A partir de ayer, la Casa Museo Fabriciano -Julio A. Roca 1741- quedó habilitada para visitas guiadas. La fecha fue especialmente elegida en coincidencia con el nacimiento de Fabriciano, y de esta manera se pone en valor el legado que dejó el prestigioso escultor chaqueño.
PARA VISITAR
Desde la Fundación Fabriciano aclaran que los interesados deben acordar cita previamente a través del formulario en la página institucional. Las visitas guiadas al público se realizarán en grupo reducidos de personas, en días y horarios acordados.
RESEÑA
La Casa Museo Fabriciano es parte de la memoria viva de la ciudad. Fue la casa familiar del artista, que originalmente perteneció a sus padres -Dora y Emelino Gómez- desde que se asentaron en villa Seitor en la década del 30. Allí mismo nació y se crió el escultor, junto a sus cinco hermanos.
El espacio posee una gran riqueza histórica, ya que atesora objetos originales utilizados por la familia de Fabriciano, además de documentación de su trabajo y trayectoria artística además de importantes esculturas de su autoría.
En oportunidad de su concreción, Fabriciano dijo: «La creación de esta Casa Museo es la culminación del trabajo de toda una vida. Con esto estoy cumpliendo prácticamente mi último objetivo, porque es un legado que le dejo a mi barrio, a mi ciudad y sólo resta agradecer a todos los que siempre han colaborado».
«La casa de Dorita y Emelino, mis padres, sus espíritus la habitan junto a mí. Ellos que me la legaron, y todos los que amo y me acompañan me permitirán convertirla en museo. De esta manera concretaremos uno de mis tantos sueños que justificarán mi existencia», aseveró.
La Casa Museo Fabriciano -donada por el propio artista- se suma al patrimonio cultural de Resistencia y se incorpora al recorrido turístico de la ciudad de las esculturas.
Más info: www.fundacionfabriciano.org.
La casa mueso
A la Casa Museo Fabriciano se ingresa a través de las Puertas del Paraíso, una obra realizada en madera y bronce que representa a la familia Gómez: el sol en el centro simboliza a los padres y las figuras humanas, a los seis hijos. El ángel que tímidamente asoma su cuerpo representa a los espectadores, que son invitados a recorrer el lugar.
Al ingresar en la Sala 1 pueden apreciarse algunos trabajos de Fabriciano, que abarcan desde dibujos y bocetos realizados en la Academia de Bellas Artes hasta otros hechos en el viejo continente. Hay, además, certificados y diplomas de los muchos cursos realizados por el artista.
También se distribuyen varias obras escultóricas de diferentes materiales: mármol de carrara, bronce, mármol dolomita y madera teca. Esta última es de origen asiático y actualmente se la puede encontrar en grandes regiones de centro América, Asia y África.
La Sala 2 – Sala de la Nieve, abarca desde 1888 a 1999, período en el que Fabriciano participó junto a grandes colegas y amigos en concursos de escultura en nieve representando a la delegación argentina en Quebec, Milwaukee, Valloire, Lillehamer, Nagano, Sapporo y otros lugares.
Entre las condecoraciones más importantes recibidas se destacan la Medalla de Oro (Noruega, 1994), la Medalla de Plata (Francia, 1992), el Primer Premio de EEUU (1993) y el Gran Premio y Segundo Premio en Japón. También se exhiben los afiches de los concursos, maquetas en diversos materiales de las obras realizadas en nieve, la indumentaria y herramientas utilizadas durante los mismos.
La Sala 3 presenta reconocimientos y distinciones a Fabriciano por parte del gobierno municipal y provincial del Chaco, reconocimientos y distinciones por su colaboración en el asesoramiento y organización de concursos de escultura realizados en las ciudades de Corocico (Bolivia) y Ushuaia (Tierra del Fuego), la Mención de Honor Domingo Faustino Sarmiento del Senado de la Nación, su membresía a la Academia Nacional de Artes, el Premio Konex y Premio al Mérito artístico y trayectoria, entre muchos otros.
En el margen derecho del pasillo se exhiben recortes de diarios: artículos que hacen mención a la tarea de la Fundación Urunday en los Concursos de Escultura de la ciudad y notas en referencia a la Fundación Fabriciano. Al margen izquierdo, en las vitrinas se pueden ver maquetas de obras realizadas a mayor escala en alguno que otro concurso. Al margen derecho nuevamente, antes de ingresar al comedor, hay un pequeño patio interno donde se encuentra «Crucifixión», una obra realizada en un bronce engarzado sobre un mármol negro de Bélgica.
La Habitación de la Nieve fue diseñada para que los visitantes puedan experimentar por unos minutos en carne propia la sensación de estar y trabajar durante muchas horas bajo condiciones extremas, con temperaturas que promediaban los -20 ºC.
Continuando el recorrido, en el comedor hay una gran mesa que simboliza la familia unida. Las sillas contienen detalles decorativos con la figura icónica del artista, que puede observarse en muchas de sus esculturas. También se encuentran maquetas de obras monumentales realizadas por el escultor y esculturas en pequeño formato realizadas en madera que son, a través de la comercialización, la principal fuente de financiamiento de la Fundación Fabriciano.
En las paredes se observan baldosas esmaltadas de concursos en los que Fabriciano participó y baldosas pertenecientes a los Concursos de Esculturas de la ciudad de Resistencia.
Finalmente, en el patio se observa una importante intervención del reconocido paisajista Pradial Gutiérrez. Es un lugar de carácter tropical que cuenta con varias de sus obras conviviendo con un curioso triángulo, con ladrillos y horcones en la medianera perteneciente al muro original de la casa construida por sus padres.
Aquí destaca «Nudo en un espacio», realizada en mármol engarzado en un negro africano, es la única obra traída por el artista desde Italia, que ha sido parte de su material realizado y exhibido durante la Bienal de Venecia en 1980.