Finalmente llegó al país una de las tantas consecuencias para la economía mundial de la escalada bélica rusa sobre Ucrania: la cotización del petróleo a niveles récord, lo cual provoca que los combustibles alcancen valores inéditos en todo el mundo. Si bien el coletazo en los surtidores se fue dando días atrás en los diferentes países, ayer llegó a las pizarras de YPF de manera sorpresiva, ya que desde las 0 anunció un ajuste del 9,5% promedio el precio de la nafta súper y de 11,5% promedio para el gasoil en los premium.
De esta forma, en la provincia, la primera se ubicó en los $115,8, mientras que la versión premium Infinia ascendió a los $138,7 , mientras que esta versión en gasoil se fue a $137,1 y el diesel quedó en $107,6. Rápidamente las demás petroleras ajustaron sus valores como sucede con cada aumento. Así, las estaciones de Shell remarcaron sus precios un poco más arriba y la súper quedó en $119,8, la V-Power $142,7, el diesel $111,6 y su versión premium $141,5.
Si bien se trata del segundo aumento en menos de un mes, el primero fue en concepto de actualización de valores que permanecían congelados desde hace más de seis meses, se estima que no será el último, dado a la inestable y volátil situación internacional.
Esta no es una buena noticia para nadie, ya que es solo cuestión de tiempo para que este aumento llegue prácticamente a todos los productos que tienen en algún punto de su cadena una incidencia.
La suba, según explicó la petrolera de bandera nacional, responde a la evolución de las principales variables que conforman el precio de venta al público, sobre todo el aumento de los precios internacionales del petróleo y los niveles de demanda superiores a la prepandemia, que requieren importaciones para complementar la oferta local.
Principalmente, con los «precios internacionales del petróleo se incrementaron significativamente durante las últimas semanas alcanzando niveles récord (50% por encima de los precios de inicios de febrero de 2022)», sostiene un comunicado dado a conocer por YPF. «Adicionalmente, el precio internacional de los combustibles con los que se complementa la oferta local aumentó incluso por encima del petróleo crudo».
Asimismo, la compañía anticipó que continuará monitoreando la evolución de las variables que inciden en la formación de precios, teniendo en consideración las particularidades del contexto macroeconómico del país y la realidad internacional.
segundo aumento
El incremento aplicado desde el primer minuto de ayer es el segundo del año, luego de nueve meses de congelamiento, por la petrolera estatal.
Desde la compañía destacaron que los precios internacionales del petróleo se incrementaron significativamente durante las últimas semanas alcanzando niveles récord, es decir un 50% por encima de los precios de inicios de febrero de 2022. En particular el crudo tipo brent, el que utiliza como referencia la industria argentina de hidrocarburos, cerró el viernes a un precio de USD112,67 el barril, con un aumento del 3% en medio de la continuidad de las tensiones por la invasión rusa a Ucrania.
La unidad «criolla» establecida por el Gobierno quedó por demás de atrasada en este contexto: aún merodea los USD60. Semejante diferencia alienta a las petroleras a exportar más y esa misma posibilidad es la que reavivó los temores internos de que reaparezca el desabastecimiento.
Por su parte, los estacioneros señalan que acumulan al menos tres años de funcionamiento por debajo del punto de equilibrio. Un trabajo realizado por Cecha, la confederación que nuclea a los estacioneros, expuso hace meses que hoy por hoy más del 67% de los puntos de expendio trabaja directamente a pérdida. Solo entre los asociados a la confederación existen alrededor de 3.300 estaciones de servicio al borde de la quiebra. De ocurrir, esto redundaría en la pérdida de al menos 40 mil puestos de trabajo.
Desde la Cecha aseguran que la suba aplicada a los combustibles no cambia la ecuación del sector, por la ausencia de cambios en las comisiones que llevan años sin modificación.
Es a partir de este escenario que las entidades del expendio comenzaron a reforzar el pedido de incrementos en los porcentajes que perciben las estaciones de servicio.
La idea es tratar de resolver la falta de rentabilidad, hecho que hoy se agravó con los inconvenientes de abastecimiento por la imposición de cupos.
La guerra y la producción energética: la importación de gas será un problema en el país
El director del Instituto de Energía de la Universidad Austral, Roberto Carnicer, aportó datos significativos durante una entrevista televisiva con la señal TN sobre cómo la guerra entre Rusia y Ucrania podría impactar en la producción de energía del país y en el resto del mundo.
Entre las claves para comprender las interrelaciones señaló: «Rusia tiene una dependencia de abastecimiento de gas y crudo con respecto a Europa. Desde el punto de vista del crudo, Rusia es el primer productor del mundo y destina el 50% de su exportación a Europa, un 30% a China y el resto a países de la ex Unión Soviética y otras naciones».
«Con respecto al gas, la situación es más complicada. Casi el 81% de toda la exportación de gas de Rusia está destinada a Europa, y esa cantidad representa el 65% de la demanda europea. Es imprescindible para este continente el abastecimiento desde Rusia».
«Europa podría abastecerse de crudo desde otros lugares, es más transable, pero con el gas no sucede lo mismo, ya que proviene de gasoductos y de los 700 millones de metros cúbicos que vienen de Rusia, 500 lo hacen a través del gasoducto».
«El precio en el surtidor, si bien cada país lo regula distinto, por supuesto que se verá afectado frente al aumento del crudo».
«Lo que sucede con Estados Unidos es que la dependencia que tiene es del 30% de su importación del crudo gracias al fracking y del shale, contra la que antes solía ser una dependencia del 50%-60%. A través del proceso de shale, Estados Unidos logró no casi un autoabastecimiento (porque geopolíticamente no lo decidió así), pero sí autoabastecerse en gas natural».
abastecimiento energético
en la Argentina
«Lamentablemente, la Argentina está en una situación complicada ya que tenemos un 30% de importación de gas y un 30% de crudo procesado, es decir, naftas gasoil para las centrales térmicas, porque no tenemos capacidad de refinación para procesar el crudo, algo que requiere de años de inversiones».
«Lo más grave para nuestro país es el tema gas. Si bien tenemos una gran cantidad de gas en Vaca Muerta, no tenemos la infraestructura que necesitamos para abastecer la demanda que se genera en Buenos Aires, y sur de las provincias de Córdoba y Santa Fe. Por ese motivo, importamos gas».
«Durante el invierno en la Argentina los gasoductos están llenos y no logran satisfacer la demanda, por consiguiente, es necesaria la importación».
«Con respecto a la formación de precio de gas en boca de pozo, todos los analistas nos estamos planteando qué es lo que podría pasar durante el invierno nacional en un momento en el que no sobran dólares y en el que ya existe un subsidio en el precio».
«La volatilidad del precio del gas es muy superior a la volatilidad del crudo. Para que se den una idea, el precio que se paga en dólares en la Argentina está en torno de USD4, mientras que el que pagaba Europa hace una semana era USD35 y el precio el 7 de marzo era de USD100. Imagínense las escalas que hoy estamos manejando».
«La gran dependencia que existe del gas ruso en el mundo, sin duda, impactará en la Argentina ya que sí o sí vamos a tener que importar en el invierno. La incógnita será a qué precio».
«En nuestro país el precio del gas está subsidiado y las tarifas no se actualizan a diario, sino por ley cada seis meses. Concretamente, desde abril de 2019 hasta junio de 2021 no se actualizaron los precios y si se llegó a una actualización fue solo de un 10%-20%. Entonces la sensación de que ‘se viene un tarifazo’ es porque conceptualmente no se tiene en cuenta que las tarifas se congelan por mucho tiempo».
«Tenemos que lograr que la Argentina sea un gran exportador, de manera tal que los problemas internacionales no nos afecten. Si embargo, lo que sucede es que siempre estamos tratando de solucionar los problemas de hace dos días, y no tenemos planificación a futuro».
«La Argentina tiene una capacidad extraordinaria de producción de gas y crudo, pero se maneja todo a corto plazo. Desde el punto de vista universitario, la academia está demostrando que la situación puede y debe mejorarse, y que es necesario pensar y planificar a futuro».