Si hay un punto que se debe arreglar de inmediato para garantizar seguridad es el accionar judicial en algunos casos delictivos. Ayer fue detenido un ladrón que utiliza inhibidores de alarma para robar cosas de los autos. Era el mismo que hace dos meses fue preso por este motivo.
Es un golpe bajo para cualquier intento de brindar seguridad y es responsabilidad de los fiscales o jueces que, más allá de ajustarse a increíbles leyes del Código Penal, no hacen uso del lógico criterio para decidir la excarcelación o no de peligrosos hampones.
Quizás sea necesario que el Consejo de la Magistratura intervenga y, al menos, pida explicaciones por esta «flexibilidad» que deja al resto de la sociedad con el amargo sabor de que ni en la Justicia se puede confiar y ni que hablar de la Policía, que hace su trabajo pero en vano, ya que a las pocas horas los marginales recuperan su libertad.
EL HECHO
Ayer a la mañana, personal de la División Delitos contra la Propiedad realizó dos allanamientos y aprehendió a dos personas, secuestrando varios elementos de interés a la causa que investigaban.
Cerca de las 8, los agentes culminaron su investigación respecto a dos denuncias recibidas por hurtos con la modalidad de uso de inhibidores de alarmas. Esto llevó a realizar dos allanamientos simultáneos por calle Gabardini.
En la primera vivienda demoraron a un ciudadano (33) e incautaron un buzo y dos anteojos de sol Ray Ban, objetos relacionados a una de las denuncias.
En la otra morada detuvieron a un hombre (34) y secuestraron un auto Gol Trend, un aire comprimido tipo pistola, un revólver calibre 32, 49 cartuchos del mismo calibre y una ganzúa.
También incautaron una Macbook y unos auriculares, ambos Apple, que fueron hallados en el barrio Don Bosco.
Los sujetos fueron aprehendidos por supuesto hurto y se le sumó a uno de ellos la causa por supuesta infracción al artículo 189 Bis.
Pero lo irónico es que uno de los ladrones ya fue detenido en abril pasado, relacionado a varios robos de esta modalidad, incluso en el auto de la esposa del líder de los bancarios del Chaco, Rubén Ruffino.
Quizás haya pagado una fianza, quizás para la Justicia el delito era excarcelable, quizás se escapó, pero lo cierto es que ayer fue preso de nuevo, y solo el juez o fiscal que intervenga en el caso sabrá hasta cuándo estará «a la sombra».