En San Juan, a un niño de cuatro años que dormía junto a su hermano, lo despertaron los ruidos y golpes provenientes del cuarto de sus papás. Al escuchar que era su mamá quien suplicaba por ser rescatada, corrió hasta allí para detener la brutal golpiza que le estaba dando su padre.
Si bien el hecho ocurrió hace algunas semanas en el departamento 25 de mayo de la provincia cuyana, todo salió a la luz el viernes tras un juicio abreviado en el que David Ezequiel Garay, el único acusado, se adjudicó la agresión y recibió una pena de seis meses de prisión de cumplimiento condicional.
Golpes y amenazas tras un ataque de celos
El caso fue investigado por el Centro de Abordaje de Violencia Intrafamiliar y de Género (CAVIG), órgano dependiente del Poder Judicial de San Juan. Fuentes cercanas al caso explicaron que la joven decidió denunciar a su pareja luego de que su madre la convenciera de hacerlo.
“Ellos tuvieron dos hijos y hace poco perdieron a una chiquita de un año y cuatro meses. La relación empezó a resquebrajarse a partir de ese episodio”, indicó una fuente judicial a TN.com.
En la denuncia, la víctima de 25 años narró que los golpes de Garay ocurrieron luego de que él la acusara de haber estado engañándolo con otro hombre del barrio en el que viven. “Le agarró un ataque de celos”, dijo.
El hecho ocurrió en la madrugada del 13 de marzo. La mujer -se resguarda su identidad- fue a efectuar la denuncia luego de que su madre descubriera las marcas y los edemas que llevaba en el cuerpo y el rostro. En su declaración indicó: “Me insultó diciéndome que era una prostituta, una gila. Fue mi hijo quien cortó la agresión”.
La condena que recibió el agresor
El fiscal Miguel Gay investigó el suceso y fue la jueza Verónica Chicón quien determinó que Garay fuese condenado a seis meses de prisión por “lesiones y amenazas”, aunque no pisará la cárcel y sí deberá llevar a cabo un tratamiento psicológico. El juicio duró 10 días.
“Es una situación muy compleja, porque la denuncia fue realizada a los días fue a hablar con la madre. No hay testigos. El juicio fue abreviado porque el imputado aceptó los hechos”, explicaron desde la Justicia sanjuanina.