La «guerra» contra la inflación tendrá un capítulo este lunes cuando el Ejecutivo se reúna con empresarios alimenticios y supermercadistas. Allí, planteará un diagnóstico oficial sobre los aumentos de precios de las últimas semanas y medidas a tomar. En el Gobierno creen que una parte de los aumentos son injustificados y buscarán retrotraerlos hasta los niveles de mediados de febrero, antes de la invasión de Rusia a Ucrania y la disparada de los commodities a nivel global.
Este lunes por la mañana el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas se reunirá con empresarios de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y la Asociación de Supermercados Unidos (ASU). Será el primer paso en un plan del equipo económico de hacer retroceder los precios de un grupo de bienes comestibles que, aseguran, no tienen correlación con lo que sucede en los mercados internacionales. «Con el fondo del trigo buscamos resolver el precio mayorista del trigo, a febrero, para eso opera el fideicomiso, necesitamos unos días para su conformación», dijo el funcionario en diálogo con la radio Futuröck. «Está la cuestión de subas que no tienen justificación en costos, sino motivos especulativos. En eso vamos a ser muy duros», señaló.
Consultado sobre qué significa «ser muy duros», Kulfas respondió que el Gobierno busca la persuasión, pero si ésta no alcanza, «usaremos la ley de abastecimiento, la de defensa de la competencia, herramientas que ya hemos usado en la pandemia». «Hay sectores donde las subas se justifican, como el trigo, para lo cual ofrecemos una respuesta concreta para que el aumento no se traslade a la góndola. El fideicomiso compensará el precio al que compran los molinos harineros, para que no se traslade a los fideos, al pan».
El objetivo, subrayó Kulfas, es retrotraer los aumentos. Además, adelantó que entre el martes y el miércoles el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, dará a conocer nuevas medidas sobre comercios «de cercanía». Consultados por Infobae, fuentes oficiales aseguraron que «no se va a aceptar ningún tipo de incrementos injustificados, no hay margen para habilitar especulaciones», dijeron desde un despacho oficial.
Los empresarios del sector de consumo masivo aguardaban un llamado inminente de esa secretaría para saber si habrá un esquema de control de precios más duro desde esta semana como consecuencia del salto inflacionario. En las próximas semanas, de todas formas, iba a comenzar la negociación entre el Gobierno y las compañías del rubro para la renovación del programa Precios Cuidados, que vence el próximo 7 de abril.
Por distintos emisarios, las firmas líderes que forman parte de ese esquema voluntario ya conocen que la intención de Comercio Interior es que las empresas agreguen al catálogo actual, que consta de 1.300 productos, más variedad de bienes y más cantidad para cada caso, para evitar que los productos incluidos en el programa de precios «desaparezca» de las góndolas rápido y que haya una reposición sostenida.
Comercios de cercanía
Según fuentes oficiales, el esquema diferenciado para comercios de cercanía sería similar al programa Súper Cerca, que implementó la entonces secretaria de Comercio Interior Paula Español a mediados del año pasado. En ese momento se trató de una canasta reducida de 70 productos con precios de referencia en almacenes y grandes superficies comerciales de barrio. En el Gobierno admiten que la implementación de programas de precios en los supemercados es mucho más sencillo que en locales de cercanía. En ese sentido, calculan que un 20% de la facturación de las grandes cadenas de supermercados está explicada por los productos bajo la etiqueta de Precios Cuidados.
La convocatoria será más amplia, según anticipó el presidente Alberto Fernández el miércoles por la tarde. En una reunión con Daniel Funes de Rioja (presidente de la UIA y también de Copal, que estará mañana lunes con Kulfas), y los dirigentes sindicales Héctor Daer (CGT) y Hugo Yasky (CTA), el mandatario les anticipó un llamado a partir de esta semana para un recrear una mesa tripartita como la que ensayó el Gobierno el año pasado para coordinar aumentos de precios y de salarios pero que se frustró ante una inflación más alta de lo esperado. Incluso hoy algunos funcionarios le reclaman a los empresarios haberse «escapado» de los términos en los que se habló en ese foro.
Un informe de la consultora PxQ aseguró que el efecto local del salto de precios internacionales apenas se vio en la inflación y que los índices de los próximos meses lo reflejarán con cifras aún superiores. «El impacto de estos aumentos no está totalmente reflejado en el índice de febrero, dado que el mayor porcentaje de aumento se dio sobre el final de febrero y principio de marzo sobre todo en el caso del trigo y el maiz», aseguró.
«En lo que va de marzo el incremento del precio del trigo en Rosario es de 19,8 por ciento. El maíz, en los primeros 14 días de marzo acumula una suba de 20,6 por ciento. Es decir que, lejos de agotarse en febrero, el efecto del incremento de los precios internacionales sobre los alimentos locales seguirá viéndose reflejado en el índice de marzo. A esto se le suman los aumentos de naftas y tarifas, entre otros, con lo cual habrá más presión sobre la inflación», explicó PxQ.
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Fuente: Infobae