Mientras las niñas siguen con tratamiento psicológico por la vejaciones a las que fueron sometidas, los abusadores ya comparten aula con ellas pese a que la institución había dicho que terminarían el ciclo escolar de forma virtual.
Hace semanas el colegio católico Roque González de Posadas, Misiones, fue el escenario de graves situaciones. Un grupo de seis adolescentes comenzaron a abusar, maltratan y violentar a sus compañeras. Esto llevó a que el 1 de noviembre un grupo de estudiantes mujeres de 14 años realicen una sentada en el recreo para visibilizar una situación que las traumaba desde hacía varios meses.
Los abusadores son menores, pero cometieron todo tipo de aberraciones, acorralaron a una compañera en el baño y la vejaron, las filmaban por debajo de las polleras, las sometían a todo tipo de tocamientos y en sus mensajes de whatapp, intercambiaban ideas de como someterlas y humillarlas. “Amigo, la raptamos a L. y listo. Nos la follamos. La atamos y mientras les pegamos. Le azotamos la cola. Las dejamos a todas rojas. Llevamos cualquier tipo de máquina para torturar”, decía uno de los repudiables mensajes.
Si bien los chicos involucrados no recibieron sanciones penales, las familias de las damnificadas exigieron al colegio que tome medidas severas a fin de proteger la integridad de las nenas. Pese a esto, las autoridades del colegio Roque González, decidieron que solamente les modificarían la modalidad de las clases, haciendo que los varones cursen de forma virtual, para que las menores abusadas no tengan contacto con sus abusadores.
Ahora, el panorama es, cuando menos, peor. Los abusadores no sólo no han recibido sanciones sino que la Justicia en una clara medida sin perspectiva de género les permitió regresar a las aulas, decisión que fue admitida por el colegio, en tanto las chicas continúan con asistencia psicológica. “Así de increíble, horrible e injusta es la situación. La fiscal Laura Álvarez había solicitado que los acusados terminen de manera virtual el año pero ese pedido le fue rechazado por el juez. A los padres de las chicas les habían dicho que, igualmente, iban a seguir de manera remota las clases por un tiempo pero en pocos días los varones ya volvieron al aula”, explican desde la Justicia misionera para graficar la situación.
“Nos dijeron que los chicos iban a terminar el colegio de manera virtual y que no los iban a sancionar. Nos pareció bien pero después nos enteramos que cambiaron la decisión y que van a ir al colegio antes de que termine el año”, contaba Belén, la madre que hizo la denuncia.
Esa decisión del juez se materializó el jueves pasado. La mitad de los menores acusados regresó a la misma aula donde sus compañeras denunciaron los abusos. Muchas de las menores se enteraron cuando los vieron cruzar la puerta. La única medida que tomó el colegio fue obligarlos a que pidan unas forzadas disculpas.