La Cámara Primera en lo Criminal de Sáenz Peña absolvió a seis de los siete policías acusados por la muerte de Fernando Suárez, joven que murió el 21 de agosto de 2016 tras el incendio ocurrido en una celda de la comisaría Cuarta de la Termal. El único condenado fue el uniformado que oficiaba de llavero, quien recibió una pena de tres años de prisión condicional. En su fallo, el juez del tribunal oral, Rodolfo Lineras, emitió una serie de recomendaciones para evitar que hechos como estos se repitan y pidió a la Fiscalía de Derechos Humanos que investigue la presunta comisión de otros delitos relacionados al caso.
Durante el juicio, que comenzó el 1 de julio y finalizó a principios de la semana pasada con el veredicto, se confirmó que Fernando murió debido a gravísimas negligencias, tanto en su custodia como en las deficientes requisas que se le hicieron (las que posibilitaron que tenga acceso a un encendedor) y, sobre todo, en la existencia dentro de la celda de un colchón de espuma de poliuretano, elemento altamente tóxico e inflamable, y cuya presencia en las unidades de detención están prohibidas por ley.
EL CASO
Fernando tenía 19 años cuando fue detenido el 20 de agosto de 2016, minutos antes de las 17. Padecía de consumos problemáticos y su madre lo había denunciado porque la amenazó con una «tumbera» luego de que ella devolviera varios objetos que presuntamente su hijo había robado a una escuela de La Clotilde. Tras su detención fue trasladado a la seccional Cuarta de Sáenz Peña.
Ese mismo día, pero a las 20.25, se produjo el incendio de un colchón en su celda lo que le provocó quemaduras en el 60% de su cuerpo y gravísimas lesiones en sus vías respiratorias. Los policías que estaban en la guardia lo retiraron y posteriormente fue trasladado al hospital 4 de Junio donde murió a la mañana siguiente.
NEGLIGENCIAS
De acuerdo a los fiscales Carlos Rescala, de la Cámara Segunda en lo Criminal, y Silvia Slusar, fiscal especial adjunta de Derechos Humanos, hubo serias negligencias respecto a los cuidados exigidos para personas privadas de la libertad que están en custodia del Estado, publicó el portal Litigio.
Y no sólo eso: se habrían introducido datos falsos en dos actas de constatación en el marco de la investigación del hecho y también se hicieron desaparecer dos prendas de vestir que pertenecían a Fernando. La causa fue elevada a juicio con la imputación de «homicidio culposo, falsedad ideológica y encubrimiento agravado», con siete policías imputados.
UN CONDENADO
Eduardo Alberto Parra, el llavero a cargo de la custodia, fue el único policía hallado culpable por no adoptar las medidas necesarias a los fines de resguardar la integridad física del detenido. Por el delito de «homicidio culposo» se lo condenó a tres años de prisión condicional y a seis de inhabilitación para ejercer funciones de llavero o encargado de la custodia, seguridad y protección de detenidos.
Durante las audiencias se confirmó que, si bien la comisaría contaba con dos colchones ignífugos, ninguno de ellos estaba instalado en las celdas al momento del incendio. Por esta cuestión, el juez corrió vista a la fiscalía de Derechos Humanos para que investigue si se cometieron otros delitos que coadyuvaron al siniestro mortal.