Tan solo 24 horas después que Axion Energy y Shell aumentaran los precios de los combustibles que ofrecen en sus estaciones de servicio, YPF dispuso escalar los suyos en similar porcentaje que el resto de las empresas.
A través de un comunicado la petrolera estatal informó el aumento en los precios de sus combustibles un 10% que comenzó a regir desde ayer. De esta manera se suma a los incrementos de entre el 11% y el 12% que anunciaron el domingo las empresas privadas Axion y Shell (Raizen).
La suba tardía supone un cambio de estrategia, ya que en oportunidades anteriores, la petrolera con mayoría accionaria en manos del Estado había sido la primera en ajustar los valores de la nafta y el gasoil.
Evidentemente la gran demanda que hubo en las estaciones de servicio de la red en un contexto de stocks limitados fue una de las razones para adelantar la decisión.
También jugó un rol importante la presión de los expendedores, quienes vienen advirtiendo acerca de la difícil situación económica que atraviesan por los precios atrasados, a contramano del alza de los costos operativos y las nuevas escalas salariales del personal.
Se trata de la tercera suba en lo que va de 2022. Las naftas acumulan un 30% de aumento en el año, muy por encima de la inflación de abril que llegó al 20,3%. Los estacioneros alertan que el precio todavía se encuentra por debajo del punto de equilibrio que necesitan para operar.
En la provincia, los precios en la cartelera de YPF dejaron a la nafta súper en $128,5; la Infinia en $156,7; la Infinia diesel $159,7 y el diesel 500 $121,1.
Mientras que en Axion Energy la súper alcanzó los $129,3, su versiones premium, la Quantium, $159,7; el diesel a 129,4 y el diesel premium $156,5.
Por su parte, Shell es la petrolera con el combustible más caro, con la súper a $131,7; la V-Power, $160,2; el gasoil a $128,3 y su versión premium a $157,9.
las causas
Al momento de justificar la suba, la petrolera nacional explicó en su comunicado: «Este aumento está asociado, además, a la evolución de las variables que conforman el precio de venta al público: la evolución de los costos asociados a la refinación y comercialización; el incremento de los precios locales de biocombustibles roducido por terceros y que los comercializadores deben adquirir a precio regulado; y el sostenido aumento de los precios internacionales de los combustibles que es necesario importar para complementar la refinación local», reza el comunicado oficial.
Respecto de esto último, la petrolera sostuvo que «los precios internacionales de combustibles han continuado incrementándose durante las últimas semanas alcanzando, en el caso del gasoil, valores por encima del 30% a los registrados a mediados de marzo de 2022».
La última suba había ocurrido el pasado 14 de marzo, cuando los productos tradicionales treparon 9,5% y $11,5 los de categoría premium. Según explican en el mercado, la decisión responde a la evolución de las principales variables que conforman el precio de venta al público, sobre todo de la cotización internacional del petróleo y los niveles de demanda superiores a la prepandemia, que requieren importaciones para para complementar la oferta local.
La medida, si bien resulta incómoda para el automovilista, representa un alivio para la rentabilidad de los expendedores. Es que el atraso de los combustibles agravó aún más la situación del sector en un contexto en que el resto de los precios de la economía continúan subiendo.
Por ejemplo, apuntan que mientras el precio de la nafta súper se incrementó 17.5% desde junio de 2021 hasta marzo de 2022, los precios al consumidor lo hicieron 39.7%, los alimentos y bebidas en un 43.8%, el precio de la leche fresca en sachet en un 29.1% y el pan francés un 45.4%, para tomar solo algunos productos de referencia, todo esto según datos oficiales de Indec.
«Desde hace cuatro años estamos operando en modo supervivencia. Primero fue la recesión, luego la pandemia y ahora un contexto económico de incertidumbre, marcado por nuevos picos de inflación y el atraso en los precios», advirtió Gabriel Bornoroni, presidente de Cecha.
Esta evolución de los precios relativos ha provocado un peor desempeño de la facturación total de las estaciones de servicio del país medida a precios constantes. Durante marzo de 2022, la facturación total a precios constantes estuvo todavía 7.7% por debajo del nivel registrado en marzo de 2018, cuatro años atrás. En este período, la pérdida total de facturación equivale a 5.5 meses de facturación, a precios de inicio del periodo.
Desde que comenzó la última recesión en la Argentina, a comienzos de 2018, el mercado minorista de combustibles líquidos perdió -de manera acumulada- ventas por 8.2 millones de m3, lo que representa 5.2 veces el volumen total vendido durante abril de 2018, el mes tomado como referencia.