«Pararon de sonar un poco los teléfonos», aseguraron desde la Secretaría de Turismo de La Costa. La temporada de verano 2023-2024 fue inaugurada oficialmente, aunque fue recibida con un clima distinto al usual, ya que -a nivel reservas- los valores registrados son menores al del año pasado. La incertidumbre económica, el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de Javier Milei y la inflación, entre las principales causas de estos números.
El año pasado, La Costa contaba con un nivel de reservas de «casi el 100%», aseguró en exclusiva a Ámbito Gustavo Sosa, Sec. de Turismo de La Costa. Comparado con ese período, las reservas de la temporada actual «están muy bajas», al punto de tener 60% para el mes de enero. «Podríamos decir que pararon de sonar un poco los teléfonos», afirmó.
Esa baja también se observa en los hoteles 4 y 5 estrellas ubicado a los largo del país. En ese sentido, M. Gabriela Ferrucci, presidenta de la Asociación de Hoteles de Turismo de Argentina (AHT), afirmó que -comparado con los últimos dos años- «los hoteles que trabajan mayoritariamente con público nacional registran a la fecha menor demanda proyectada para los meses de enero y febrero 2024».
Ambos especialistas relacionaron la paralización de las reservas con «la incertidumbre que provocan las medidas del Gobierno entre los consumidores», apuntaron. «De todas maneras venían bajas, pero esto los agudizó», agregó Sosa.
Cabe mencionar que, si bien aumentó la llegada de extranjeros, estos no fueron suficientes para compensar las pérdidas de los turistas argentinos.
Por ejemplo, la localidad bonaerense de Mar de las Pampas, un destino de playa con poca oferta hotelera (comparado con otros destinos de la Costa Atlántica), llega a enero con reservas cercanas al 70% de demanda y para febrero en un 30 / 35%. En tanto, Pinamar y Cariló están en una situación similar: enero está algo arriba del 70%, mientras que en otros años para esta época ya estaban arriba del 90%. Y Mar del Plata registró un 85% de demanda, un valor menor al del 2022, 98%, según NA.
Virginia Jouanny, directora de Producto y Marketing de Atrápalo Argentina, notó un estancamiento en el nivel de reservas durante los primeros 15 días de diciembre, una situación que finalmente se revirtió a partir de la segunda semana, cuando «comenzaron a reforzarse las consultas y reservas con elecciones prioritariamente de destinos nacionales», afirmó.
De cara a la temporada de fiestas, enero y febrero, Jouanny destacó que octubre y noviembre fueron los meses durante los cuales se incrementaron las ventas, al punto de que se registró un «alto nivel de reservas nacionales e internacionales». «Seguramente anticipando posibles cambios económicos», apuntó.
A nivel nacional, Ferrucci hizo hincapié en la provincia de Córdoba, otro destino fuertemente demandado por argentinos, pero con un panorama desalentador. «También viene muy atrasado en demanda, y esperando que se recomponga más sobre la fecha», expresó.