El presidente Alberto Fernández apuntó hoy a «un sector del campo que ha tomado una posición político-partidaria» que se opone a medidas del Gobierno como el aumento de dos puntos porcentuales en las retenciones a las exportaciones de aceite y harina de soja para compensar el precio interno del trigo.
«Hay un sector del campo que tiene una posición política-partidaria y lo digo con total crudeza y firmeza», señaló el jefe de Estado en declaraciones al programa «Desiguales» de la Televisión Pública, tras referirse a la medida del aumento de esas retenciones que, aseguró, «no le cambia la vida al campo».
«Hay diablos que hacen subir los precios», continuó, y exhortó a «hacerlos entrar en razón». Analizó que en «los últimos años» se ha generado «una fuerte concentración en el sector alimentario» y que si quienes forman los precios no acceden a moderarse o retrotraer los valores hay «instrumentos» que podrían aplicarse, como «la ley de abastecimiento, la ley antimonopolios y la ley de competencia».
En la misma línea, explicó que el aumento de precios en alimentos responde «al modo en que se concentra la producción» e insistió en «llamar a la reflexión» al sector para que «entiendan que el hecho de que tengan una especie de oligopolio no los autoriza a subir los precios».
Expresó que desde el Gobierno, con la Secretaría de Comercio que conduce Roberto Feletti, van «a seguir trabajando en medidas» y que también se buscarán «otras» con el fin de «recuperar un diálogo quebrado» con el sector.
«No son políticas antiempresarias, yo creo en las empresas. Yo no tengo empacho en decir que el capitalismo tiene que funcionar», expresó el Presidente.
Por otro lado, aclaró que la «causa» que lo «frenó» en el caso Vicentin, cuando el Estado intentó intervenir la empresa en el 2020 con el fin de que «se preservaran los puestos de trabajo», no fue «la reacción corporativa del campo» sino «todo lo que tenía que poner para salvar a los accionistas».
«Hice los números y el Estado no está para salvar accionistas», cerró Fernández.