El Poder Judicial del Chaco celebró 70 años de existencia con un acto realizado en el salón auditorio del Superior Tribunal de Justicia (STJ).
La ocasión sirvió también para reconocer a agentes que cumplieron 25 años de servicio ininterrumpido, las siete décadas de la Biblioteca Jurídica Dalmacio Vélez Sársfield y de la Secretaría General de Archivo; y los 45 años del Centro de Estudios Judiciales (CEJ).
La ceremonia fue encabezada por la presidenta del STJ, Iride Grillo, junto con sus pares Víctor Del Río, Emilia María Valle y Néstor Varela.
Luego de entonar el himno nacional y la canción del Chaco hubo un minuto de silencio en memoria de agentes fallecidos durante 2023 y que dieron muestra del compromiso en el trabajo diario: Emanuel Medina, Walter Daniel Gómez, Hernán Lubary, María Gabriela Petcho y Cristina Vanesa Monzón.
A continuación hubo menciones para las instituciones homenajeadas y recibieron certificados recordatorios: Hugo Robledo (Biblioteca Jurídica), Alejandra Gabriela del Carmen Acosta (Secretaría General de Archivo), Rosario Augé y Celina Gutiérrez (CEJ) y fue proyectado un video institucional.
En su discurso, Grillo se refirió a la «realización cada día de la necesidad del derecho humano y del valor justicia. Un rostro humano que es el rostro de cada una de las mujeres. Un rostro que siente impotencia cuando no puede o no llega a tiempo para dar las respuestas que debemos dar. Un rostro que se emociona, celebra, se regocija. Porque es la vida. Y porque somos parte de la vida judicial. Somos parte de la vida institucional de nuestra amada provincia del Chaco. Que ustedes vean este rostro de una mujer que demuestra la vulnerabilidad. En el sentido de la emoción. En el sentido de poder expresar aquí, a través de estas palabras, que fluyen de lo más profundo, lo que cada una de ustedes, personas nuestras, están sintiendo en este momento. ¿Cómo encontrar las palabras justas? Desde el poder judicial que aspira cada día, y cómo no hacerlo ser un poco más justo. Y, sobre todo, mucho más misericordioso».
«La emoción embarga. La emoción que se impregna, que se fortalece, que se oxigena con el don de la sabiduría. Esa sabiduría que es mucho más que sapiencia, conocimientos y hasta propias vivencias individuales ¿Qué decirle humildemente a nuestro poder judicial desde este lugar? Un Poder Judicial del que somos parte cada una de las personas que estamos hoy aquí auténticos judiciales que hoy tienen la generosidad, el compromiso y el tiempo para decir aquí estamos», agregó.
Más adelante afirmó que «somos parte de una sociedad de un poder judicial y de instituciones públicas que necesitan un poco más de amor y si ponemos la mirada institucional en la justicia en tanto realización humana y particularmente nos detenemos en este ámbito de reflexión serena y tan emotiva y ponemos la mirada en nuestro auténtico poder judicial, chaqueño, no el mejor quizás, pero es el posible , que alguna vez un grupo de personas 70 años atrás que no eran quizás las más idóneas y experimentadas porque era todo nuevo y fundacional, pusieron amor compromiso y lo hicieron posible».
«Quiero compartir una breve experiencia desde mi condición de docente, el compromiso constitucional con la justicia siempre trasciende a mi profesión de abogada y de jueza. Si ponemos la mirada sociológica en las instituciones y particularmente en nuestro poder judicial chaqueño, único e irrepetible debemos reconocer cuatro presupuestos de existencia de las instituciones. El elemento personal, identificándonos respecto a cómo somos y han sido cada una de las personas que lo integraron, que dejaron huellas desde sus debilidades y fortalezas», preparando el camino de quienes vendrán, reflexionó.
También pidió «revisar para mejorar las enseñanzas y praxis que debemos mantener y honrar para no claudicar y para seguir por 70 años más». Al mismo tiempo consideró importante «reconocer que toda institución social formal o informal se construye se idea y luego se sostiene con infinita paciencia y perdura a través del tiempo a partir de cuatro presupuestos: personas, recursos o bienes materiales e inmateriales, una organización y, finalmente, las acciones, respuestas y decisiones». Esto que estamos haciendo hoy son actos, rituales para reflexionar, agradecer y fortalecernos.
1953-2023: 70 años de historia para la Justicia provincial
El Superior Tribunal de Justicia (STJ) abrió por primera vez sus puertas al público el 27 de julio de 1953 en su sede de López y Planes 48, planta alta.
Poco más de un mes y medio después que la Cámara de Diputados sancionase la Ley 3 que organizó la estructura del Poder Judicial.
En ese momento la justicia tenía sólo 131 empleados, mujeres y hombres que ayudaron a un poder tan joven como la provincia a mantenerse firme en tiempos de cambios y ordenamientos profundos, etapas de oscuridad y crecimiento en base a profundas convicciones constitucionales que no tuvieron temor en erigirse como pioneros en el país en materia de capacitación judicial y garantías.
La Biblioteca Jurídica Dalmacio Vélez Sársfield, la primera especializada en el Chaco, inició ese mismo año un camino de actualización y crecimiento permanente que le permitió convertirse en una herramienta indispensable para que la comunidad acceda, conozca, estudie, investigue y escriba sobre la ciencia del derecho y sus disciplinas auxiliares.
También la Secretaría General de Archivo estuvo desde el primer momento cumpliendo su misión de garantizar el orden y conservación de los documentos que constituyen el acervo judicial, la preservación de la historia y el ejercicio del derecho de acceso a la información de la ciudadanía.
EL CEJ
El Centro de Estudios Judiciales fue la primera escuela judicial de todo el país. Desde su creación, hace 45 años, desplegó miles de actividades de capacitación, investigación y extensión a la comunidad.
También fue fundamental su aporte en los procesos de reformas implementados en el Poder Judicial y contribuyó al desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes, necesarias para la idoneidad técnica y el crecimiento individual y grupal de sus integrantes.