Hoy, en el Día Internacional del Teatro, se realiza el Primer Congreso Provincial de Artes Escénicas «Haciendo el Camino Teatral Chaqueño», el cual se desarrollará, de 9 a 18, en las instalaciones de La Máscara Teatro.
El evento está a cargo de organizaciones, asociaciones civiles y artistas, con el apoyo del Instituto de Cultura del Chaco como parte de su programa Trama Creativa.
«La intención es canalizar las demandas y propuestas de acción surgidas en debate, necesarias para el desarrollo y fortalecimiento de las artes escénicas chaqueñas», expresaron los organizadores.
Además, a las 17.30, se leerán las conclusiones del congreso para dar paso a una fiesta de camaradería para celebrar la fecha.
Asimismo, se dará lectura del Manifiesto Teatral Chaqueño, que cada año escribe alguna personalidad del sector, y que este año está acargo del actor, director y maestro de Teatro, dramaturgo y gestor cultural Javier Luquez Toledo.
Las entidades convocantes son: Atacch, Agach, Asatich, Fundación Galatea, Asociación Civil La Máscara Teatro, la Fundación Cultural Acuífero Guaraní, Cecupo, Asociación Civil La Fábrica Cultural, Asociación Civil La Estigia, la Cooperativa Sala 88, la Cooperativa Siglo XXI, artistas independientes y artistas de artes escénicas autoconvocados.
Desde La Fabrica Cultural señalaron por su parte: «Creemos necesario abrir espacios, en este contexto, para conversar y debatir sobre las problemáticas a las que nos vemos enfrentados todos los que trabajamos en cultura y específicamente en las artes escénicas en nuestra provincia».
Manifiesto
Desde 2018, el espacio del centro de documentación de las artes escénicas de La Fábrica Cultural impulsa los manifiestos teatrales para cada una de las fechas significativas para el teatro, para este fecha ha sido elegido el actor-director-dramaturgo y gestor cultural Javier Luquez Toledo, quien realizará el Manifiesto Teatral por el Día Internacional del Teatro, donde plasman a través de un escrito reflexiones que sirven para el debate, el compartir sobre el estado en que se encuentra el teatro en la provincia.
¡ABRAN PASO
AL TEATRO!
«El Día Mundial del Teatro no es un día cualquiera en nuestras vidas. Es un día muy especial. Y no estoy solo. Estoy compartiendo este mensaje con amigos, colegas, compañeros y con todos los personajes que he interpretado en escena, los que dirigí o escribí, y todos los personajes que he aplaudido como espectador. Somos solo uno de esos incontables personajes gracias a los cuales el Teatro sigue existiendo. Ellos están ahí para que nosotros los habitemos. Nosotros no hacemos que el teatro exista. Es gracias al teatro que existimos. El teatro nos protege. Nos acoge. Nos ama… ¡Tanto como lo amamos!
¡Ay, teatro nuestro! Tan generoso que hiciste que cada ciudad de cada provincia guarde el recuerdo de un viejo éxito teatral. Lograste que un puñado de teatreros rompiera la valla de lo previsible y alcanzará una dimensión inesperada. Pero esto no fue por casualidad. Fue gracias al talento y a la voluntad de un equipo, al trabajo intenso y responsable. ¡Las experiencias compartidas! Muchas veces, teatro nuestro, ese esfuerzo naufragaba. Allí nace el conflicto no resuelto hasta hoy: todo parece que un día se termina, y solo queda el recuerdo.
Hace un par de días un conocido me dijo ‘El teatro está muerto’. ‘¿Ah, sí?’ -contesté- ‘¡Mirá vos! De hecho, querido, el teatro renace cada día de sus cenizas. Así es como sigue vivo. El teatro tiene una vida que desafía el espacio y el tiempo; y las obras más modernas se nutren de los siglos pasados. Los clásicos se hacen contemporáneos cada vez que son subidos de nuevo a escena. El teatro es muy fuerte, resiste, sobrevive a todo, a las guerras, a las censuras, a la falta de dinero, a la pandemia y a los escépticos y derrotistas como vos’. Lo dejé pensando y me fui a ensayar.
Muchas veces hemos escuchado decir que los artistas somos resilientes. La capacidad para superar ‘circunstancias traumáticas’. Y si de circunstancias traumáticas hablamos, hemos estado en presencia de una que se lleva todos los premios -como las obras de aquellos muchachos del pueblo a los que me refería al principio- pocas veces vivida en la historia contemporánea. La fragilidad de la humanidad y la devastación de una pandemia. Difícilmente haya otra que represente un mayor desafío.
Los que tenemos la suerte de haber sobrevivido estamos transitando sus consecuencias y se nos dificulta avizorar su culminación definitiva.
El sector teatral fue, quizás, uno de los más afectados por la cuarentena interminable a la que nos vimos sometidos. Al hacernos cerrar las puertas de nuestras salas se cerró también la posibilidad de ganarnos el pan con aquello que sabemos hacer, que amamos y que le da sentido a nuestros días. Nos quedamos sin el pan de nuestras almas, y de nuestras mesas.
Nos separan del público: ¡nuestra peor pesadilla se hizo realidad! Ahora, volviendo, siempre volviendo, ¿cómo reparamos el mágico lazo espectáculo-espectador? ¿Cómo recuperarnos? Lo sabemos. Trabajando. Creando.
Somos, hoy, un cuerpo cubierto de muchas más cicatrices de las que ya teníamos. Pero los obstáculos no nos son ajenos. Miles de veces nos quisieron hacer desaparecer, borrarnos del mapa, acallarnos o censurarnos y, sin embargo, seguimos de pie después de dos mil años.
Contamos con herramientas para reinventarnos, para sanar nuestras alas y volver a remontar vuelo. Por nuestras venas corre sangre de ancestrales guerreros cuyo legado de bravura nos da empuje para enfrentar cualquier peligro.
Es ahora cuando debemos poner a prueba nuestra capacidad para superar circunstancias traumáticas, nuestra resiliencia. Lo que implementemos hoy quedará grabado a fuego en la historia de nuestro teatro chaqueño y trazará el camino para los jóvenes que sigan nuestra aventurada ruta».