El ex subsecretario de Transporte provincial, durante la gestión anterior, Roberto Medina, fue detenido por supuesta trata de personas.
La causa conocida como «No me olvides», en la cual se investiga el entramado que llevó a miembros de la fundación del mismo nombre, por el cual fue hallada culpable Elida Mambrín, viuda de Rolando Kilo Vallejos, quien se quitó la vida cuando era buscado por la Policía.
Esta investigación se enmarca en el caso de señoritas que habrían sido forzadas a tener relaciones sexuales con hombres vinculados al poder político. Ahora cayó un sospechoso y de peso.
Esto se confirmó el martes con la detención del ex subsecretario de Transporte del Chaco. El pedido fue ordenada por la jueza Federal de Resistencia, Zunilda Niremperger, a solicitud del fiscal Patricio Sabadini.
Tras ser detenido, Medina quedó imputado por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual calificado por el uso de amenazas, por ser más de tres las víctimas y más de tres quienes integraban la organización criminal.
Para la fiscalía, Medina, desde su condición de funcionario público, aprovechó su autoridad para coaccionar y presionar a las jóvenes becadas para que acepten las pésimas condiciones y maltratos a la que eran sometidas por los responsables de la ONG «No me olvides», Kilo Vallejos y Mambrín.
Estas becadas prestaban funciones en distintas áreas de la Subsecretaría de Transporte y Medina era quien certificaba la prestación de servicios para que estas puedan cobrar sus becas.
«Las becadas eran utilizadas por los condenados (Mambrín y también la secretaria de la ONG, Lorena Quintana) como monedas de cambio para obtener distintos beneficios como vales de nafta, trafic, camionetas, influencias, protección e impunidad a cambio de favores de índole sexual. Aprovechándose en todos los casos de la situación de vulnerabilidad de las jóvenes y de la dependencia laboral y económica a las que estaban sometidas», señaló Sabadini.
DOS CONDENADAS
El 30 de agosto pasado, el Tribunal Oral Federal (TOF) de Resistencia condenó a Elida Mambrín a 15 años de prisión por los delitos de trata de personas calificado por el uso de amenazas, por el uso de una situación de vulnerabilidad, por ser tres o más víctimas y por la participación en la comisión del delito de tres o más personas, en concurso real con abuso sexual simple y abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual con acceso carnal, en concurso real. Además, resolvió revocar la prisión domiciliaria de la mujer.
En tanto, se condenó a Lorena Quintana, secretaria de la asociación civil «No me olvides» a tres años de prisión en suspenso como partícipe secundaria del delito de trata calificada.
El TOF dispuso, además, la reparación económica de las víctimas a los quince días de quedar firme la sentencia.
La historia
Según la investigación, las víctimas tomaban conocimiento de la existencia de la asociación a través de otras mujeres ya becadas y de publicidad y avisos radiales que detallaban la dirección del lugar. Una vez que enviaban sus currículums, eran entrevistadas por Vallejos y Mambrín.
En la selección tomaban en cuenta su apariencia física, situación sentimental y familiar. Se les indicaba que debían cuidar su imagen y estar siempre arregladas porque trabajarían para políticos.
Las chicas con estas características pasaban a formar parte de la asociación como socias activas, debiendo realizar un aporte de una cuota mensual de $300, que era para el pago del alquiler del local.
Los relatos de las víctimas coinciden en que al prestar funciones en la sede de la asociación eran acosadas y abusadas. Varias de ellas señalaron que tanto Vallejos como Mambrín les hacían chistes con contenido sexual, tratándolas como sus amantes y les hacían preguntas específicas sobre la situación sentimental en la que se encontraban.
Además señalaron que les hacían exigencias sobre su vestimenta y apariencia, que les pedían que usen ropas «seductoras y llamativas», que fueran maquilladas y que les exigían que no aumentaran de peso. También aseguraron que Vallejos y Mambrín las tocaban, por ejemplo, cuando pasaban a su lado.
Agregaron que eran «exhibidas» a distintos hombres, a quienes eran ofrecidas como secretarias. Para ello, las hacían «pasear» en la camioneta de la asociación -una Peugeot Jumper decomisada en la causa- y las trasladaban a las oficinas del Correo Argentino, de Vialidad y distintas áreas del Gobierno, para mostrarse ante funcionarios públicos. En esas circunstancias debían mostrarse «dando la vuelta».
Asimismo, y particularmente con el ex subsecretario de Transporte, señalaron que el ofrecimiento de chicas era a cambio de dinero, vales de nafta y vehículos para la asociación, según informó el sitio Fiscales.
De acuerdo con la acusación que llegó a debate, todos esos mecanismos operaban manipulando a las mujeres como un bien disponible para sus propósitos. Cuando las víctimas no querían acceder a estos ofrecimientos, los imputados trataban de convencerlas diciéndoles que ese dinero les iba a servir para sus familias. De esta manera, algunas fueron obligadas a prostituirse por la necesidad de mantener la beca, debido a que era el único ingreso económico que tenían.