El gobierno provincial inició recientemente la distribución sin costo para los productores que se dedican a la cría de ganado de la vacuna contra la tristeza bovina.
Se trata de la inmunización denominada BioJajá, que previene la babesiosis y la anaplasmosis, enfermedad conocida como tristeza bovina.
La operatoria es llevada adelante por el Ministerio de Producción, Industria y Empleo, que se encarga de entregar las dosis de manera gratuita en los establecimientos chaqueños dedicados a la cría de ganado vacuno.
Esta inmunización animal debe ser aplicada como medida preventiva a las categorías terneros y terneras de entre cuatro y diez meses de edad.
Desde la Subsecretaría de Ganadería se informó que los requisitos para acceder a la vacuna son mínimos y están al alcance de los productores, quienes solo deben asumir el costo del médico veterinario que tendrá la responsabilidad de aplicar las dosis.
Los interesados en la distribución de las vacunas deben presentar una solicitud ante la Dirección de Producción Animal, Departamento Cadena Cárnica Bovina, ubicada en la oficina 10 del séptimo piso de Casa de Gobierno -Marcelo T. de Alvear 145, Resistencia-.
También sumar fotocopias de las últimas dos actas de vacunación contra la aftosa y de Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa Ganadero) y la autorización al profesional veterinario que realizará la aplicación de las dosis a los animales del establecimiento, cuyos honorarios estarán a cargo del productor.
El Ministerio habilitó distintas vías de contacto para brindar mayor información: el teléfono 362-444-8072 y el correo electrónico: [email protected].
Las características de la vacuna
La vacuna contra la tristeza bovina BioJaJá fue creada por científicos argentinos y se aplica en rumiantes para disminuir la muerte por anemia.
La enfermedad (babesiosis y anaplasmosis) perjudica a los animales que viven en zonas tropicales especialmente por la facilidad de contraer infecciones parasitarias, causadas por insectos hematófagos, como las garrapatas y las moscas.
Los vacunos que contraen la tristeza bovina manifiestan decaimiento, letargo y deseo de permanecer dormidos todo el día, debido a que los parásitos se alimentan de la sangre de los mismos, lo que además perjudica la reproducción y la producción de leche y carne. Sin la vigilancia de sus dueños y el tratamiento a tiempo, los animales enfermos pueden morir, afectando seriamente la rentabilidad del emprendimiento productivo.