ser profetas en su tierra.
Como solista lleva años recorriendo los escenarios locales y tejiendo redes y amistades con sus pares, que le permitió contar con aportes y participación de grandes referentes de la música no solo local, sino también internacional como Ana Prada y Martín Buscaglia, que asegura embellecieron el disco con sus aportes y arreglos. Pandemia de por medio, y después de un mucho trabajo y profesionalismo, Lalo ofrece el resultado de todo su bagaje musical acompañado por Los que Madrugan cantando: «No me pregunten más, mejor escuchen la canción, ella no miente como yo».
el inicio del viaje
«Hago canciones desde los 15 años cuando me encontré con eso una noche, y sin saber tocar ningún instrumento, un día surgió una canción y me di cuenta que me interesaba, así que comencé a aprender guitarra y seguí haciendo canciones», repasó Lalo su punto de partida como una pequeña carta de presentación.
«Armé mi primer banda a los 16, que se llamaba Un Seis, con la que hacíamos canciones propias, después me fui a vivir a Córdoba 5 años, dónde forme otra banda de canciones folclóricas que se llama de 3 a 7, en 2010 vuelvo a Resistencia y formo Astronave un grupo de rock alternativo en el que aporté varias canciones y grabamos un álbum en el 2013 que se llamaba Veda Mundial, la banda sigue pero yo me fui en 2014 para arrancar mi carrera solitas, saliendo a tocar, hasta que en 2019 comienzo a grabar este álbum que salió en julio de 2020», dijo y se puede escuchar en plataformas digitales como Youtube y Spotify.
Soltar «la mochila»
Lalo reconoce que se tomó el tiempo para dar este gran paso de entrar a un estudio de grabación: «Si bien se tardó mucho también pienso que fue el momento indicado por muchos factores, muchas de estas canciones tienen hasta 15 años desde que fueron creadas, otras son bastante más nuevas, pero son 15 años de composiciones resumidas en 10 canciones, y creo que esperaba el momento justo, porque gracias a eso tuve la suerte de poder tener un montón de gente invitada, muy talentosa, que hicieron conmigo el disco, creo que se dio como se tenía que dar».
«Lo fui postergando, esperando que aparezcan otras cancines y cuando me di cuenta que tenía esta mochila de canciones, en todos los sentidos, que la venía acompañando por todos lados entonces me decidí y grabarla y empieza otra etapa», aseveró.
«Lanzar estas canciones al mundo es como sacarme el peso de esta mochila, para empezar a llenarla de nuevas historias», explicó Lalo. Son diez canciones «a las cuales les tengo mucho cariño», reconoció.
«Mochila» fue grabado en Resistencia, en el Estudio Güe bajo la dirección artística de Esteban Peón y contó con la participación de destacados artistas, como los uruguayos Ana Prada en el tema «Nube»- y Martín Buscaglia en «Alguien me dijo»-.
El lanzamiento del disco llegó tras una etapa de presentación de singles que comenzó en octubre de 2020 con el primer tema «Tortugas».
En todas las canciones colaboraron músicos que las embellecieron como Esteban Peón (percusión, programaciones y bajo); Luis Piedrabuena (bajo); Ana Prada, Martín Buscaglia y Mauro Siri (voces); Patricio Hermosilla (guitarra, requinto y ukelele); Luciano Maro (bajo y contrabajo); Diego Cubilla (piano y teclados); Mauro Bonamino (acordeón); Uli Gómez, Bruno González y Alito Fernández (percusión); Juan Castro (teclados); Emiliano Khayat (piano y acordeón); Pablo Ibáñez (bajo) y César Dellamea (guitarra eléctrica).
La pandemia y
la virtualidad
Gran parte de todo este proceso fue en medio de la pandemia, por lo que hubo una gran apuesta a la virtualidad. «Fue muy intenso lo virtual, lo que más se desarrolló en este último tiempo, justo coincidió con este momento que se pensaba largar el disco, así que toda la campaña de promoción del álbum, de cada canción, todo fue totalmente virtual.
Fue un aprendizaje también, fue un curso intensivo en el que tuve que aprender si o si un montón de cosas. Un poco me divertí, otro me cansé, por suerte ahora podemos salir a tocar, algo que extraño mucho y va a empezar a pasar más seguido», anticipó.
Al tiempo que destacó: «Fue lindo, intenso, se trabajó muchísimo, largamos canciones, discos, muchos videos se trabajó un montón y por suerte se generó mucho contenido», es todo este material al que se puede acceder a través de sus redes sociales Lalo Aguilar Canciones en Facebook e Instagram.
«En la pandemia hicimos tres vivos desde casa, y fue darse cuenta que la gente estaba ahí y que también tenía ganas de escuchar música, hubo mucha interacción, mucha gente nueva que comenzó a escuchar mi música y eso es importante porque por primera vez hay un disco mío en todas las plataformas, y empezó a llegar a un montón de gente que no me conocía y obviamente hay que trabajarlo con las redes sociales, que es lo que estamos haciendo para darle un poco más de empuje al álbum, que nos gusta mucho como quedó», comentó.
Lalo señaló que, si bien la pandemia y la virtualidad restringió el contacto más directo con el público, también abrió nuevas puertas: «Creo que toda esta época fue una oportunidad, porque más o menos equiparó las posibilidades, obviamente en Buenos Aires pasan un montón de cosas, hay un montón de recitales, siempre pasó eso. Pero lo virtual parece que equiparó a todos, y si se hace una buena campaña desde donde quieras que estés, hacés un buen disco, tiene muchas posibilidades de ser escuchado igual».
«Hoy en día con las herramientas que te ofrecen la plataforma te das cuenta que te escuchan en lugares insólitos que no sabes como sucede, pero llegó ahí, alguien le mostró a otro y así, entonces la música va para todos lados y uno con esas herramientas saben en qué lugar lo escuchan y bueno hay que ir atrás de eso», comentó.
«En lo posible viajar y llevar las canciones otros lugares ayuda, en ese sentido hay ventajas en el gran Buenos Aires o en los grandes centros urbanos, pero acá mismo, creo que tenemos que mirar las posibilidades que tenemos, en Resistencia están habiendo muchos lugares para tocar, lo mismo en Corrientes y otras ciudades cercanas, creo que tampoco hay que estar mirando si se puede ir a tocar a otros lados tan lejos, hay que hacerse un circuito cercano y tratar de explotarlo también», explicó.