La Delegación de la Policía Federal en Presidencia Roque Sáenz Peña quedó en estado de acefalía tras los procedimientos policiales ordenados ayer por la Justicia Federal. Fuentes cercanas al caso -difunde Periodismo365- confirmaron que el subcomisario que hasta el viernes era el jefe de la Unidad, también terminó preso junto a otros cinco efectivos; quedando a cargo provisoriamente una oficial mientras se espera la asunción de un nuevo jefe designado por la superioridad, proveniente de otra provincia.
En ese contexto, se debe indicar que al estar preso el exjefe de la División Unidad Operativa Federal Sáenz Peña (ex Delegación), en las próximas horas se espera la llegada de un jefe reemplazante, oriundo de otra provincia; quien se haría cargo de la unidad y sus 130 efectivos en las próximas horas.
Es de remarcar que los efectivos que ahora están detenidos son todos integrantes de la Brigada de Investigaciones Complejas de la Policía Federal, y se dedicaban a la prevención del narcotráfico, contrabando y trata de personas, entre otros trabajos prevencionales de delitos del ámbito federal.
En ese contexto y con el escándalo ya desatado, fueron a Sáenz Peña los jefes de las Delegaciones regionales con asiento en Corrientes, todos comisarios de alto rango e integrantes de la Jefatura General. Es que los detenidos están acusados de cobrar una coima de 400.000 pesos. Según la denuncia, los efectivos le pidieron dinero a un comerciante a cambio de permitirle circular con ropa sin declarar. Ahora se investiga si estuvieron, además, vinculados a otros hechos
La denuncia
Un comerciante de Chaco denunció que fue abordado por un grupo de efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA), cuando circulaba en su vehículo y, al identificar que llevaba ropa sin declarar, le pidieron – según la presentación – una coima de 400.000 pesos. Tras radicar la denuncia, los seis integrantes de la fuerza señalados fueron aprehendidos y se les secuestraron elementos de interés para la causa.
El caso ocurrió el pasado 2 de septiembre en Resistencia. El damnificado recordó que ese día circulaba en auto junto a su esposa e hijo por la ruta 16. En ese momento, desde un auto de civil le gritaron “alto, Policía Federal” y él se detuvo a un costado.
En la inspección detectaron que llevaba ropa sin sello aduanero, de manera que los policías le exigieron una coima de 400.000 pesos a cambio de no ser denunciado. Dado que no contaba con ese monto, el hombre indicó que les ofreció un equipo de música que tenía en el auto, pero ellos se negaron y bajo amenaza de arma, lo acompañaron hasta un domicilio para obtener el dinero.
La víctima denunció que los policías también se quedaron con parte de la ropa sin sello aduanero y un televisor Smart de 49 pulgadas. Luego de receptar la denuncia, el fiscal federal Patricio Sabadini comenzó a investigar y solicitó una serie de allanamientos.
Fuentes judiciales informaron que ya tuvieron lugar ocho procedimientos ordenados por la jueza federal Zunilda Niremperger y a raíz de los mismos se detuvo a los seis policías involucrados en la causa.
Durante los allanamientos, se secuestraron distintos elementos que resultan de interés para la causa, entre ellos teléfonos, documentos y un arma sin registrar que se encontraba en la delegación policial. Los elementos serán analizados y se investigará si el grupo de efectivos estaban relacionados a otros hechos delictivos bajo un mismo modus operandi.
Niremperger informó que los policías quedaron imputados por “privación ilegal de la libertad, allanamiento ilegal, incumplimiento de los deberes de funcionario y robo agravado por la calidad de funcionario”.
Más allá del testimonio del denunciante y los elementos encontrados en los allanamientos, una prueba que resulta fundamental en la causa, es el video de una cámara de seguridad. La grabación corresponde al ingreso al barrio donde reside la víctima y una secuencia compromete a los efectivos.