Una de las implicadas ya fue detenida está en el Centro de Alojamiento Femenino del Servicio Penitenciario Provincial.
Los detectives de la División Delitos Económicos y Leyes Especiales iniciaron hace varias semanas una investigación relacionada a una serie de estafas en dos locales comerciales de renombre de la capital chaqueña. Así realizaron una serie de allanamientos y aprehendieron a dos hombres. También había una mujer implicada que fue detenida días antes por la misma causa; su celda también fue allanada.
La investigación corría por una serie de estafas realizadas en la Lleva del Chaco y el Corralón Molino y se sabía que un grupo de varias personas estaba involucrado. Por ello, después de ahondar en la información, los detectives solicitaron varios allanamientos.
Uno de los operativos se hizo en una celda del Centro de Alojamiento Femenino del Servicio Penitenciario Provincial. Una mujer de 33 años estaba alojada allí e implicada en la causa. El resto se realizaron en Resistencia y, en ellos, detuvieron a dos hombres, uno de 33 y otro de 25 años.
Como resultado de los allanamientos, los detectives incautaron ocho celulares, dos motos, un auto, una batea de comercio, una exhibidora, una cortadora de fiambre, una balanza digital, un smart tv, un microondas, cuatro cuadernos, seis cajas de crayones, 16 cajas de colores, un block de hojas, tres cajas de plastilina, dos paquetes de porcelana fría, 13 cajas de naipes, una agenda, una caja de correctores, tres tijeras, tres cajas de borradores, seis paquetes de globos, un balde y nueve muñecas de plástico.
Todo quedó a disposición de la justicia, al igual que los tres implicados por la causa de “Supuesta Asociación Ilícita”. Las investigaciones continúan.
El caso
Es de recordar que el pasado 8 de mayo, el propietario de un corralón denunció que, en los últimos 15 días, vendió materiales de construcción por la suma de más de cuatro millones de pesos a una persona que pagaba con cheques de pago diferido. El comprador nunca se presentó, por lo que levantó las sospechas del vendedor que descubrió que los cheques eran “truchos”. Los agentes de la división Delitos Económicos y Leyes Especiales realizaron la investigación y el 9 de mayo por la siesta detuvieron a la principal sospechosa.
Según lo denunciado por el hombre de 46 años, hace 15 días (abril) un hombre se contactó por whatsapp para realizar un pedido por la suma de 1.172.266 pesos. El comprador abonó con cheques de pago diferido que envió con un motomandado. Horas mas tarde un camionero retiró los materiales.
Pasados unos días, el comprador se vuelve a contactar con la empresa para realizar otra compra, esta vez por el valor de 1.517.805,83 pesos. De nuevo, abonó con un cheque de pago diferido que fue enviado por un motomandado y, a las horas, un camionero pasó a buscar la mercadería.
Fue así que el lunes 8 de mayo, el comprador volvió a comunicarse con el corralón para hacer una nueva compra por el monto de 1.500.000 pesos. Otra vez, abonó con cheque de pago diferido que llegó en un motomandado. Fue entonces que, el dueño del corralón comenzó a sospechar porque el comprador nunca se había hecho presente en el local.
Por ello, fue al banco emisor de la chequera y allí descubrió que los cheques habían sido adulterados. El hombre fue de inmediato a denunciar lo ocurrido, explicó toda la situación y aclaró que el camión que iba a buscar la mercadería todavía no había pasado por el local, así que podían interceptarlo.
Agentes de la División Delitos Económicos y Leyes Especiales tomaron cartas en el asunto y primero corroboraron que los cheques habían sido adulterados con un lavado químico. Luego hicieron una vigilancia discreta y esperaron a que el camión busque los materiales comprados con el cheque falso para luego seguirlo.
Así lo hicieron, siguieron el rastro del camión con la mercadería hasta la Isla del Cerrito. Fue así como descubrieron que el servicio de flete era contratado por una mujer de 33 años. Esta mañana los efectivos demoraron a la ciudadana en Puente San Pedro e incautaron 661.159 pesos, dos celulares, anotaciones, 25 chapas zinc, 18 perfiles, un tanque de agua de 1000 litros y materiales de electricidad.
Todo esto se dio a conocer a la Fiscalía y esta dispuso la aprehensión de la mujer por la causa de “Supuesta Defraudación”. Agentes de la Comisaría de Isla del Cerrito colaboraron con los detectives y todavía se investiga unos posibles vínculos con una banda organizada.