De acuerdo con los informes del Ministerio de Trabajo, dos de las actividades más afectadas por las restricciones de los primeros meses de la pandemia muestran desde febrero tasas ascendentes. De cara a las vacaciones de invierno, los datos del sector hotelero-gastronómico son auspiciosos, con funcionarios y empresarios que esperan una temporada récord.
El sector de Hoteles y Restaurantes lidera desde hace dos meses la creación de puestos de trabajo y desplazó al segundo puesto al de la Construcción, dos de las actividades más afectadas por las restricciones de los primeros meses de la pandemia.
Los porcentajes superan al promedio general (lo triplicaron en marzo y casi lo quintuplicaron en abril) y desde febrero muestran tasas ascendentes interanuales de dos dígitos, de acuerdo con los informes del Ministerio de Trabajo.
«La actividad hotelera es una de las mayores multiplicadoras de generación de empleo por ser mano de obra intensiva, mucho más que cualquier industria», aseguró a Télam el presidente de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT), Roberto Amengual.
Los datos son auspiciosos de cara al inicio de las vacaciones de invierno en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, además de otras 16 provincias en las que ya comenzó el receso escolar, con funcionarios y empresarios que esperan una temporada récord, por lo que se descuenta que los próximos informes de Situación y Evolución del Trabajo Registrado elaborado por la cartera laboral confirmen y amplíen la tendencia positiva iniciada en noviembre del año pasado.
«Los altos niveles de reservas en todo el país proyectan un invierno récord, con intenso movimiento turístico interno y la llegada de más de un millón de turistas del extranjero»
Matías Lammens
De todos modos, en el sector hotelero-gastronómico advierten que aún no se dio una recuperación completa respecto del inicio de los comienzos de la pandemia, si se tiene en cuenta que ambas actividades fueron una de las más restringidas durante el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), pero también por la abrupta reducción de la movilidad internacional, si se considera que gran parte de la hotelería depende del turismo receptivo.
La situación fue recientemente considerada en la Comisión de Turismo del Senado, cuya vicepresidenta, la santacruceña Ana María Ianni, destacó el trabajo consensuado «más allá de nuestras ideologías políticas, sabiendo que el turismo es transversal también a lo que individualmente podemos pensar o sentir».
«Tenemos que trabajar intensamente para recuperar esas dos millones de camas que teníamos en enero del 2020 y que hoy no forman parte de la oferta, al igual que los hoteleros y gastronómicos que no pudieron volver a abrir sus puertas», manifestó.
El ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, manifestó su optimismo en cuanto al crecimiento de la actividad, que genera «más de 650.000 puestos de trabajo» a través de «17.000 establecimientos hoteleros y 67.000 gastronómicos», según datos aportados por Fehgra (Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina).
«Los altos niveles de reservas en todo el país proyectan un invierno récord, con intenso movimiento turístico interno y la llegada de más de un millón de turistas del extranjero», destacó Lammens, para quien «este comportamiento coincide con la eliminación de las restricciones a la circulación, los avances en la vacunación de la población y la implementación del PreViaje».
La actividad hotelero-gastronómica venía registrando un leve incremento interanual en el primer bimestre de 2020, con alzas del 0,3% en enero y del 1,6% en febrero de ese año, pero el impacto de la pandemia se hizo notar con una seguidilla de trece caídas entre marzo de ese año y el mismo mes de 2021.
Con hoteles cerrados y bares y restaurantes limitados a un mínimo de operaciones, marzo de 2020, con sus últimos once días afectados al ASPO, fue el mes con la menor caída porcentual (30,8% menos que marzo de 2019), mientras que en abril –primer mes de cumplimiento pleno y estricto de las restricciones- la actividad se desplomó un 85,6%.
La flexibilización gradual de las restricciones y la baja base de comparación estadística que dejó 2020, permitió que en abril de 2021 se revirtieran los porcentajes negativos, en una tendencia que se extiende hasta el presente.
Al igual que otras actividades, el sector tuvo un explosivo incremento del 207,7% en abril del año pasado, que en los doce meses posteriores se consolidó con alzas de dos dígitos, con la excepción del 6,9% de junio de 2021.
Ese crecimiento de la actividad tuvo su correlato en la creación de empleo, aunque con menores porcentajes de crecimiento y cierta demora en la reversión de la tendencia.
Al respecto, si el nivel de actividad inició su mejora en abril de 2021, la creación de puestos de trabajo revirtió su tendencia negativa siete meses más tarde, aunque con un marcado crecimiento en la intensidad: en noviembre fue el quinto sector en la generación de empleo, pasó al segundo puesto en diciembre y en enero y febrero de este año y a partir de marzo desplazó a la industria de la construcción para ocupar el primer lugar.
Ese rezago de la recuperación del empleo respecto del nivel de actividad fue explicado por Amengual a Télam: «el sector hotelero quebró la curva de pendiente negativa a positiva, pero recién ahora está en un momento relativamente decente; un establecimiento necesita entre el 55% y el 60% de ocupación promedio mensual para recuperar sus costos y fue a medida que aumentó la ocupación que se empezó a requerir más mano de obra».
De cara al futuro, Amengual cree que la tendencia «debería seguir siendo positiva», aunque admitió que eso «depende mucho de algunas definiciones» relacionadas con el sector externo.
Al respecto, señaló que «la demanda internacional está en riesgo por la limitación del giro de divisas al exterior», pero confió en la posibilidad de «articular una solución en conjunto».
(Télam)