Uno a uno, los diferentes sectores afectados por el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del presidente Javier Milei, comenzaron a sentar postura y concretar acciones en rechazo. Cómo es el caso farmacéuticos de todo el país, que ayer presentaron un recurso de amparo y realizaron una protesta simbólica que consistió en bajar las persianas de las farmacias durante una hora, de 12 a 13.
En la provincia, desde el Colegio de Farmacéuticos del Chaco se sumaron a la medida. Su titular, María Inés Arévalo, en contacto con LA VOZ DEL CHACO, explicó de qué forma afecta las nuevas disposiciones a la actividad.
Entre los que cambios introduce el DNU y afectan al sector se encuentra la posibilidad de que los medicamentos denominados de venta libre y de especialidades farmacéuticas, puedan ser vendidos fuera de las farmacias. Además que las farmacias funcionen sin profesionales farmacéuticos para realizar y controlar las dispensas.
La medida reduce los controles sanitarios sobre los medicamentos al aumentar las bocas de expendio fuera de las farmacias, y según los farmacéuticos esto hará más difícil quitar el lote del mercado en caso de algún problema en la partida.
La medida
«El Colegio Farmacéutico del Chaco, junto a otros 22 colegios del país, formamos parte de la Confederación Farmacéutica Argentina, que es la Cofa. Mediante la Cofa, nosotros presentamos un recurso de amparo, que está dado por las medidas que se tomaron en el DNU», comenzó explicando la referente.
«Las demás provincias, que no podemos estar en la presentación del amparo, lo que se hizo es un cierre de la farmacia, de 12 a 13, es simbólico, en acompañamiento de la presentación del amparo, con la idea de detener, las medidas que se tomaron en el DNU», describió.
Objeciones
Al momento de detallar de qué forma afecta al sector estas disposiciones, Arévalo señaló: «Las medidas afectan a las farmacias comunitarias más que nada. En este caso, por ejemplo, tenemos algunos puntos importantes como el tema de que un farmacéutico se pueda hacer cargo de varios establecimientos.
Nosotros consideramos que no es factible desde el punto de vista de que un farmacéutico es el encargado de que el medicamento tenga una seguridad desde su recepción, saber su procedencia, la conservación dentro del establecimiento farmacéutico hasta la entrega del medicamento al paciente. O sea, hay pasos que se deben seguir para controlar el medicamento, que en realidad es un bien social», explicó.
Para Arévalo, de esta forma se avanza en la desregulación de la venta de medicamentos que «consideramos que no es bueno, porque hoy en día tenemos medicamentos de venta libre, y que un medicamento tenga la frase de venta libre, no quiere decir que pueda ser vendido en cualquier lugar o que es inocuo.
Por más de que diga que el medicamento es de venta libre, contienen una droga, quizás en menor dosis, por eso es considerado de venta libre, pero todo medicamento tiene efectos adversos. Un medicamento, así sea de venta libre, tiene que tener asegurada esta cadena de origen, conservación hasta la dispensa al paciente», describió.
Más adelante, también explicó la objeción a que las droguerías pudieran dispensar medicamentos. «Una droguería en realidad no está habilitada para hacer la entrega de los medicamentos a los pacientes. El laboratorio fabrica los medicamentos, los distribuye a las droguerías, y las droguerías hacen ventas masivas a las farmacias. No hacen ventas a pacientes, no están capacitados para poder dispensar recetas, porque no tienen el control que tienen las farmacias, no llevan los libros que llevan las farmacias», comparó.
En este punto, describió el proceso que conlleva el expendio de fármacos: «Depende del tipo de medicamentos, si llevan registros, de qué pacientes. También se hace la trazabilidad de medicamentos, por ejemplo, oncológicos. Hay ciertos medicamentos que uno hace un control desde su origen hasta que llega el paciente. Siempre por la cuestión de efectos adversos, que tengan un control efectivo, seguridad».
Asimismo, resaltó: «Todos estos puntos fueron implementados a fin de evitar la falsificación de los medicamentos. Entonces estaríamos sacando de la cadena a las farmacias que hacen ciertos controles y que aseguran, la calidad y la eficacia del medicamento. O sea, desregula muchos puntos que podrían dejar abierta la falsificación y adulteración del medicamento».
restar valor a la profesión
Más allá del riesgo que conlleva para la población la falta de control y el cuidado de los medicamentos, las medidas generan un gran impacto en la profesión: «Lo que hace es, en cierta forma, quitarle valor al trabajo del farmacéutico en la farmacia.
El hecho de que un farmacéutico pueda hacerse cargo de más de un establecimiento lo que hace es quitando valor a la presencia del farmacéutico en la farmacia».
«Para mí eso es lo más relevante de todo esto porque, aunque algunos piensen que, el farmacéutico no tiene una función importante, sí la tenemos. Es importante que estemos en el mostrador, que aconsejemos, que acompañemos los tratamientos, aparte del resguardo de la seguridad, calidad y preservación de los medicamentos», aseveró.
Al momento de dimensionar la cantidad de profesionales que se ven afectados por esta medida en la provincia, Arévalo explicó que el sector no tiene colegiación obligatoria, no obstante precisó que son 310 farmacéuticos vinculados a la institución. «Algunos son farmacéuticos con farmacias propias. Algunos son farmacéuticos que trabajan en otras farmacias, trabajan para terceros. Pero nosotros nucleamos a 200 farmacias», señaló.
Por último, destacó el apoyo de instituciones vinculadas: «Tenemos acompañamiento de las facultades, tenemos también acompañamiento desde las cámaras de droguerías acompañando al amparo presentado por la Cofa y al rol y a la función del farmacéutico en sí, así que esperamos que se pueda rever todo esto y que se dé marcha atrás pero todavía no sabemos con qué pasos se van a continuar» .