Debemos crear el marco necesario de incentivo y fomento para poder construir una matriz productiva federal que atienda a las necesidades de cada región y sepa obtener de ellas los mejores resultados.
Recientemente se ha publicado un informe del INDEC donde manifiesta que la producción de pymes industriales mejoró en noviembre un 6,6% frente a la comparación al mes de octubre de 2021. En tanto, registró un alza del 2,5% frente al mismo período del 2019.
Además el índice de desocupación se ubicó en el 8,2% al cierre del tercer trimestre del año, con una baja de 3,5 puntos respecto al 11,7% de igual período de 2020, informó el INDEC. Estos datos revelan el resultado positivo que han generado los diferentes programas impulsados desde el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación para el sostenimiento y fomento del empleo genuino y de calidad y desde la Secretaría Pyme de Nación, con herramientas de fortalecimiento e inversión desde con Aportes No Reembolsables (ANR), los Programas de Apoyo a la Competitividad (PAC) y las diferentes líneas de créditos con tasas subsidiadas, entre otros.
Es imposible pensar un desarrollo nacional sobre la base de inestabilidad como la que genera el fenómeno inflacionario en nuestro país. Tampoco resulta novedoso escuchar en todas las discusiones el carácter multicausal de dicho fenómeno. Debemos crear el marco necesario de incentivo y fomento para poder construir una matriz productiva federal que atienda a las necesidades de cada región y sepa obtener de ellas los mejores resultados. Necesitamos crecer a otra escala, de otra forma.PUBLICIDAD
Las pymes bonaerenses cierran 2021 con balance positivo y buscan seguir creciendo
Mientras el Estado comienza a delinear políticas que multipliquen las posibilidades de crecimiento en todo el territorio nacional, los empresarios tenemos el compromiso de organizar el entramado productivo. Los empresarios Pymes necesitamos previsibilidad.
El sector privado crea riqueza, genera empleos, utiliza recursos naturales y atrae inversiones a niveles sin precedentes. El consumo juega un papel central aquí, el motor de todo este engranaje y hasta una fuerte influencia en la conformación de nuestra identidad personal. También se exige que las empresas sean más transparentes, que mejoren su política de recursos humanos, que se establezcan relaciones justas de comercio con los proveedores y consumidores, que no dañen el medio ambiente y que no sean cómplices de regímenes políticos dictatoriales.
Ahora bien, quiero detenerme en el tema del financiamiento, ya que actúa de manera directa en las Pymes, en una de las variables más importantes de la economía; la inversión. Con ella, el acceso a mejoras y avances tecnológicos que otorgan un panorama excepcional para la economía.
Las ventas minoristas de las pymes crecieron 8,9% anual
Cualquier expansión del producto de una empresa Pyme contribuye al crecimiento del producto total generando un nuevo abanico de posibilidades vía aumento del consumo haciendo efectivo el desarrollo realizado.
Por otro lado, la expansión de la inversión y consecuente crecimiento de la oferta, contribuye también a quitar carga considerable sobre la demanda. De esta manera, el destino de fondos a proyectos sustentables de largo plazo repercute tanto en los sectores productivos como en los inversores o depositantes. Estos últimos observan una clara señal de confianza, y vuelcan más ahorros al mercado de fondos prestables con la búsqueda de futuros beneficios. Es de esta forma que se desarrolla la transformación de todos aquellos proyectos en realidad para los empresarios.
Bajo estos mecanismos, la inversión de hoy contribuirá de manera notable al crecimiento, teniendo efectos expansivos en el ahorro, el empleo y el consumo del mañana.
Pymes: el gobierno triplica la inversión en aportes no reembolsables para impulsar la producción
Es cierto que durante el año 2020 y parte del 2021 la actividad productiva estuvo casi paralizada, en un escenario impensado, extraordinario y de imprevisto. Por ello, en este contexto, las pequeñas y medianas empresas han cumplido un papel estratégico y primordial en la vida social y económica de la Argentina atravesando un dramático proceso.
Aun así los índices industriales muestran importantes alzas generando perspectivas positivas para el 2022. Estas perspectivas de crecimiento se ven reflejadas en la constante actividad creciente y en las inversiones constantes en materia tecnológica para la ampliación de la capacidad productiva.