Tras una recorrida por el territorio provincial, Atlanto Honcheruk señaló que el «uso productivo provoca la larga sequía de manera particular en el sudoeste, donde el promedio anual estuvo por debajo de los menores registros desde que se tienen estadísticas».
En esas líneas, el titular de la bancada oficialista de la Cámara de Diputados adelantó que «en contacto permanente con el gobernador Capitanich vamos planteando la necesidad de las medidas de carácter inmediato y que están relacionadas con la provisión de alimentos en los casos extremos de la ganadería, que se debe proteger para evitar sangrías como las que experimentamos en 2009 y 2013».
Al mismo tiempo, destacó la importancia de «ir revisando nuestros sistemas de manejo de los excesos transitorios de la temporada estival que, al ser enviados por canales de mucha celeridad al Paraná, nos provoca depresiones de las napas que, en este momento, podrían estar proveyendo al menos una parte del agua de uso ganadero».
A su vez, el presidente del interbloque del Frente de Todos Chaco advirtió que la «larga sequía que azota al Chaco nos coloca en situación de emergencia, con perspectiva de corto plazo de convertirse en desastre, teniendo en cuenta que prácticamente no hubo siembras agrícolas y la falta de alimentos para la ganadería se ha generalizado».
En el mismo sentido, interpretó que «ya hemos avanzado en conversaciones con los funcionarios de la Administración Provincial del Agua (APA), que seguramente ahora estarán más propensos a atender la propuesta de generar las inversiones en compuertas y sistematizaciones que provoquen retener agua en los valles para que las napas vuelvan a estar en sus niveles de saturación que retroalimentan pozos, perforaciones y los reservorios que están por debajo de las capas impermeables».
Situación en
los municipios
El legislador, que lidera al justicialismo del sudoeste provincial, situó a su vez que «las consecuencias de estos ocho meses de lluvias muy esquivas con registros muy por debajo de las necesidades de los sectores productivos y la comunidad urbana nos marcan un panorama desolador, tanto para el campo como para los municipios, que están destrozando sus presupuestos para dar respuestas a las demandas, sean de agua potable en los barrios de las ciudades como del vital elemento para bebida de la ganadería que aumenta el consumo ante la escasez de pasturas verdes».
Con referencias a las economías de los municipios, Honcheruk sostuvo que «es una espiral de complicaciones porque, además de los costos extras que se suman a diario, no hay perspectivas de recaudación genuina porque, en general, nuestras poblaciones cobran dinamismo mediante las actividades primarias y, como ninguno de los rubros está produciendo, todo será cuesta arriba». En esa línea, citó como ejemplo al propio municipio de Villa Berthet que condujo desde 2007, que «necesita un pequeño empujón para terminar el acueducto desde San Bernardo, son 2,5 kilómetros de tubería central y obras complementarias que generaran un gran alivio, como así también en otras localidades de todo el sudoeste».