Esto es una solución no solo para los chaqueños que no se cansaron de golpear puertas, sino también para todos los argentinos que adhirieron a un plan de autoahorro y “terminaron estafados”. Solo hace falta una firma de Alberto Fernández.
La lucha es larga. En el Chaco el grupo de autoconvocados por planes de autoahorro se formó en febrero de 2019 con la idea de una damnificada –Celia Rivero- que publicó sobre el aumento desmedido de las cuotas en sus redes sociales y con ella Patricia Muñoz, Manuel Medina, Marcelo Alvarez, Marta Spagnoli y Fernanda Sampayo. Fueron cuestión de días para que las familias afectadas se sumen al reclamo que recorrió todas las dependencias provinciales y nacionales e incluso llegó a la Justicia en busca de una solución. Ahora, en el tercer año de lucha -se cumple los primeros días de febrero- recién un gobernador (Jorge Capitanich) los recibe dos veces en pocas semanas y nace la esperanza de una solución a través de un DNU.
La notica -que se conoció el jueves pasado tras una reunión con el gobernador chaqueño; él mismo lo publicó en sus redes sociales- genera esperanza, pero también es tomada con cautela. Los ahorristas y suscriptores de planes de ahorro, que luchan por el precio real del valor del auto, saben desde el día 0 que es una decisión política y por eso se hace esperar.
En el medio hubo gestiones ante Defensa del Consumido (gobierno de Mauricio Macri, no pasó nada, ni llegó a la IGJ); hubo al menos 14 proyectos en busca de una solución de fondo en la Cámara de Diputados y en Senadores -el mejor el del diputado mandato cumplido por Córdoba Juan Brügge- (nunca llegó a discutirse y con el nuevo Gobierno y la conformación de las nuevas Cámaras todo quedó cajoneado), fue así que solo un porcentaje de los más de 5 mil familias, sólo del Chaco ya que en el país se calcula hay poco más de 2 millones de damnificados, -que se acercaron al grupo que encabeza Celia Rivero) pudieron judicializar.
Haciendo un resumen, la Justicia fue la única vía que fue dando soluciones ya que con medias cautelares un grupo de 600 o 650 personas (20% o 30% de los damnificados) que pudo judicializar logró “congelar” las cuotas y ahora espera por la solución de fondo en un juicio sumarísimo (la pandemia también atrasó los plazos), para los que no pudieron judicializar y los que también lo hicieron el DNU “es una solución para todos”, dice Rivero.
“La gente necesita después de tres años algo de tranquilidad, no puede ser que por un auto nos estemos enfermando todos”, agrega la referente de los autoconvocados que siempre se expresaron de distintas maneras y con varias estrategias, pero nunca cortaron ni una ruta, ni una calle, siempre apostando al diálogo.
La redacción de ese DNU es la esperanza. La semana que se iniciará el próximo lunes sigue con la agenda de reuniones y el grupo de autoconvocados “ahora más que nunca tenemos que estar unidos”, agrega Rivero como mensaje a los damnificados de todas las marcas de automóviles que se sumaron a esta lucha.
La solución de fondo implica además que la IGJ modifique el contrato de adhesión que cuando la economía del país tiene altibajos sucumbe en las familias que se sumaron a un plan de ahorro engañoso por donde se lo mire con muchas lagunas que siempre corren a favor de las administradoras y concesionarias y que no fueron cambiados desde su creación en los años 70.
“La gente está esperanzada, pero y soy muy cauta, ojalá se dé, pero hasta que no veamos el DNU firmado por el Presidente Alberto Fernández y él hablando a la gente recién se podrá decir que la lucha valió la pena”, marcó Celia Rivero, consciente de que esto es una solución no solo para los chaqueños que no se cansaron de golpear puertas, sino también para todos los argentinos que adhirieron a un plan de autoahorro y “terminaron estafados”, pagando hasta cinco autos debido al cálculo que hacen las administradoras de estos planes para actualizar la cuota cuya fórmula sólo ellos saben.