El Ministerio de Producción, Industria y Empleo y el Instituto Nacional de Semillas (Inase) realizaron un relevamiento de los lotes del programa Semilleros de Algodón, ubicados en Córdoba y Catamarca.
El trabajo conjunto, al que se sumaron técnicos de la firma Gensus, es fundamental para el proceso de certificación de las semillas que el gobierno del Chaco entrega a los productores algodoneros registrados en el Sipach antes del inicio de cada campaña.
Las actividades desarrolladas por técnicos de la Dirección de Desarrollo Algodonero y sus pares del Inase y de la empresa Gensus, abarcaron varias jornadas a campo que incluyeron visitas a productores para constatar el cumplimiento de los protocolos de producción, como así también las normativas vigentes para la producción de semillas: aislamiento de los lotes, manejo de malezas, fechas de siembra, cultivo antecesor, variedades usadas y el desarrollo fenológico.
El programa que impulsa el Ministerio cuenta en la actual campaña algodonera con un total de 1.430 hectáreas, de las cuales 510 se encuentran en el Chaco (General Pinedo, Presidencia Roque Sáenz Peña, Tres Isletas, Juan José Castelli y San Martín), 560 en Catamarca y las restantes 360 en Córdoba (Cruz del Eje).
El Chaco es la única provincia del país que ejecuta un esquema de estas características, que garantiza a pequeños y medianos productores el acceso a semillas de algodón certificadas, fiscalizadas y de primera multiplicación.
Para lograrlo, el Gobierno realiza una fuerte inversión revitalizando tanto el compromiso como el acompañamiento al sector.
Programa exitoso
El director Desarrollo Algodonero, Rubén Bast, afirmó que desde el inicio del programa los parámetros de producción de la provincia se incrementaron favorablemente en función del productor».
«Para graficar mejor, podemos decir que los rendimientos promedio históricos en la provincia son de 1.500 kilos por hectárea y desde que se inició con este esquema los rendimientos siempre se ubicaron en el orden de los 2 mil a 2.200 kilos por hectárea, mientras que la producción de fibra pasó de 450 a 770 kilos de fibra por hectárea», indicó el funcionario.
Bast recordó que «desde hace ya seis campañas que a través de este programa la provincia viene asistiendo con semilla certificada, fiscalizada y de primera multiplicación, al pequeño y mediano productor algodonero de la provincia que esté registrado dentro del Sistema Informático de Productores Agrícolas Chaqueños (Sipach)».
«Esto marca la importancia de esta iniciativa, porque permite que el pequeño y mediano productor pueda tener acceso a una herramienta fundamental como lo es la semilla certificada, fiscalizada y de primera multiplicación», indicó y agregó que «el rol del Estado es fundamental porque, a través de este programa, iguala las condiciones para el pequeño y mediano productor con el productor grande».
Por otra parte, comentó que en esta campaña se proyectó en principio una siembra de 1.600 hectáreas, pero como consecuencia de la sequía solo se alcanzó las 1.430.