La primera repercusión de las PASO vino desde el mercado mayorista, donde el Banco Central regula la evolución de los precios con operaciones de regulación de liquidez. El tipo de cambio oficial gana $67 en el día o un 22,45, a 365,50 pesos, una cotización que hoy equipara al llamado dólar agro para incentivar las exportaciones. Esto significa además que los importadores ahora pagarán mucho más caro por el dólar, con un palpable efecto inflacionario en el corto plazo.
Se trata de la suba de precios del dólar oficial más marcada en cuatro años, desde que el 12 de agosto de 2019, después de las PASO de aquel año que consagraron a la fórmula presidencial de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, el dólar mayorista trepó desde los $45,40 a los $55,75 en un día, una suba del 22,8 por ciento.
De esta forma el dólar mayorista, que rige en las operaciones de comercio exterior, acumula en lo que va de 2023 un incremento de 97,6%, una tasa que ahora es unos 30 puntos porcentuales a la inflación del período. Fuentes del Banco Central confirmaron a Infobae que este tipo de cambio se sostendrá hasta las elecciones presidenciales del 22 de octubre.
Los expertos de Romano Group indicaron que “finalmente, se dio el escenario al cual le asignábamos una probabilidad del 20% de que ocurra. Preveemos volatilidad en el tipo de cambio, sumado a una incipiente incertidumbre. Los (dólares) financieros probablemente coticen al alza, con presión sobre el dólar oficial, y un (ministro Sergio) Massa debilitado políticamente, generando dudas al pre-acuerdo con el FMI. Los próximos dos meses serán desafiantes”.
La rampante suba del dólar mayorista vino acompañada por otra decisión trascendente a manso del BCRA, la de subir la tasa de política monetaria al 118% nominal anual, que representa un 208,2% de tasa efectiva anual. Esta tasa que remunera las Letras de Liquidez (Leliq) del BCRA es el respaldo de la tasa de plazos fijos que pagan los bancos a sus clientes y, por lo tanto, la decisión de la entidad que preside Miguel Pesce apunta a retener los depósitos en pesos que están colocados a plazos fijos, para que no se vuelquen a la demanda de bienes y servicios (inflación) y de dólares (más presión devaluatoria).
La suba del dólar mayorista se traslada inmediatamente a los precios al público del dólar en bancos. Por lo tanto, ya en las pizarras del Banco Nación el dólar minorista sube a $365, que con la carga impositiva del 75% se paga a $638,75, una valuación que le pone un piso al dólar “blue”.