Un argentino genera 1,15 kilos de basura por día, lo que representa 45 mil toneladas diarias de residuos en el país. Acompañado con el crecimiento exponencial de la población, estas cifras se transforman en un gran problema a gestionar por parte de las autoridades municipales y sanitarias.
La producción diaria de residuos en Resistencia es de aproximadamente de 350 toneladas, siendo la cantidad de basura por habitante de aproximadamente 1,28 kilos diarios, teniendo en cuenta una población de 274.490 habitantes.
Se destaca que la producción de residuos está en relación con el nivel de vida de cada familia, con su nivel de consumo. En este sentido, la producción de basura de la ciudad en los distintos sectores es en el Casco céntrico: se produce 112 toneladas diarias (32% de la producción total); y el resto de la ciudad: 238 toneladas diarias (68% de la producción total).
De acuerdo a datos de la página oficial Argentina.gob, en el país existen 5 mil basurales a cielo abierto, lo que representa más de dos basurales por comuna. Se conoce como «basurales a cielo abierto» aquellos en donde se disponen residuos sólidos urbanos de manera indiscriminada y sin controles de seguridad, pudiéndose encontrar en ellos desperdicios de todo tipo, incluso patogénicos.
Hay líneas de trabajo vinculadas con el manejo sustentable, el tratamiento y reciclado, apuntando al cuidado del ambiente, pero también hay otras que buscan entender de raíz el problema «reconocer el proceso de conformación de los basurales espontáneos y de qué manera los habitantes de un espacio urbano entienden el problema».
En esa línea se encuentra un proyecto de investigación que llevó a la estudiante de la carrera de Licenciatura en Geografía de la Facultad de Humanidades-Unne, Daniela Vanesa Martínez, a acceder a una Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas del Consejo Interuniversitario Nacional. Bajo el nombre de «Residuos Sólidos Urbanos: conformación de basurales espontáneos y percepción de los habitantes en villa Forestación de Barranqueras», la investigación estará dirigida por los doctores en Geografía, Aníbal Marcelo Mignone y Alejandra Helena Torre Geraldi.
«Trabajar con geografía de la percepción implica reconocer que la realidad es creada por las percepciones de la población que habita un espacio determinado, lo cual es importante para analizar las dinámicas territoriales particulares que se generan», explicó Martínez.
Asimismo, la becaria adelantó que en la investigación que llevará adelante buscará generar información nueva sobre el área de estudio «villa Forestación-Barranqueras», y la situación del manejo de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en este espacio y dentro del contexto dentro del cual se inserta.
«Para echar luz sobre cuáles pueden ser los motivos que hacen que las diferentes propuestas gubernamentales implementadas no resuelvan de manera eficaz el problema de la gestión de los residuos y como los habitantes influyen en dicho panorama», dijo. Esta información permitirá más adelante -según la becaria- extrapolar estos resultados a más áreas circundantes.
Metodología
de Trabajo
La metodología con la cual se va a trabajar, en el marco de la Geografía de la Percepción, es mixta cuali-cuantitativa, «ya que se busca comprender la dinámica que existe con respecto al mal manejo de los RSU en el área de estudio y la generación de minibasurales, como de la apreciación que tienen los vecinos del lugar sobre esta problemática», comentó la becaria.
El método de trabajo será el inductivo. La falta de antecedentes que analicen el problema sobre el área de estudio seleccionada, «hacen necesario generar la información a través del trabajo de campo, utilizando como herramientas la revisión bibliográfica, el reconocimiento del área de estudios mediante salidas de campo, el tratamiento de imágenes satelitales para localizar los basurales y realizar un caracterización ambiental, además de encuestas y entrevistas a los habitantes del barrio e informantes clave del municipio de Barranqueras».