Profesores de todos los niveles y de todo el país se autoconvocaron para hacer frente a la crisis de la escuela: trabajarán en definir todo lo que debe ser cambiado o corregido en cada nivel.
Desde Santa Fe partió la iniciativa de la creación de esta Mesa Nacional por la Calidad Educativa (MeNaCE) que busca suplir las tremendas carencias actuales en materia de política educativa. Los reunió el amor por la docencia pero también el espanto ante las últimas medidas facilistas propuestas desde el Consejo Federal de Educación, como el pase de año automático de 2020 a 2021 -y en algunas jurisdicciones más allá-, la suspensión de mesas de exámenes y de calificaciones numéricas, la agrupación de materias por áreas y la posibilidad de promocionar con hasta dos áreas sin aprobar, entre otras disposiciones demagógicas que no son sino un corolario de un espíritu que viene de lejos, de una falsa concepción de lo que es la inclusión..
La señal de largada la dio Liana Pividori, profesora de Lengua y Literatura, vicedirectora del Instituto Zuviría, y que acaba de ser distinguida, junto con otras mujeres destacadas de Santa Fe, por la Cámara de Diputados de esa provincia, precisamente por su lucha por la Calidad Educativa, desde los dos grupos que coordina: Argentina por la educación y la flamante MeNaCE.
La Mesa que coordina Pividori pronto presentará un documento resumiendo todo lo que en opinión de quienes están al frente del aula palpando la crisis día a día creen que debe ser corregido o cambiado.
No eludirán ningún tema: desde la ESI, nueva panacea según el Ministerio de Educación, -«hay que dar educación sexual pero lo que se propone hoy es ideología política», dicen desde MeNaCE- hasta eventuales modificaciones a los estatutos docentes, pasando por la repitencia -a la que ven como «una herramienta de aprendizaje, no sólo de contenidos, sino también de madurez y asunción de responsabilidades»-, la revinculación -porque «la cantidad de chicos que han quedado fuera del sistema debería alarmar a las autoridades pero no hay planes para ellos»- y hasta el álgido tema de la inclusión de niños con discapacidades en las escuelas sin instrumentos adecuados a ese fin.
En concreto, un plan de reforma educativa en todos los niveles.
Entretanto, en reuniones semanales de los representantes d t odas las provincias -sólo les falta integrar a San Juan, la provincia sarmientina, ironía del destino- habrá debates, ayuda mutua y hasta formaciones; la primera, un curso sobre alfabetización integral para nivel inicial y primario que dictará Ana Borzone, la pedagoga que revolucionó los medios y el debate recientemente cuando denunció en una entrevista con Infobae al método global como responsable del pésimo resultado escolar en materia de lectura y escritura. Este curso, de dos meses de duración, es arancelado pero abierto a todos los docentes.
«Dicen que los chicos se van de la escuela porque repiten -dice Pividori en charla con Infobae-. Pero se van porque no le encuentran sentido, porque se regalan títulos pero no se enseña».
«Es indispensable y urgente proponer una política educativa sistemática, concreta, viable y plausible de ser implementada y medida más allá de los gobiernos de turno como política de estado -dice un material puesto a disposición de los docentes por MeNaCE con el titulo «Directrices para pensar el concepto de calidad en la educación»-; una política que priorice los aprendizajes efectivos de los alumnos, sobre todo los de mayor vulnerabilidad ya que la falta de aprendizajes es uno de los factores que provocan abandono del sistema».
Y agregan: «Las políticas de inclusión implementadas hasta la fecha no alcanzan para retener a los alumnos en el sistema, necesitamos que estén en una escuela que enseñe, ese debe ser el foco para que los alumnos puedan aprender».
«Hay que desmantelar este fraude educativo que son las falsas promociones, los títulos que son una estafa y que genera analfabetos y semianalfabetos», dice Liana Pividori.
Y acusa: «Es una falsa inclusión que al que más perjudica es al que más se dice defender. Al que tiene un buen pasar, le pagan un maestro particular. El resto manda al chico a una escuela que no le ofrece nada. Por paternalismo, por compasión, se les facilita todo, pero no se les enseña».
Recientemente, un grupo de educadores y otras personalidades de la cultura lanzó un grito de alerta por «el vaciamiento educativo» y la «inaceptable presión a los docentes para que certifiquen aprendizajes no verificados». Entre los firmantes, estaban algunos de los docentes que ahora han lanzado esta Mesa Nacional.
MeNaCE se define como «una asociación de carácter educativo, social, apartidario y no lucrativo», que tiene por finalidad «trabajar por una educación argentina de calidad en sus cuatro niveles: Inicial, Primario, Secundario y Terciario»; «luchar por la erradicación del adoctrinamiento político en las aulas» y «difundir y acompañar en este compromiso a todo el país».
En cuanto a la definición de calidad, MeNaCE sostiene que es «el modo en el que una sociedad proyecta su futuro» y se atiene además a la definición contenida en el artículo 29 de la Convención Internacional por los Derechos del Niño: «La educación deberá estar encaminada a desarrollar la personalidad, aptitudes y la capacidad mental y física del niño al máximo de sus posibilidades».
En el documento de MeNaCE, se lee: «Todas las políticas públicas (evaluaciones estandarizadas interrumpidas y criticadas, plan Fines, prohibición de la repitencia, achicamiento de ejes curriculares, etc.) han generado, aún cuando no haya sido el objetivo, un éxodo de las escuelas públicas a las privadas, para poder preservar por parte de las familias la calidad educativa».
Además, insisten en que para medir la calidad hay que evaluar resultados, algo que es casi mala palabra en los últimos años. «Esto (la calidad educativa) no se consigue si todos los actores del sistema no están dispuestos a ser evaluados, tanto directivos como docentes, alumnos y todo el personal que cumpla tareas en las escuelas. Medir para mejorar. Esto es justicia educativa con calidad», sostienen.
A poco de andar, MeNaCE se está convirtiendo en una organización de 3er grado: se han sumado otras asociaciones ya constituidas como #queremosaprender, Misiones Rurales, Docentes por la educación y Estudiantes Organizados. «También trabajamos en colaboración con Padres Organizados de varias localidades, como Pilar, Hurlingham, Tandil, Reconquista y Avellaneda», explica Pividori que se desempeña como coordinadora de la Mesa, secundada por Shirley Díaz y Vanesa Vicentín, secretarias, Esteban Marinone, moderador, y Patricio Tourne Passarino, representante de Estudiantes Organizados, y María José Orazzi, encargados de la difusión (IG y Fbk respectivamente).
El proyecto inmediato es llevar la Mesa a todas las provincias para realizar encuentros con los docentes en cada lugar.
En síntesis, ponerse al hombro la educación, cubrir las falencias de la política oficial, interpelar a las autoridades y despertar las conciencias de todos los argentinos en torno a lo que Guillermo Jaim Etcheverry definió acertadamente como «tragedia educativa».
[ Para contactarse, se puede usar el Facebook, MeNaCE, Instagram menace.argentina y el correo [email protected] ]