En la tarde del miércoles tuvo lugar la primera edición del conversatorio «La hstoria reciente: temas, problemas, enfoques, debates», en el salón de actos de la Facultad de Humanidades Unne en el marco del proyecto «Hacer memoria: procesos de trauma social en la historia regional Nordeste», con el objetivo generar un espacio de reflexión e intercambio entre docentes, estudiantes, ex detenidos políticos, familiares de desaparecidos/asesinados y público en general.
El panel estuvo integrado por Jorge Auat, ex fiscal general de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad; Gabriela Barrios, primera coordinadora del Registro Único de la Verdad; y Juan Carlos Fernández, actual coordinador del citado registro.
El fiscal Auat, integrante de la parte acusadora en procesos como el juicio oral de la causa Masacre de Margarita Belén realizado en 2010 y 2011, comenzó su intervención con un homenaje al abogado Mario Bosch, pilar y emblema del juzgamiento a genocidas en la región, y expresó reflexionó sobre la importancia de la memoria y la historia en la lucha contra los crímenes de lesa humanidad. «Detrás de este tipo de crímenes siempre hay un proyecto de olvido y estrategias para lograr la impunidad de antemano», afirmó.
Por ello «la memoria y la historia son fundamentales para mantener la vigencia del reclamo de justicia, y sin los organismos de Derechos Humanos no se habría tocado un pelo al genocidio», acotó. Auat también habló sobre la importancia del reciente libro «Juicio y castigo en el Chaco, vol1 la Sentencia de la causa Masacre de Margarita Belén», que resume una lucha colectiva.
A lo largo de su exposición, Auat describió cómo fueron los comienzos, con leyes de impunidad vigentes y la realización de los juicios por la verdad, y cómo se llegó a las causas penales. «Al realizar la acusación sentía que no alcanzaba el código penal, porque no fueron crímenes comunes», agregó.
Asimismo, el fiscal también destacó que el Poder Judicial fue un obstáculo para juzgar a los genocidas, convirtiéndose en una trinchera de la impunidad. «Por ello estos hechos son mucho más que una lucha por lograr una sentencia. La memoria es la lectura moral del pasado, una lucha permanente que nos alerta ante la naturalización de la violencia, por eso no es algo que se termina en una sentencia», explicó.
«Hoy queda mucho por hacer», concluyó Auat, advirtiendo sobre el accionar de «la corporación judicial cuyo desprestigio es funcional a un modelo político de impunidad. La memoria y la historia son fundamentales para mantener la vigencia del reclamo de justicia y para no naturalizar la violencia en nuestro país».
HISTORIAS DE VIDA Y MEMORIA COLECTIVA
Por su parte, Gabriela Barrios describió el proceso de registro para la reconstrucción histórica y la conformación de la Comisión Provincial por la Memoria y del Registro Único de la Verdad en 2005/08. Barrios, una de las encargadas del proceso de registro para la reconstrucción histórica, explicó el objetivo principal de este proceso: «Lograr la legitimidad estatal de esa memoria colectiva, una disputa de recuerdos y olvidos, ya que miramos al pasado siempre desde el presente».
Este proceso ha incluido la elaboración de historias de vida de fusilados en la Masacre y la conformación de una base de datos de todos los desaparecidos vinculados al Chaco. También se han presentado informes sobre Ligas Agrarias y referentes emblemáticos perseguidos. El objetivo es poner en primer plano las historias personales y de militancia de las víctimas y reivindicar sus respectivos proyectos políticos.
Barrios describió las distintas etapas de este proceso, que comenzó en 2001 con un trabajo artesanal y colaborativo con otras organizaciones, como PoHimes, Abuelas de Plaza de Mayo y Eaaf, para intercambiar información y datos.
La primera facultad que compartió sus archivos fue la de Humanidades, lo que permitió a muchos poner una imagen a los casos de desaparición. A partir de ahí, se avanzó en la elaboración de las historias de vida de los fusilados en la Masacre y se conformó una base de datos de todos los desaparecidos vinculados al Chaco.
En 2007 se presentó un informe sobre las Ligas Agrarias y referentes emblemáticos perseguidos. El objetivo principal no era solo «registrar cómo fueron asesinadas o desaparecidas las víctimas, sino poner en primer plano sus historias personales y de militancia, mostrando sus vidas y reivindicando sus respectivos proyectos políticos» indicó Barrios.
RUV: ACTUALIZACIÓN PERMANENTE
Por último, el actual coordinador Fernández se enfocó en la labor diaria del RUV y su objetivo de contrarrestar la intención original de «los verdugos del genocidio de robar la identidad personal y política de los militantes». Fernández señaló que a marzo de 2009 la base de datos del RUV incluía 138 casos. A marzo de este año esa lista asciende a 190.
Además, el RUV lleva publicados tres volúmenes de difusión; el primero sobre organizaciones políticas, el segundo sobre el impacto de la dictadura en los ámbitos educativos y un tercero que aborda los casos de apropiación de menores y robo de identidad y cómo se logró la restitución.
Fernández mencionó también los casos de restitución de cuerpos de desaparecidos que fueron identificados y cómo se organizó la lista de fusilados en la Masacre, un trabajo de investigación que se actualiza constantemente. «Las restituciones comenzaron siendo actos familiares, hoy en día lo siguen siendo, pero con un fuerte acompañamiento social en las respectivas comunidades».
Este proceso ha incluido la elaboración de historias de vida de fusilados en la Masacre y la conformación de una base de datos de todos los desaparecidos vinculados al Chaco. También se han presentado informes sobre Ligas Agrarias y referentes emblemáticos perseguidos. El objetivo es poner en primer plano las historias personales y de militancia de las víctimas y reivindicar sus respectivos proyectos políticos.
CÓMO SIGUE
Esta actividad se realizó en el marco del Programa de Extensión Universitaria La Universidad en el Medio, dirigido por la doctora María Silvia Leoni y el doctor Elías Zeitler, para analizar el contexto de violencia política del siglo XX en la región Nordeste.
El segundo encuentro -el jueves 20, a las 18- abordará la causa Brigada II y la violencia sexual hacia las mujeres como delito de lesa humanidad, con un panel integrado por Silvina Canteros, abogada querellante por SDDHH del Chaco; Guadalupe Arqueros, investigadora del IGHI en temas de delitos sexuales como crímenes de lesa humanidad; y la licenciada Carolina Fule, psicóloga que realizó acompañamiento a testigos como integrante del Programa de Asistencia Integral a Víctimas del Terrorismo de Estado en la CPM.
En tanto que el tercer encuentro se llevará adelante el jueves 4 de mayo, sobre el juicio oral Ligas Agrarias, con disertaciones del fiscal Diego Vigay, el dirigente de Ligas Osvaldo Lovey, y la socióloga Claudia Calvo.