La desaparición de Jemima Catalina Aguirre, de 26 años, hace más de una semana, ha pasado de una búsqueda a algo más complicado. De hecho, hay una persona detenida. Ayer a la mañana, familiares y amigos se manifestaron por Resistencia reclamando su aparición.
La Policía activó el protocolo de búsqueda de personas y varias unidades están abocadas a dar con el paradero de esta chica oriunda de Fontana.
Se la busca desde el pasado 2 de diciembre y hasta ahora no hubo novedades de su paradero.
Pero donde sí hubo noticias fue de su situación, contada por su hermana, Lorena Núñez, quien fue la portavoz de la manifestación que recorrió las calles de la capital chaqueña.
«Lo único que nosotros sabemos es que ella salió de la casa, otra cosa no sabemos. Desde ahí no supimos nada. Tuvimos conocimiento de esto recién el viernes pasado y ahí empezamos a buscarla, la Policía nos dio muchas vueltas para buscarla».
La joven desaparecida es madre un pequeño varón y tiene a su concubino, quien estuvo detenido por una denuncia por violencia de género y ahora regresó a prisión.
«Vive con su concubino, quien está preso hoy y es el principal sospechoso. Tenía una denuncia por violencia de género y por eso mismo se encuentra preso», comentó Lorena, aunque pidió aclarar que «él nos estuvo ayudando en un principio en la búsqueda porque la Policía en principio no nos quiso ayudar. Estuvo con nosotros, nos ayudó y acompañó hasta que lo detuvieron, él fue a declarar y nunca más salió».
«No sospechamos de él. Sabíamos muy bien la relación, la forma de tratarse entre ellos, nosotros no pensamos que fue él. Hay una denuncia de violencia de género, pero de hace tiempo», agregó.
Jemima mide 1,60 metros de altura, de contextura física robusta, tez morena, cabello lacio largo negro, ojos marrones. Usaba un buzo gris con detalles blancos Puma, una remera negra, un short negro y ojotas verdes. Posee cicatrices en su frente al costado del ojo derecho y en el muslo. También tiene tatuajes en el brazo izquierdo con una imagen similar a una corona y en el brazo derecho un alacrán.
Fue vista por última vez el jueves 2 de diciembre de este año en el barrio Santa Bárbara de Fontana.
La pareja creía que estaba con su familia
La hermana de Jemima Aguirre brindó detalles de su desaparición: «El marido creía que ella estaba con nosotros. Ella cuando tenía problemas con él y discutían salía de su casa, se iba a la nuestra y se quedaba. Cuando se le pasaba, volvía. Él, confiado que ella estaba con nosotros, cuando vio que pasaban los días se acercó a nosotros para preguntarnos si sabíamos algo de ella, y ahí fue cuando nos enteramos de la desaparición», manifestó Lorena.
«Él nos ayudó a nosotros, nos mostró más o menos donde ella frecuentaba, pero no la encontramos», insistió la hermana de Jemima y afirmó que el hombre está preso «según ellos -la Justicia-, por una denuncia que hay hace meses. Yo sospecho que la Justicia quiere buscar a un perejil que se haga cargo de la desaparición de mi hermana. No están haciendo lo que deben hacer. Estamos angustiados».
La hermana de la joven desaparecida puso el foco en una amiga y manifestó que «nosotros a la Policía le dijimos que la última con la que estuvo fue esta chica G., una amiga y vecina. Solo la citaron a declarar, pero ahora no sabemos de esta chica. Ella lo único que dice es que no sabe dónde está».
Y agregó: «Nosotros estábamos seguros, teníamos la certeza de que ella sabía dónde estaba, pero no nos quiso decir. Yo no sé si por miedo o qué, pero la citaron a declarar y cuando después fueron por ella ya no la encontraron. Ahora no se sabe nada de esa chica».
«Yo como hermana estoy segura que ella sabe, porque ella era la única que frecuentaba con mi hermana, sabía los lugares o paradas de mi hermana. Ella no puede decir que no sabe nada, estamos seguros que sí sabe», añadió en declaraciones que reproduce Diario Chaco.
El hijo de 6 años se encuentra con la familia del padre, aunque la hermana de la joven se quejó porque quiso ir a verlo y «los abuelos paternos no nos quieren dar a mi sobrino».