Tras los esperados anuncios económicos por parte del ministro de Economía de la Nación, diferentes sectores analizaron las medidas y el impacto inmediato de estas.
Como es el caso de la Cámara de Supermercadistas de la provincia, a través de su referente Miguel Simons, quien en contacto con LA VOZ DEL CHACO explicó que por el momento existe una gran «dispersión de precios», y estimó que día a día se irá registrando las repercusiones que tengan el precio de los productos , especialmente el aumento del dólar, los combustibles y las tarifas.
«Las empresas que van ajustando el precio de acuerdo al nuevo valor del dólar, en este momento van a ajustar de acuerdo a las nuevas tarifas y a los nuevos costos que tengan que asumir», anticipó.
En la actualidad inmediata, Simons explicó que «hay una dispersión de precios. Hay supermercados, chicos sobre todo, que tienen poca información. No tienen forma de actualizar todos los productos a la vez. Por ahí tienen precios más baratos. Por ahí se puede dar que en una gran cadena tengan los productos más caros que en un almacén. Pues la dispersión de precios es grande, y aquí todo cuenta de acuerdo a la información.
Si el que tiene información directa, como en el caso de la gran superficie, o el supermercado mayoritario, el aumento, que los precios probablemente sean mayores que en el más chico, porque hay un atestado de información».
En este sentido, consideró que «las consecuencias de estos anuncios van apareciendo día a día. O sea, más de lo que aumentó ahora, no creo que aumente, no se sabe de alguno que se haya quedado atrasado.
Hasta que en un momento que va a tener un techo, el mercado va a empezar a evolucionar y, de acuerdo al poder adquisitivo de la gente de a poco, irán acomodando los precios».
«También se prevé que algunos productos s suntuarios desaparezcan de las góndolas, porque les va a ser muy costoso mantener productos que no se venden rápidamente, y bueno, se van a ir acomodando las cosas», dijo.
Los incrementos
y el consumo
En cuanto a la respuesta del consumo ante esta situación, el referente señaló: «La gente se estoqueó durante los primeros días del mes.
De todas maneras, van a tener que volver a comprar, al igual que el que llenó el tanque de nafta, va a andar unos días, pero después va a tener que volver a cargar. Pero se sintió, entre lunes que tuvo un movimiento bastante interesante. El martes empezó a mermar, y ya prácticamente, y para el miércoles prácticamente ya no había mucha gente, ni en nuestro negocio, ni en las grandes cadenas. Porque ya había aumentado todo, entonces, bueno, se ve que la gente dijo que ‘¿para qué voy a ir si le aumentó, no?’».
En este sentido repasó: «No es que se haya incrementado un 40% el lunes. A medida que avanzaba o se presentía la nueva medida, ya las empresas fueron ajustando, aumentaron con un dólar de $600, otro de $650, otro de $700.
Una vez terminadas las elecciones, lo que se ajustó, digamos, es más o menos un 20%-25%. Lo que pasa es que la sumatoria de todo lo traído desde martes, miércoles, la semana anterior, más o menos suma 30, 40, o a veces más. Pero no es lo mismo que aumente todo un día un 40 y aumente un 20, no. Ya venía un 20 de aumento y el otro 20 fue después de las elecciones», cuantificó el incremento que llevan hasta el momento en promedio los diferentes productos.
En cuanto a próximas remarcaciones, Simons advirtió: «Esto va dependiendo de las medidas que van anunciando. A medida que se vayan conociendo las nuevas reglas de juego, seguramente, porque ahora, por ejemplo, sabemos que las tarifas, los subsidios van a seguir, por cierto, un tiempo más, hasta que puedan canalizar un poco las cosas. Quiere decir que, bueno, todavía ese hándicap existe.
Pero después las tarifas, en algún momento, se van a modificar. Y ahí va a haber otro ajuste. Y vamos a ir de ajuste en ajuste hasta que todas las variables se sinceren. Una vez que las variables estén sinceradas, el precio se va a estabilizar».
Y continuó analizando: «Y ahí vamos a ver un mercado, en general, como hace muchos años, donde el que quiera reinvertir en su empresa, en su negocio, lo hará. Y otros venderán, otros cerrarán. Y cada uno va a ir tomando una decisión, o cambiar de rubro.
Va a ser un cambio profundo, tanto en el comercio como en la industria. Porque en el caso de la pequeña industria, el pequeño comercio, se va a descapitalizar de una manera muy importante y no va a poder retomar».
A modo de ejemplo, señaló: «Cuando el comercio o la industria pierden capital, la descapitalización, hace que se termine o desaparezca o se transforme, termina o desaparece, no se transforma. Cuando la relación ingresos-capital contra el valor dólar se rompe, pasa eso».
Seguidamente reconoció: «Hay cosas muy complejas que no puede, digamos, achicar, que es la parte de educación y la parte de salud. Literalmente, vamos a ver, a ver cómo se puede subsistir», y comentó que «muchos se quejan ahora porque duplicó el valor de la Asignación Universal por Hijo, y yo creo que fue una buena medida.
O sea, yo también como muchos creo que la gente tiene que trabajar para vivir, pero nosotros ya hemos perdido la oportunidad de sacar los planes de encima. Esto en 2001, 2002 fueron muy malos.
En 2004 se empezó a crecer la economía, hasta prácticamente 2018 se perdió todos esos años en cambiar las cosas con el tema de los planes sociales. ¿Cómo vamos a pretender que Milei las cambie ahora en plena crisis. Me parece que no es razonable». «Hay que pensar también que sí, es verdad, que hay mucha gente que es pobre», dijo.
También entendió que «las pautas publicitarias del Estado no son malas, si son bien dirigidas a incentivar a las empresas y a las pequeñas empresas que puedan trabajar y no que queden solamente en el grande monopolio», contrapuso.