La demanda insatisfecha de los expendedores de combustible por la pérdida de rentabilidad que ocasiona el acuerdo de Precios Justos entre el Gobierno y las petroleras, tiene su correlato en una serie de medidas y herramientas con las que cuentan las estaciones de servicio para intentar hacer frente a la situación.
Si bien, en distintos puntos del país se analiza el cierre nocturno, en la provincia esto es un hecho consumado hace tiempo, según explicó en declaraciones a Radio Facundo Quiroga el referente del sector, Miguel De Paoli.
«En la práctica hoy cualquier persona que salga por la ruta hacia el interior del Chaco, de Formosa, puede tener una idea de que esto en la práctica ya se viene dando», comenzó explicando.
«Más o menos la práctica de cerrar de noche empezó hace 20 años atrás, cuando teníamos los episodios de desabastecimiento de combustible.
No es la mejor decisión, igual quedan algunas estaciones abiertas que son quizás las más concurridas o céntricas en los distintos lugares, hay una dotación mínima que abastece, pero no puede estar todo el parque de 6 mil estaciones de servicio abiertas las 24 horas, porque lamentablemente este es un sector que desde hace un par de años viene llevando una inflexión con el tema de la rentabilidad», precisó.
sin respuestas
De Paoli resaltó que esta problemática llevó a solicitar en varias oportunidades la intervención del gobierno nacional «para discutir justamente la rentabilidad».
Sin respuestas concretas, el empresario reiteró: «Cualquier vecino en Resistencia puede hacer un paseo por la noche, si tiene tiempo, y va a darse cuenta de que por lo menos de las 26 estaciones de servicio que hay en Resistencia, al menos 6 están abiertas. El resto llega a las 12, ponen las vallas y nos vemos el otro día a las 6».
Y seguidamente describió: «En realidad lo que ocurre es solamente una situación normal en la que no hay ventas y que no tiene sentido tener una dotación para no hacer nada.
Entonces realmente el problema de las estaciones de servicio no pasa por cerrar de noche, el problema pasa por otras cuestiones que tienen que ver con un producto que no se está actualizando al nivel que está yendo la inflación y que los acuerdos paritarios cada vez son más difíciles de enfrentar».
«De alguna manera en los distintos acuerdos paritarios firmados con el sindicato, se ha explicado que si bien se honran los compromisos de pagar los aumentos, cada vez que hay una baja no se repone ese puesto laboral y de a poco es como que se van perdiendo capacidad de atención justamente por ese tema», aseveró.
En este sentido, De Paoli indicó que «hay cuestiones que cada estación las va manejando en función de su ubicación y qué cliente tiene. Obviamente que una estación en ruta tiene otra capacidad de oferta de productos que otra que está en medio de la ciudad».
«Pero la verdad es que, sabemos que este rubro con una inversión a largo plazo, no solamente tiene que tener la rentabilidad en un momento en particular, sino que tiene que tratar de mirar como una película que va a dar momentos buenos y momentos malos. Y bueno, dentro de todo, esa es la mirada optimista que tiene nuestra actividad en lo que es la inversión o el recupero de la inversión a largo plazo», dijo.
precios dispares
Para dar cuenta de esta pérdida, De Paoli comparó: «Estos precios que hoy estamos viendo en la Argentina distan de lo que es un escenario real de precios. Y para tener una idea de a qué nos referimos, nos basta con cruzar la frontera a Brasil, al Paraguay o a cualquier país del mundo a cargar combustibles en pesos, en el cual hoy un litro de combustible solamente en Paraguay en pesos sale más o menos $500 el litro».
«Ahora, si preguntan ¿la gente está dispuesta a pagar $500 al litro? Y creo que no. Pero de todas maneras estamos viendo un escenario en el cual hay una divergencia importante y se utiliza el tema del combustible como el bien más barato que tenemos en la economía.
Si la gente corteja un litro de leche contra un litro de Nafta Súper. Creo que sale más barato ponerle Nafta Súper al desayuno que poner un litro de leche», ejemplificó.
abastecimiento asegurado
Al considerar la esencialidad del servicio que brinda, De Paoli recordó que esto quedó demostrado en la pandemia: «Fuimos de las pocas actividades que tuvimos que mantener la dotación trabajando mientras se tenía la experiencia de permanecer en la casa. Lamentablemente también se han perdido vidas de trabajadores a consecuencia de la pandemia. Entendemos cuál es la esencialidad. De todas maneras, para tranquilidad a la audiencia, el abastecimiento, las fuerzas vivas están garantizadas las 24 horas».
«Pero yo no puedo pedirle a un colega que haga Patria en medio del monte cuando sabe que de noche no le va a entrar ni los ladrones a cargar combustible.
Entonces pedirle que esté abierto y que esté con toda la predisposición de vender cuando no tenés cliente es un costo fijo que, lamentablemente al precio que está la luz, no creo que le sea muy fácil de digerir. Es estar cumpliendo una misión no significa más que gastos», reconoció.
Medidas
Por esto reiteró: «Cada estación más o menos va tomando sus decisiones. Hay distintas herramientas que están previstas en la ley de contrato de trabajo en la cual se pueden pautar jornadas laborales reducidas y hay otro tipo de soluciones como las licencias sin goce de haberes. O sea, hay una serie de herramientas que se están implementando justamente porque quieren mantener los puestos de trabajo y la antigüedad».
«En los casos que estoy hablando de gente que tiene 20 o 25 años de antigüedad en esta actividad hay herramientas previstas dentro de la ley de contrato de trabajo que se están utilizando justamente para continuar con la relación laboral pero no quizá recibiendo un salario.
Pero en el interín digamos se están haciendo malabares porque la ecuación no te cierra. Y cuando la ecuación no te cierra, por más que hagas lo que hagas y tengas la buena predisposición, hay una realidad que supera la buena predisposición», finalizó.