Boca cosechó anoche un valioso triunfo en La Paternal frente a Argentinos Juniors por 1-0 por la fecha 17 de la Liga Profesional. En uno de esos partidos claves para el crecimiento de un equipo: los que se ganan sin haberlo merecido, pero fortaleciendo las variantes para quebrar un trámite adverso y, por qué no, la eficacia.
En el inicio fue el equipo de Gabriel Milito el que se mostró más asociado y peligroso, más allá de las individualidades con las que los de Jorge Almirón intentaban emparejar el trámite. Francisco González Metilli lo tuvo primero, respondió Facundo Roncaglia con una volea desviada.
El mismo Metilli volvió a aparecer sin puntería antes de que Chiquito Romero tuviera trabajo ante Gabriel Ávalos y Santiago Montiel cabeceara por arriba.
La más clara «xeneize» fue una irrupción de Marcelo Weigandt que atajó Alexis Martín Arias con el pie. Pero cuando la visita efectivamente logró equilibrar el desarrollo, en la segunda mitad del período, las situaciones comenzaron a escasear de ambos lados: Boca no sufrió tanto pero tampoco generó peligro.
El complemento empezó a todo trapo: Javier Cabrera remató cerca en el inicio, después amenazó Martín Payero y más tarde llegó la más clara del partido: el ingresado Leonardo Heredia sacó un tiro que le mordieron y pegó en el travesaño y en la línea, para que Alan Rodríguez no pudiera aprovechar el rebote.
En un trámite mucho más abierto, Arias también le ahogó un grito a Luis Advíncula y Kevin Mac Allister cabeceó desviado.
Corrieron nuevamente los minutos sin demasiados sobresaltos hasta que a los 43, en un acción inesperada, la visita golpeó a fondo.
Advíncula apareció por izquierda y mandó un centro que el ingresado Miguel Merentiel anticipó al primer palo para romper el cero. En el cierre, el anfitrión volvió a la carga, pero sin claridad en los últimos metros. Los tres puntos se fueron así para La Boca.