La información es poder y anticiparse a los hechos es un plusvalor en todos los órdenes. El calificado análisis de la última edición dominical del diario de Buenos Aires formula interrogantes, algunos de los cuales este medio está en condiciones de despejar a más de un año de lo que será un 2023 para alquilar balcones. Con todo, hay que destacar los párrafos en los que el medio de los Mitre, el más influyente en el círculo rojo de los factores de poder en la Argentina, aún por sobre Clarín, destaca al tándem Wado-Coqui, una dupla que desde estas páginas se puso en escena hace casi cinco meses atrás en primicia absoluta, que luego fueron tomando los medios nacionales.
El actual momento que vive el país hace crecer las especulaciones y conjeturas respecto al futuro político de cara a un año complicado como es 2022 dominado por una inflación creciente, que coexiste con una crisis política, económica y social para la cual el Gobierno no le encuentra hasta ahora salida en medio de las diferencias cada vez más notorias en el Frente de Todos, en el cual sus dos principales figuras siguen sin hablar.
El tercero en este esquema, el actual presidente de la Cámara de Diputados, prefiere no tomar partido. No hay posibilidad alguna de que se habilite la línea sucesoria que lo llevaría a la primera magistratura ni tampoco una proyección propia, en términos electorales, en función a que su posicionamiento en el cuerpo electoral no le da chances de terciar en una elección en la que se le contarían las costillas de su hoy menguado aporte electoral propio.
Es un dirigente de superestructura que opera bien cabalgando por sobre las contradicciones y con un alto grado de operatividad incluso con la oposición, con la que no se priva de coquetear, más allá de que este accionar genera desconfianzas en uno y otro campamento.
Su pública sociedad política con Gerardo Morales no le hace bien a uno ni a otro. Quizás más a Morales, a quien cada vez miran con mayor desconfianza tanto dentro de la UCR como desde el PRO.
En recuadro aparte, desde este medio brindamos precisiones que cobrarán vigencia a un año y medio vista, cuando se terminen de destapar las cartas de un juego complicado tanto por la propia realidad del país como por la volatilidad de muchos actores a los cuales, si de llegar se trata, cualquier colectivo pareciera venirles bien.
Por aquello de que el tiempo es el mejor aliado de la razón, las precisiones que por separado se brindan a modo de anticipo tendrán su comprobación en poco menos de un año y medio. Habrá que esperar…
Datos que vale tener en cuenta para repasarlas dentro de un año y medio
- Se hablará de Unidad Ciudadana y mucho por estos meses, pero, a la postre, no será «el vehículo» que pondrá en carrera Cristina Fernández de Kirchner para 2023.
- Las elecciones en la provincia de Buenos Aires serán unificadas, más allá de todo lo que se diga y de lo que hagan otros distritos.
- Cristina Fernández de Kirchner encabezará la lista de senadores nacionales, secundada por el actual gobernador de Buenos Aires.
- Su apuesta es hacerse fuerte en la Provincia, y el hombre elegido, no hay dudas, es el actual ministro del Interior, Wado De Pedro, quien acumula poder y visibilidad, con el doble juego de una candidatura presidencial que le otorga una presencia muy fuerte en el escenario político nacional, con derrame sobre el principal distrito electoral del país.
- La unidad del peronismo, más allá de las indisimulables diferencias que asoman, es una necesidad que une a la expresidenta con los intendentes que en una elección unificada terminarían perdiendo posibilidades de reelección o de elección si asomara el sello de Unidad Ciudadana por fuera del PJ.
- Cristina pone toda la fuerza en un solo punto. Coincidir las nacionales con las provinciales hace que todos traccionen para el objetivo de conservar la provincia de Buenos Aires y obtener las dos bancas en el Senado además de legitimar a la vicepresidenta, para quien no es lo mismo ser electa por la mayoría que por la minoría en términos de legitimidad política.
- La coincidencia en el objetivo común hace que los intendentes resuelvan en términos de pragmatismo más allá de sus convicciones o preferencias. Prima la necesidad de alambrar los territorios.
- La unidad del peronismo le garantiza a la expresidenta que en el Senado de la Nación el bloque mantenga el criterio que rige en la Cámara alta, distinto al de la Cámara de Diputados en cuanto a la interpretación de la ley de fueros, para lo cual quebrar los dos tercios es un elemento de primer orden.
- La candidatura presidencial de Cristina no está en el bolillero. Tampoco repetir la Vicepresidencia. La banca es algo seguro, sea por la mayoría o por la minoría. Vale aquello de que en política la cuestión es ganar. Ganar menos, ganar más pero siempre ganar y nunca poner en riesgo el terreno ganado. Con 70 años, la expresidenta tiene una mirada distinta. Se trata de una etapa cumplida. Su objetivo es seguir tallando desde el Senado de la Nación, y comandando, si el resultado de la elección fuera adverso, la oposición.
- Coqui es, hoy por hoy, el candidato más firme. Terminará representando a los gobernadores y contará con el visto bueno de la expresidenta, que el viernes dará una señal inequívoca de sus preferencias con su primera salida al interior, a la provincia en la que Coqui es el hombre fuerte.
- El tándem Coqui-Wado es la réplica de aquella célebre dupla Bochini-Bertoni en Independiente, o Labruna-Lousteau en los tiempos de la máquina riverplantense del 38 al 42, en tiempos en que Mate Cocido, aquel bandido bravo y feroz, hacía furor en el Norte argentino dando origen a la creación de Gendarmería Nacional en el entonces territorio nacional del Chaco.
- La elección de 2023 es hoy incierta. El viento le juega en contra del Gobierno, aunque la oposición lejos está en convertirse en una opción clara. En las últimas semanas ha sumado errores, algunos incomprensibles como la estrategia judicial, algo en lo que tampoco ha realizado una buena praxis el equipo de la expresidenta.
- Los múltiples recursos planteados por Cristina ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación serán todos desestimados, sin tratamiento, y la mayoría en pocas líneas, con remisión al artículo 280, una fórmula común en el Alto Tribunal, lo cual torna conveniente el reaseguro de los fueros que la blinden suficientemente.