En un día soleado y de agradable temperatura tuvo lugar la última elección del año: las presidenciales en segunda vuelta, la quinta vez que concurrieron a las urnas los chaqueños y la sexta para los resistencianos. Pese al cansancio generalizado del electorado, tanto por la cantidad de comicios como por la situación socioeconómica y política, la concurrencia del padrón fue positiva, y para el mediodía había superado el 30%, por lo que se esperaban valores similares que en las elecciones de octubre.
Por otra parte, atento al antagonismo de las políticas entre las opciones electorales, esta contienda fue considerada como la más importante desde el regreso de la democracia.
Y sin importar por cuál de los candidatos se eligiera, la palabra que sintetizó los ánimos del electorado fue esperanza.
Normal desarrollo
Durante las once horas en las que las urnas estuvieron abiertas, el desarrollo del proceso fue tranquilo y normal. Más allá de esporádicos casos de denuncias de destrucción o faltantes de boletas, que se realizaron desde ambos frentes partidarios.
En la provincia uno de ellos fue el referente de La Libertad Avanza, Capi Rodríguez, quien, tras emitir su voto, y en contacto con la prensa, denunció el reemplazo de las boletas por la de las PASO.
Mientras que la jueza federal Zunilda Niremperger explicó que ante este tipo de denuncias y rumores que se generaron sugirieron a «las autoridades de mesa revisar con más frecuencia los cuartos oscuros para que las boletas presentes sean las válidas», explicó. Y tras asegurar el normal desarrollo del proceso destacó que en esta oportunidad se puso «mayor atención que en otros casos por las situaciones de público conocimiento los días previos, tratando de evitar cualquier situación que pueda brindar lugar a sospechas por parte de la población», dijo en cuanto al intento de instalar ideas de fraude.
Afluencia
La concurrencia de la gente se fue dando de forma progresiva, prácticamente no se vieron filas en las mesas, y en los casos en los que se generaron colas, especialmente en los horarios más concurridos, como antes y después del mediodía y por la tarde antes del cierre, avanzaron con rapidez. Esto ya que en el cuarto oscuro sólo se encontraban dos opciones, lo que redujo el tiempo de permanencia.
Como siempre, fue común ver a primera hora de la mañana a la tercera edad, cumpliendo con su rol ciudadano, a pesar de que muchas veces ya no están comprendidos por la obligatoriedad.
En este tramo final de la campaña los esfuerzos de ambas partes se orientaron a captar al electorado indeciso o ausente, por lo que se apeló a la participación ciudadana que mostró un notable aumento desde las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto pasado, cuando el país alcanzó un récord histórico de ausentismo con un 69% de ciudadanos habilitados que no sufragaron, lo que se traduce en 10.474.831 personas que no ejercieron su voto.
En las elecciones generales del mes pasado la participación se elevó al 77,6% del padrón, marcando un incremento significativo del 7,6% en comparación con las PASO.
A pesar de las expectativas de los encuestadores, que pronosticaban una participación de alrededor del 75%, la afluencia a las urnas ha superado estas estimaciones.
El mayor registro de participación se remonta a las elecciones de 1983 y 1989, tras el regreso de la democracia, con una presencia que superó el 85% del padrón. En la década de 1990, los porcentajes descendieron, pero aún se mantuvieron alrededor del 82%. Después de la crisis de 2001, la participación cayó por debajo del 80%.
La última elección equiparable a la actual fue la presidencial de 2019, cuando el 80,42% de los votantes acudió a las urnas. Aquella elección se resolvió en primera vuelta.
«Si de algo podemos jactarnos es de las garantías democráticas electorales»
El gobernador Jorge Capitanich emitió su sufragio el domingo, minutos después de las 8, y consideró a este balotaje una jornada cívica ejemplar «en la que el pueblo argentino elegirá su destino».
El mandatario votó en la mesa 18 de la escuela 41 Maestro Ricardo Ivancovich y destacó el buen tiempo reinante en toda la provincia y que permitirá un normal traslado de las y los votantes tanto en zonas urbanas como rurales del Chaco.
«En primer lugar quiero expresar mis condolencias a la familia de Rodolfo García, un gran compañero que fue diputado provincial y presidente del PJ», aseguró el gobernador, quien también agradeció a su par de Catamarca, Raúl Jalil, por las gestiones para un rápido traslado del cuerpo.
El jefe del Ejecutivo marcó la importancia de esta segunda vuelta y resaltó la posibilidad que tendrá el electorado de elegir al presidente de la Nación para los próximos cuatro años.
«Si hay algo de lo que podemos jactarnos los argentinos es de las garantías democráticas electorales y de garantizar el derecho al voto con transparencia a lo largo de estos 40 años tras la recuperación democrática de 1983», señaló.
«Los argentinos confiamos en la democracia, aceptamos sus reglas, el respeto irrestricto al estado de derecho y la alternancia institucional», enfatizó.
«Los defectos de la democracia se curan solamente con más democracia», dijo.
Capitanich indicó que en el Chaco hay más de 990 mil personas habilitadas para votar durante esta jornada en la que hay 387 escuelas con casi 3 mil mesas dispuestas a lo largo y a lo ancho de la provincia.
En cuanto a lo que espera del balotaje, el mandatario dijo que es relevante que el pueblo pueda expresarse para elegir al próximo presidente, anticipó que se aguarda una participación del 75% del padrón y que uno de los puntos salientes estará en el porcentaje de voto en blanco.
«El pacto de convivencia democrática que hemos hecho los argentinos es de respeto irrestricto a los derechos humanos y el prestigio mundial obtenido en cuanto a Memoria, Verdad y Justicia», agregó.
«Es importante también resaltar que a lo largo de 40 años hemos construido un sistema electoral confiable con garantías totales por parte de la Cámara Electoral Nacional y de la Justicia Electoral con competencia electoral», apuntó.