La intendenta de Gancedo, Adriana Stacchiotti, describió la compleja situación de sequía que atraviesa la localidad por la inhabitual falta de lluvias en la región, y alertó que hay reservas de «agua de lluvia para diez o quince días más».
En declaraciones a Radio Provincia, la jefa comunal advirtió que el escenario es «más que preocupante», y contó que no hay antecedentes similares prácticamente en la última década.
«Tenemos que empezar a trabajar con la planta desde las perforaciones, pero el caudal tampoco es bueno, así que estamos haciendo todas las gestiones y trámites con la empresa que nos provee el agua y con la Administración Provincial del Agua (APA) para ver cómo solucionamos esta situación en conjunto», puntualizó.
Según relató la intendenta, en Gancedo se está consumiendo casi 1 millón de litros diarios y las plantas que están en funcionamiento no cuentan con la capacidad, debido a las circunstancias actuales, para proveer esa cantidad de agua.
«Estamos haciendo un bombeo desde el reservorio a donde está la bomba y de esta al reservorio donde está la planta, pero es mínima la cantidad de agua que tenemos para potabilizar: roguemos que la bomba no se rompa porque está trabajando continuamente», expresó.
En ese sentido, indicó que son permanentes las gestiones para comprar o alquilar una bomba más chica para evitar que la que está en funcionamiento trabaje tantas horas.
Gancedo es una de las pocas localidades que se abastece con su propio sistema de agua potable. Cuenta con un sistema que permite traer el agua desde la zona rural, que está un poco más elevada que el pueblo, y así se provee de líquido a tres reservorios grandes y tres medianos, que alcanzan para abastecer a la ciudad.
«Hacía ocho o nueve años que no nos quedábamos sin agua, porque utilizamos la de lluvia, con lo cual, además, es más fácil de potabilizar que el agua salada que sale de las perforaciones: la calidad del agua de Gancedo es muy buena, pero las reservas son escasas2, subrayó.
Uso racional
La intendenta hizo un fuerte llamado a la comunidad a tener conciencia sobre la situación actual y hacer un uso racional del recurso. «La gente desperdicia mucha agua: ayer salimos a hacer un recorrido y notamos varios inconvenientes», dijo y amplió: «Mucha gente está regando, cargando agua en las piletas y esto hace que disminuya la presión y el líquido no llegue a otros domicilios o a llenar los tanques».
«Tenemos que colaborar entre todos porque los pronósticos de lluvia no son auspiciosos, por lo menos hasta finales del primer trimestre del año, así que necesitamos un esfuerzo colectivo para resolver este problema día tras día», cerró.