La jueza federal de Resistencia, Zunilda Niremperger, procesó a dos sujetos, uno de ellos ex integrante de Gendarmería, por presuntamente haber amenazado a punta de pistola a un detenido a quien se le exigía el pago de una coima de $5 millones tras haber sido beneficiado de manera irregular con una prisión domiciliaria.
La solicitud se habría hecho a nombre de un exconjuez de Sáenz Peña, quien fue el que la otorgó. Aseguran que no fue un caso aislado.
El mismo día que le proponían a un preso pagar una coima para obtener la prisión domiciliaria, el ahora ex funcionario judicial pedía detalles de ese expediente.
EL CASO
Cuando lo detuvieron con 2 kilos de marihuana, A.M.R. estaba en libertad condicional. Salvo por una cuestión de salud muy grave, en casos como el suyo, no hay posibilidad de morigerar su detención: debía quedar preso en una cárcel.
El borrador con su procesamiento con prisión preventiva ya estaba redactado por la secretaria del Juzgado Federal de Sáenz Peña. Sin embargo, el por entonces conjuez de Sáenz Peña, quien era el que debía firmarlo, consideró que no era para tanto y ordenó que se le otorgue la prisión domiciliaria.
Se basó para esto en la relativamente escasa cantidad de droga secuestrada. Y así, sin más, A.M.R. se fue a su casa. La decisión, claro, llamó la atención de todos en el juzgado, según cita este informe periodístico.
Al tiempo, más precisamente el 18 de junio de 2022, tres hombres y una mujer llegaron a bordo de una camioneta hasta el domicilio de A.M.R., en el barrio El Bolsón en Resistencia. No fue una visita amigable: le exigieron el pago de $5 millones que, según ellos, era lo que pedía el exconjuez por haberle concedido esa domiciliaria que, a todas luces, no correspondía.
Ante la negativa del pago, A.M.R. fue amedrentado con un arma de fuego. Los supuestos emisarios del ahora exconjuez realizaron disparos en el piso y también lo golpearon en la cabeza. En un momento dado, se trenzó con uno de los agresores y logró quitarle la pistola, lo que provocó que el resto se retirara del lugar. Llamó a la policía y contó lo sucedido.
Esta amenaza no lo tomó por sorpresa. El hombre recordó que cuando estuvo preso en la División de Drogas de Sáenz Peña, Walter A., quien en ese entonces estaba detenido con él y que también fue parte de la agresiva comitiva que fue hasta su casa a intentar coimearlo, le dijo que podía hacer gestiones para lograr su prisión domiciliaria, pero que para eso tenía que contactarse con el gendarme apodado Talibán (supuesto hombre de confianza del exconjuez) y pagar una importante suma de dinero.
La fecha de esa charla, ese primer ofrecimiento de Ayala a A.M.R., coincidió con un diálogo por WhatsApp que mantuvo el exconjuez con una escribiente del Juzgado Federal de Sáenz Peña. En ese chat, que la empleada judicial aportó a la Justicia, su por entonces jefe pidió que le detalle el contenido del expediente 5299/2022 y la situación procesal del imputado: casualmente, el expediente era el pedido de excarcelación presentado por la defensa de A.M.R.
Fuente: Revista Litigio