La construcción cierra un año, con ocho meses consecutivos de crecimiento en la actividad, que comenzó a desacelerarse en esta última etapa, con una caída del 3,5% en octubre con respecto al mes anterior. En tanto, según informó el Indec, el nivel de actividad del sector acumuló en los primeros diez meses del año una subida del 5,5%.
Al momento de analizar estas cifras y realizar un balance, desde la Cámara Argentina de la Construcción, su presidente Mauro Guidini a modo de síntesis señaló a La Voz del Chaco, que si bien en líneas generales hubo crecimiento de la actividad de la mano del impulso de la obra pública, indicó que la misma se ve perjudicada por la constante inflación que golpea al rubro restando rentabilidad. «Para nosotros si sigue este nivel de actividad y baja la inflación la verdad que sería muy bueno. Las expectativas para el 2023 son buenas, lo que empaña la expectativa es la inflación, la inflación en construcción es dramático», aseveró.
Guidini, para fundamentar su afirmación ejemplificó: « de las 190 empresas hay inscriptas en el registro de constructores, (26 pertenecen a esta cámara) y hoy están trabajando 160 empresas, es decir hoy están trabajando todas las empresas, hoy el que quiere trabajar en la parte pública, va a y trabaja, por supuesto tiene que cumplir con los requisitos de estar inscriptos y hacer un buen trabajo, eso es algo muy bueno que hace muchos años no pasaba en la provincia», reconoció.
El constante incremento de los insumos, las altas tasas de financiamiento, trabas a la importación de ciertos materiales, son algunas de las piedras que desaceleran el ritmo creciente que venía exhibiendo el sector durante el inicio del año. A esto también se sumaron problemas de operatividad como falta de combustible. «Con la inflación egresa más dinero de lo que ingresa, de ahí te vas al banco y tiene altísimas tasas. Desde el punto de vista de la operatividad, hubo problemas como la falta de combustible, nuestra actividad demanda mucho combustible y comenzó a escasear materiales que dependen de la importación. Bombas, insumos de electricidad, seccionadores, cables, no hay cobre hasta principio del año que viene, estas cuestiones fueron empañando una muy buena política de destinar muchos recursos a la obra pública», describió el referente del sector.
«Toda estas situaciones disminuyeron la rentabilidad, y en muchos casos las obras se hicieron con márgenes negativos, y en otros casos por el alargamiento de los plazos, en función de no conseguir materiales, el tema de las insumos que dependen de la importación esté muy complicado», describió el panorama con el que cierran el año.
Para ilustrar el escenario, Guidini ejemplificó «nosotros teníamos que hacer una instalación de una estación de bombeo con paneles solares, y esa compra el 80% tiene insumos importados, se demoró mucho en adjudicar y cuando se adjudica estamos con problemas de importación. Acá entró la crisis de la guerra, cuando vamos a comprar los paneles, tenía un sobreprecio por demanda, y se cobra de forma anticipada, y eso dispara el precio. Además según la reglamentación cuando solicitas los dólares oficiales para hacer importación la condición es realizar el pago al proveedor en seis meses».
Por esto consideró que «el problema no es sólo el dólar sino las condiciones de importación del estado, eso en algunas obras afectan más, y en otras afectan menos, depende de la composición de la obra, han pasado cosas de este tipo que empañan todo el esfuerzo de inversión que hace el estado en obra pública», reiteró.
Y continuó describiendo: «los plazos se estiran por falta de materiales, de financiamiento, si estas en una obra vial que consume dos mil o tres mil litros de combustible por día, y no hay combustible es muy complicado, y si se paga más de lo que vale en el mercado también golpea la rentabilidad».
A modo de síntesis el referente aseguró que si bien la producción de materiales: « hierro, cemento, arena, piedra, está bastante normalizado, pero los precios volaron, el problema es si son materiales importados o dependen en su culminación o de ejecución de algo importado».
También destacó que « el gobierno tiene muy buena voluntad porque quiere apurar obras emblemáticas para Chaco como el acueducto, y tiene mucho caño y bomba, que por falta de insumos o por las trabas de importación de los productos, tienen retrasos. Pero esto es un tema de política nacional más que provincial. El gobernador está al pie del cañón y ofrece mediar para generar el ingreso de los productos, pero es un tema de política nacional», reiteró.
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