Cuatro de los cinco detenidos por el caso de la presunta violación en manada en un motel fueron liberados. La historia del abuso sexual que tuvo a una joven de Resistencia como víctima va cayéndose, aunque queda un solo arrestado todavía. Muchos testimonios refuerzan la hipótesis de una fabulación, aunque se desconocen los motivos.
El miércoles al mediodía fueron liberados los imputados por la causa «Supuesto delito contra la integridad sexual» en trámite ante la Fiscalía de Investigación 10, a cargo de Lilian Beatriz Irala.
También se ordenó la prohibición de acercamiento de los liberados al domicilio particular de la supuesta víctima, quien los denunció como partícipes del hecho.
Todavía queda por resolver la situación penal del quinto detenido, quien sería el que estuvo en el motel con C.Z., la presunta víctima de violación.
EL HECHO
A mediados de mayo, C.Z., de 24 años, denunció haber sido víctima de abuso sexual tras ingerir una bebida y perder el conocimiento en un domicilio donde se encontraban aproximadamente ocho hombres. Hubo cinco detenidos por la causa.
A consecuencia de ello, agentes se dirigieron hasta avenida Soberanía Nacional 645, en las afueras del motel Milenium, donde dos hombres identificados con las iniciales A.D, (25) y M.A, (25) peleaban entre sí mientras una mujer se había descompensado ya que, al parecer, estaba bajo los efectos de alguna sustancia alucinógena», al igual que uno de los masculinos. En el lugar se hicieron presentes los familiares de la joven, quienes expresaron a los efectivos que la mujer había sido abusada.
La víctima afirmó que su amigo A.D. (25) la llevó a un domicilio donde había siete hombres más.
Según relató, al no haber más fernet bebieron de una bebida que le causó la pérdida de conocimiento. Entre momentos confusos, la joven afirmó percatarse de que los hombres prendieron la luz y que su amigo se encontraba encima de ella, sin ropa y riéndose.
La denunciante expresó ante las autoridades policiales que en los breves momentos en que lograba reunir fuerzas, pudo mandar mensajes a sus padres para que la busquen, pero sin reconocer el lugar donde se encontraba.
Esta situación acarreó otra: al menos 20 personas causaron un desorden de gran magnitud en un local comercial ubicado en avenidas Las Heras y Soberanía Nacional.
Estas personas acusaban al empleado del lugar de ser uno de los autores del supuesto abuso a la joven, en base a filmaciones de un video que afirmaron haber visto. Otras unidades policiales, como el Cuerpo de Operaciones Motorizadas (COM) se hicieron presentes en el lugar y dispersaron a los manifestantes.
Testimonio vital
En relación a este caso de presunta violación en manada, fuentes judiciales confirmaron que uno de los principales testigos de lo sucedido esa madrugada sería el ex de la denunciante, y en su declaración testimonial ante el requerimiento judicial habría aportado datos que dan por descartado todo acto de abuso y sembró un manto de dudas sobre la situación al manifestar que habría sido planificada como una «emboscada» hacia él, para llevarlo a cometer un homicidio.
Fernando E. declaró conocer a C.Z., y haber sido pareja de ella, con quien tiene dos hijos, una nena de 4 años y un varón de 2. «Me separé hace cuatro meses después de que tuve problemas con ella y la familia, en enero de este año. Yo convivía con C. y mis hijos. La noche que ocurrió todo, no recuerdo la fecha exacta, fue este mes, un sábado, C. ya me estaba escribiendo por WhatsApp diciéndome que me quería ver. Íbamos a hablar sobre mis hijos, porque yo hace rato que nos lo veo», dijo en declaraciones al programa Alerta Urbana.
«C. me comienza a decir muchas barbaridades, también me dice que ella se encontraba alcoholizada y en un grupo de chicos. Todo esto por mensajes de texto vía WhatsApp».
«Me envió varios videos donde ella filmaba y que estaba con un grupo de chicos, yo tengo estos videos. También me mandó fotos del grupo donde ella se encontraba, me decía luego de mandarme estas cosas que se encontraba ahora con gente mejor, y luego me seguía insultando. Toda esa noche, a partir de la hora que le dije. Yo, por mi parte, trataba de no darle bola a las cosas que ella me estaba haciendo y diciendo. Yo te voy a decir algo, ella está media loca, vamos a decir así, tiene como doble personalidad. A veces estaba bien y al rato cambia de personalidad y se pone agresiva».
«Luego de que me envía esos videos donde filma al grupo con el que estaba esa noche, pasaron unas cuatro horas o más, me manda una foto que se encontraba al lado de Secheep arriba de una moto negra, esa moto era de D. Y después C. me manda otra foto que estaba en un cajero automático también arriba de la moto de D. Después pasó una hora, hora y media más o menos, para esa hora me hace una llamada por WhatsApp diciendo que la secuestraron. Después al rato me hace una videollamada por WhatsApp, y veo que ella estaba teniendo relaciones sexuales con D.».
El declarante continuó su relato manifestando que en la videollamada que efectuó C. desde el motel se la veía claramente manteniendo relaciones sexuales con D., pero en ningún momento se la ve atada, ni obligada a hacerlo.
Continuando con su declaración, manifestó: «En esa videollamada que C. me hizo mientras tenía relación con D., yo la noté que estaba alcoholizada. C. tiene el problema de que ella toma dos o tres vasos de bebidas alcohólicas y se empeda (sic) enseguida».
«Después de que corté con esa llamada, ella me empieza a mandar al rato la ubicación, diciéndome por mensajes de texto: ‘Me están violando, me están violando’».
«Me pedía ayuda por mensajes. Me hace otra videollamada y se caga de risa, ella seguía teniendo relaciones con D., se burlaba de mí. Yo no hice ninguna captura de pantalla de estas videollamadas».
«Después me dice que la estaban violando en grupo, yo siempre la sentí alcoholizada. Entonces después de esto que me dijo, agarré mi moto y me fui para el motel, sabía que estaba ahí por la ubicación que me había mandado».
Dijo que fue con su excuñada y en el lugar vio salir a C. junto a un hombre. Su excuñada tenía un cuchillo y atacó al sujeto. «Lo que observé es que cuando C. me ve en el motel y a su hermana, comenzó a gritar que la estaba violando D., pero antes la vi saliendo bien».
Reconoció golpear al hombre y que C. le decía que le pegue un tiro. Sospecha que fue un ardid para que cometa un delito grave y ser detenido.
«Empecé a reflexionar que toda la escena era una fábula, fue todo armado», finalizó.
¿Falsa denuncia?
La presunta violación grupal a una señorita al sur de Resistencia parecería que no fue tal. Ahora la investigación gira en torno a una falsa denuncia. Al parecer, la víctima habría inventado esa historia cuando fue descubierta siéndole infiel a su novio, quien la descubrió en un motel con otro sujeto.
Mientras tanto, los detenidos siguen alojados por la causa «Supuesto abuso sexual», pero de comprobarse la historia saldrían en libertad, salvo que alguno de ellos, dedicado presuntamente a la venta de drogas, podría quedar apresado por este delito.
El giro de esta historia que se viralizó por las redes sociales se debió a un video del motel de avenida Soberanía Nacional y al resultado del análisis a la señorita.
Según el video del sábado 8 de mayo por la noche, la joven entra al motel en una moto manejada por un varón.
Ella manipula un celular mientras su amigo cierra las cortinas del garaje. No se la ve obligada ni drogada.